- ¿Sabes? – me preguntó aquella enfermera.
- No, no sé – respondí. (he calculado que casi el 80% de las personas con las que he hablado me hacen ese tipo de pregunta sin tener razón alguna para hacerla, no creo que tengan algún tipo de enfermedad, en fin).
- Gente como tú no debería vivir, sabes que estoy en lo cierto. – me dijo con un tono de voz muy extraño.
No supe responder, solo quería pensar en lo que me dijo, porque gente como yo no debería vivir, si yo soy una buena persona, hay muchas buenas personas y si ellas no viven en menos de una semana habría mucho caos por donde uno viera. ¿Porque diría algo así?, entonces ella es una mala persona, o quizás yo lo sea, estoy confundido, muchas personas me han tratado como si fuera una mala persona, pero a la vez ha habido varias personas que me han hecho sentir como si fuera uno de ellos. No quiero morir, porque diría eso. No quiero morir. No.
- ¿Qué tenemos aquí? – un doctor se me acercó – ¿hemorragia? Te has portado mal por lo que me han dicho, tienes suerte que el estado se preocupa por ti. Llévenlo al quirófano.
Por un momento en mi cabeza recordé el cielo que solía ver en mi casa por aquella ventana, se parecían mucho a las luces de ese hospital.
Al terminar de recordar miré a mi alrededor y había muchos doctores, no pude contarlos y yo soy muy bueno con las matemáticas, pero en ese momento no supe que hacer. Todos vestían de blanco, pero había uno que estaba vestido de negro. Era un policía.
Yo quise ser policía, porque mamá decía que los policías eran buenos, pero con el tiempo pude comprobar que no todos son buenos, eso quiere decir que mamá se equivocó, era muy difícil que se equivoque, mamá es la única persona que es igual a mí.
Se me quitaron las ganas de ser policía.
Mi cuerpo se entumeció, no sentía nada, veía como los doctores hacían algo con mi cuerpo, pero no sentía ningún tipo de contacto.
Había algo raro en sus ojos de aquel doctor, en la televisión miraba series médicas y veía como los doctores operaban a esas personas inocentes y se veían desesperados y ansiosos por salvarlas, sus ojos irradiaban amor hacia la persona, pero en este doctor irradiaba pereza y desinterés, no era amor. Amor. Sé muy bien lo que es eso. Ahora lo sé.
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ASPIE
RomanceUn aspie lucha contra su transtorno y nos enseña una visión distinta de lo que es el amor o lo más cercano a eso.