PESADILLA RECURRENTE Vegebul [Libro 1]

1.Silencio.

Desperté muy asustada. Al incorporarme, vi que estaba en un lugar que desconocía.
Era una habitación fría y oscura, parecía una prisión donde en cualquier momento iba a aparecer alguien por la puerta con una motosierra y una máscara.
Por algún motivo que desconozco, abrí la puerta y pude salir sin impedimento.
Era una casa abandonada en la que nadie entraría porque no inspiraba confianza. Sin embargo yo estaba ahí y no sabía como llegué, mi mente estaba en blanco. Me alejé corriendo de ese lugar y busqué desesperada un teléfono en los bolsillos de mi abrigo, por suerte lo encontré.

—¿Hola?

—Volvió a pasar, estoy en un lugar desconocido y no se como regresar a casa. ¿Podrías ayudarme una última vez?

—Te dije que no volvieras a llamarme. Es peligroso. Nos arriesgas a todos.

—Lo sé y lo siento. Pero estoy desesperada, no sabía a quien llamar. Solo sácame de aquí y te prometo que eliminaré tu contacto de mi teléfono.

—Está bien. Te ubicaré por GPS, y te diré adonde ir. A partir de ahí estas por tu cuenta.

—Te lo agradezco. Cuídate mucho.

—Tu también hermanita.

Solía tener lagunas mentales, y he aparecido en medio de la nada más de una vez. Mi vida siempre estaba en riesgo, casi todo el tiempo, pero no podía evitarlo. No sabía exactamente que me pasaba, pero sí desde cuándo: la vez que sentí que alguien me acechaba.

Era una noche tranquila, y sin luna, la oscuridad abrazaba cada rincón de la calle. Como de costumbre me dirigía a casa sola y a mitad de la noche, después de un arduo día en trabajo, sólo quería llegar a mi casa y dormir un poco.
Sin embargo ese día me cambiaría para siempre.
No había nadie en las calles, se podía oir el sonido de mis pisadas retumbar a lo lejos. Estaba cerca de la casa, sólo debía atravesar un parque poco iluminado y lleno de árboles para llegar a mi calle. A cualquier cobarde lo aterraría, pero a mí no.

Caminé por la calle, aunque soy muy valiente no me arriesgaría a que alguien tomara ventaja de mí en una lugar solitario y oscuro. Cuando iba por la mitad, oí una respiración tras los árboles, eso me inquietó y apreté el paso. Al llegar al final de ese parque, oí pisadas que no eran las mías. Con horror miré hacia atrás intentando divisar si alguien me seguía, pero no había nadie. Aun así me sentía observada, busqué dentro de mi bolso el teléfono para llamar al caser, y que me esperara en la puerta de mi hogar, pero nadie contestó. Continué corriendo y llegué hiperventilando.

Con el corazón en la boca, entré y puse todas las alarmas. Revisé las cámaras de seguridad del edificio y por fin suspiré tranquila.

—Debió ser mi imaginación. Aún así jamás volveré sola y tan tarde.

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Mi primera historia de terror psicológico, esta es su presentación. Ya saben si les interesa, con sus votos y comentarios harán posible su continuidad.
❤️Gracias por estar ahí.