3. Paz.

234 29 1
                                    

«¡Por fin llegó el sábado! Después de tanto padecer al fin dejaría mi casa para pasar 2 días con mi hermana.» pensé mientras bajaba por el ascensor.

Tights llegó en su automóvil, con la música a todo volumen. —¿Que te sucede hermanita?— mi rostro cansado la preocupó.

—Llevo varias semanas sin dormir bien. Espero que esta salida me sirva para descansar un poco.

Bajó del auto para ayudarme a subir mi equipaje.
—Trabajas en exceso. ¿Porqué no te tomas unas vacaciones? Es obvio que te hace falta descanso, te hará bien.

—No puedo tomarme demasiado tiempo para mí. La división de crímenes sin resolver me necesita, hay un asesino aterrorizando la ciudad. No puedo dejar mi trabajo así como así— respondí mientras subíamos al vehículo.

—Debes cuidarte hermanita. No quiero que enfermes por trabajar tanto. ¿Vas a contarme qué es lo que te pasa? Imagino que tu urgencia por salir es para contarme algo.

Mientras conducía aproveché para sincerarme:
—Me conoces bien, llevo varias semanas sin poder dormir con normalidad. Estoy teniendo horribles pesadillas y me asusta dormir. Algo me quita el sueño, pero no sé que es.

—¿Ya viste a algún médico? Tal vez necesites ayuda profesional para conciliar el sueño, es necesario que descanses bien.

—Lo pensé, pero prefiero alejarme un poco de todo, y encontrar algo de paz. Si no funciona iré a alguna clínica para tratarme.

—Buena decisión, por cierto ¿Recuerdas que es lo que te asusta de tus pesadillas?

—Sí. Desde hace semanas me acecha un ser misterioso, creo que es un hombre. Siempre está a punto de decirme algo, pero la situación me asusta tanto, que despierto antes de que el sueño termine. Es algo tonto pero no se lo deseo a nadie.

—Todos tenemos temores, es  parte de ser humanos. No te preocupes, tal vez estos días lejos de todo te permitan descansar. Pero, si al regresar vuelven las pesadillas, ambas iremos a ver un médico, encontraremos la solución.

—Gracias por apoyarme. Sabía que podía contar contigo.

Luego de algunas horas llegamos a un pequeño poblado cerca de las montañas, mi hermana compró suficiente alimento para 10 personas. Luego nos dirigimos hasta la cabaña de nuestros padres que quedaba más alejada del pueblo. Ellos siempre estaban de viaje y tenían esa cabaña para ir cuando querían cambiar de ambiente.

Al llegar todo estaba igual a como lo recordaba, hacia mucho que no venía a este lugar, pero el tiempo parecía no haber pasado.
Nos instalamos, fuimos hasta un arroyo cercano a la cabaña y reímos como cuando eramos niñas.

—¡Cuánto extrañaba esto! Me hacía falta pasar tiempo juntas. Creo que me dejé absorber por el trabajo.— expresé con tristeza.

—Debemos prometer que al menos una vez al año, nos escaparemos y vendremos aquí a pasar tiempo juntas.

—¡Tienes razón! Una vez al año sin importar lo que estemos haciendo, tendremos mini vacaciones solo nosotras 2. Estoy ansiosa de poder dormir, temo volverme loca si sigo con insomnio.

—Vinimos aquí a disfrutar. Me encargaré de cuidarte para que puedas dormir estas noches. Cuando terminemos de almorzar, vayamos a explorar el bosque como hacíamos de niñas.

—¡Me parece una excelente idea! Pero no vayamos lejos porque de verdad estoy cansada.

—No te preocupes, iremos aquí cerca y volveremos temprano así duermes. Palabra de hermana mayor.

Salimos a dar unas vueltas por el bosque pero el cansancio me jugó una mala pasada, y tuvimos que volver a la cabaña.
Me di un baño rápido y fui a dormir, no sin antes pedirle a Tights que no me dejara sola mientras dormía. Me prometió que velaría mi sueño y por fin cerré los ojos. El sueño me ganó y
por primera vez en semanas pude descansar sin sobresaltos.

 El sueño me ganó ypor primera vez en semanas pude descansar sin sobresaltos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
PESADILLA RECURRENTE                                 Vegebul [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora