"Si en Navidad cantamos villancicos, quiero cantarlos contigo a mí lado."
La navidad es considerada por muchos la mejor época del año, porque logramos sacar el lado más dulce que posee cada ser humano. ¿Te gustaría leer las diferentes historias crea...
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Desvié la mirada del televisor frente a mí para posar mis ojos en la puerta de entrada una vez más. Nada, eran ya las ocho y media de la noche y nada.
Gruñí tomando mi celular y accediendo al marcado rápido en el número 1. Uno, dos, tres, cuatro... seis tonos y la llamada pasa a buzón de voz... otra vez. Las cajas que con tanta emoción había sacado esta tarde estaban en el suelo, esperando a ser abiertas... Y nada.
No lo entendía, era nuestra primera Navidad viviendo juntos, Hoseok nunca llegaba tarde... Y si lo hacía al menos se aseguraba de llamar o responder mis llamadas para explicarme el motivo de su tardanza. Él salía a las siete de la academia y tardaba, por lo general, media hora en llegar a casa. Este control me había servido para hacerle esperar un plato de comida caliente, no recalentada, sobre la mesa cuando él llegara... pero hoy, justo hoy... no llegaba y no contestaba el puto celular.
—Tranquilo Taehyung —me dije negando— es una coincidencia... sólo una coincidencia.
Sí, sólo una puta coincidencia que justo el día en el que ves a Hyuna salir de la academia de baile, Hoseok no dé señales de vida.
Ugh... estúpida conciencia. Puede, fácilmente, ser una mera coincidencia... Aunque si le damos una hojeada a su historial personal...
—¡HIJO DE PUTA!
—Wao. ¿A quién insultamos?
Giré la cabeza hacia la puerta tan rápido que el cuello me tronó de manera extra dolorosa. Ahí estaba el señor, el cabello mojado. ¿Por qué mierda su cabello estaba mojado?, ropa limpia, expresión petulante y sonrisa perfecta.
—Llegas tarde —acusé sin ponerme de pie para saludarlo como hacía cada noche.
—Sí, se me presentó un problema —respondió sonriendo tímidamente y caminando hacia la cocina—. ¿Hay cena?
—Está en el microondas —ladré sin moverme un ápice de mi lugar.
—¿Está todo bien?
—¿Qué problema tenías? —pregunté caminando a la cocina rápidamente.
—Ah, uno pequeño, ya no importa, lo arreglé —busqué su mirada, pero él la esquivó. Sentí mi corazón oprimirse, aún así, me obligué a darle el beneficio de la duda. Aunque me conocía esa expresión de memoria... se sentía culpable.
—¿Por qué tu cabello está mojado?
—...
—Hoseok.
—Tomé una ducha en la academia Taehyung, ¿feliz?
—No.
—¿Y ahora por qué? ¿Qué hice para que su majestad se sintiera incómodo, eh? —su actitud de repente agresiva y desafiante me puso los pelos de punta, tener este tipo de relación no era algo que yo quería nuevamente.
