7. Psicólogo

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Luego de quedar descubierta, ante mí hermana y mí jefe, no me quedó otra que ir con el psicólogo. Dormí una corta siesta cuando salí del trabajo e hice el turno de medio día a regañadientes.
Las pesadillas volvieron esta vez con más fuerza.

En el sueño me encontraba durante la tormenta de la noche anterior y hacía lo mismo que hice la noche anterior. Salir despreocupada debajo del aguacero, pero hubo nuevos detalles que me dieron escalofríos. En lugar de no toparme con nada detrás del árbol donde pensé que había alguien, apareció el sujeto que habíamos hallado muerto en la mañana.

Lo observé bajo el agua y le grité: —¿Quién eres? ¿Y que haces aquí?

—Tú lo sabes.— respondió.

—No tengo idea de lo que hablas ¿Por qué me acechas?

—Yo no te acecho, tú me llamaste ¿no lo recuerdas?

—Claro que no, no te conozco ¿Porqué te llamaría? Ni siquiera sé quién eres.

—Claro que sabes quién soy. ¿Estás jugando preciosa? Traje todo lo que me pediste. Vino y rosas blancas. ¿Vas a invitarme a pasar a tu cuarto o nos quedaremos bajo la lluvia? No me molestaría hacértelo aquí mismo.

—¿Estás loco? No te conozco y si no te vas, usaré mi arma contigo.— amenacé.

El tipo levantó sus manos en señal de rendición.—Tranquila preciosa, yo jamás te haría daño, si es lo que quieres me voy.

Antes de que le pudiera responder, alguien que no logré a ver, salió de detrás del árbol y se lo llevó.
En ese mismo instante cayó el rayo y desperté sobresaltada. —¿Qué se supone que fue todo eso?— miré la hora de mi reloj
— ¡Maldición ya es hora de mi cita con el psicólogo!

Me vestí con lo que tenía a la mano y me fui. Por suerte mi hermana me envió con el psicólogo más cercano a mi casa, sino tal vez habría perdido la cita.

Cuando llegué al consultorio  me recibió una mujer rubia de ojos azules.

—Soy Lazuli, En qué puedo ayudarte?—preguntó con amabilidad.

—Hola. Ehm, mi hermana la señorita Tights Briefs pidió una cita para mi hoy, a las 16hs. Soy Bulma Briefs.

—Llegas 15 minutos tarde. Pero no te preocupes, toma asiento mientras llenas este formulario, solo es una formalidad, le avisaré al doctor que ya estás aquí.

—Muchas gracias.

Esperé sentada por algunos minutos y mientras llenaba el formulario con mis datos personales, lazuli regresó para buscarlo.

—Cuando estés lista, puedes pasar.

—Listo, ya terminé— Le dije mientras extendía la hoja de papel.

La puerta del consultorio se abrió y pude ver a un amable hombre bajito y calvo, invitarme a entrar.

—Adelante, soy Krillin, tú debes ser Bulma, es un placer conocerte.

—Igualmente— susurré, los nervios apenas si me dejaban contestar.

—No estés nerviosa, solo hablaremos un poco, te prometo que no haré preguntas incómodas.

—Eso es un alivio

—Toma asiento ¿Deseas algo de beber?

—No gracias, la verdad es que no deseaba venir, pero mi hermana insistió.

—Te entiendo, por lo general no doy citas si el paciente no está de acuerdo, pero con tu hermana hice una excepción. Es una muy buena amiga mía y me dijo que estaba preocupada por tí. Solo hablaremos de lo que tú quieras hablar, no estoy aquí para juzgarte, sino para ayudarte si es que lo deseas.

—Vaya, me quitaste un peso de encima. Dime algo, ¿Te dijo mi hermana porque estaba preocupada por mi?

—No. Ella solo me pidió que te ayude, no sería profesional de mi parte hablar de alguien que no está presente, eso sería ser chismoso.

Su comentario me hizo gracia. —Para ser doctor eres muy ocurrente.

—Ves te hice reír. ¿estás más tranquila ahora?

—Si, gracias. Entonces ¿qué se supone que haré aquí?— consulté.

—¿Nunca fuiste con un psicólogo?

—Tengo vagos recuerdos de haber ido a uno cuando era niña, tendría unos 5 años. Pero sólo recuerdo jugar con algunas muñecas y hacer dibujos, nada más.

—Descuida, hoy no haremos eso, eres adulta. Sólo hablaremos de aquello que te preocupa, nada mas, será una charla amistosa.

—De acuerdo. Aquí voy: hace varios meses que estoy sufriendo de unas terribles pesadillas que no me dejan descansar. Le comenté a mi hermana que no podía conciliar el sueño y es por eso que está preocupada por mi.

—Bien, tengo entendido que eres oficial de policía. ¿Estás a cargo de algún caso complicado? Tal vez sea eso.

—Si, estoy en el caso de un asesino serial, el de la Rosa blanca. Me involucré cuando asesinaron a alguien en mi edificio. Me indigna no haber oído nada que hubiera evitado la muerte de ese joven.

—Entiendo, te sientes responsable. Pero sabes que no es tu culpa, éste sujeto mata porque es un asesino, no tiene nada que ver contigo.

—Lo sé, pero siento como si el asesino de burlara de mí. Asesinó a alguien a escasos metros de mi casa, y anoche volvió a asesinar a otra persona durante la tormenta, a dos calles de mi casa también.

—Debes entender que no eres responsable de esas muertes. Pero si vuelve a ocurrir tal vez deberías notificar a tu superior para que te reubiquen a un lugar seguro. Las coincidencias no existen.— dijo preocupado.

—Lo sé, pero no quiero perder la oportunidad de atraparlo, si es que anda en mi vecindario, por eso no dije nada.

—¿Pero eso no es todo verdad? Tu hermana mencionó que tienes alucinaciones. ¿Puedes hablarme al respecto? Solo quiero ayudarte.

Me quedé callada por un momento y luego seguí con mi relato.

—Anoche durante la tormenta, sentí que alguien me acechaba. Decidí salir a hablar con la persona que se encontraba detrás de uno de los árboles del parque. Cuando llegué no había nadie, solo logré empaparme y casi sufrir una pulmonía. Le conté a mi hermana y por eso la preocupé.

—¿Pudiste dormir después de eso?

—La verdad no, las pesadillas han vuelto. Supongo que es la falta de sueño, lo que me hace alucinar por momentos, pero quitando eso estoy bien.— respondí mientras una lágrima resbalaba por mi rostro.

—No te sientas avergonzada, estás bajo mucha presión y estrés. No es bueno que sufras si estoy yo para ayudarte. Haremos esto: te recetaré unas pastillas para dormir, y unos ansiolíticos para que te ayuden con tu ansiedad. Descuida además de terapeuta también soy psiquiatra por eso te doy la prescripción de estos medicamentos. Vendrás a verme todas las semanas y conversaremos sobre lo que necesites. Estarás bien, no pierdas las esperanzas.

—Te lo agradezco.

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Un episodio intenso. Denle amor con sus votos y comentarios 💖 y tal vez,🤔 les regale el próximo episodio antes del domingo. Muchas gracias por leer esta historia. Espero que les agraden las próximas actualizaciones. Ya pronto aparecerá Vegeta😍 estén atentas.

PESADILLA RECURRENTE                                 Vegebul [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora