¡Hola amantes de nuestro profesorcito Membrana!
Aquí conocerás a nuestro querido profesor, te enamoras de él y ya, ¡Así de simple! PERO esto ocurre después de los sucesos del Florpus, te conviertes en maestra interina de Dib, te llevas bien con él y...
Unas horas después, terminó el día de eskuela, el día de mañana sería el último día de labores escolares y entrar a vacaciones navideñas... ¿Quién diría que ya tan rápido es diciembre?, no sé, pero la escritora hace saltos de tiempo innecesarios a lo tonto y sin cuidado...
Que importa. Estuviste guardando tus cosas en tu auto, cuando terminaste de hacerlo entraste rápido, tenías frío, querías regresar a tu hogar lo más rápido posible antes de que comenzara nevar o algo peor. Estuviste a punto de encender tu carro, pero tocaron la ventana que estaba cerrada haciendo que llamaran tu atención, volteaste quién era y viste que eran Dib y Gaz, abriste la ventana y hablaste.
-Hola niños, ¿Quieren que los lleve a su casa?- Dib respondió.
-De hecho señorita ____________. Queríamos decirle que la invitamos a la cena de navidad en nuestra casa, bueno si es que no puede ir lo entendemos, además suponemos que estará con su familia.-
-¡Ah! No se preocupen, además hace unas horas su padre acabó de invitarme.- Sonreíste tranquila, tu corazón palpitaba al recordar la voz del profesor. Luego Gazlene atónita con los ojos muy abiertos exclamó.
-¡¿Qué?!, es decir, genial la cena es a las 7.-
-Así que nos vemos mamá.- Antes te incomodaba un poco el hecho de que te llamaran "Mamá", pero al ser docente entendías que el papel de un maestro es también ser el segundo padre o madre de un grupo va más allá de la responsabilidad, sino también como un apoyo para los alumnos.
Pero al saber quién es el padre de los pequeños, puedes sentir un pequeño escalofrío y la adrenalina en tu cuerpo cada vez que te llamaban así. Bueno, los niños estaban por irse, pero les hablaste y ellos voltearon a verte.
-Niños... Suban, no querrán llegar a su hogar con frío ¿O sí?- Abriste la puerta para pasajeros y los pequeños subieron a tu auto sin dudar, te dijeron la dirección de la residencia Membrana y los llevaste.
Más tarde, finalmente llegaste al hogar de los Membrana, Dib y Gaz bajaron de tu auto, te agradecieron y se despidieron de ti, miraste su casa, te sorprendiste al verla, la casa era muy diferente a las demás del vecindario, bueno, en realidad todas eran diferentes, pero esta destacaba más a diferencia de las demás porque era un poco más grande y la arquitectura era llamativa.
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[Ahora imaginen que el lugar está nevado y medio destruido por las consecuencias del Florpus]
Estabas tan asombrada, que abriste una ventana y asomaste la cabeza, por un momento pensaste en bajar a saludar y quedarte un rato, no importaba si te llenarías de nervios al volver a ver al Profesor, pero pensaste nuevamente en que no querías ser una molestia para él sumando que tu admiración hacia la residencia fue interrumpido al sentir un copo de nieve caer sobre tu nariz. Comenzó a nevar y por más que no querías, tuviste que volver a casa.
