"Puedes mantenerme dentro de una fotografía: donde nuestros ojos brillan, y los recuerdos como la felicidad se mantienen intactos. Recuerda pedir un deseo a la luna. Mantenerme con vida en un pedazo de papel. Si te sientes solo, está bien, claro que lo está cariño. Pero bebé... nunca estarás solo."
24 de diciembre... Una hoja gastada de papel se encontraba entre las manos de Taehyung. Parecía que en ese momento quebraría. Las lágrimas cayendo de sus mejillas terminaban por gotear aquella hoja algo vieja, pero significativa.
Llevó la cosa más valiosa que le quedaba hasta su pecho; justo sobre su corazón. Donde debería llevar ahora grabada la ausencia de su querido Jung Hoseok.
Aún dentro del sobre, se encontraba un último recuerdo que terminaría por destruirlo: una fotografía. Tae sonreía hacia Hoseok sosteniendo su sombrero que la brisa del océano le intentaba volar. Hoseok sostenía su cintura haciéndole levantar un poco de puntas sobre sus pies descalzos, y el vuelo de sus ropas sonreían a la cálida luz de aquel amanecer.
Esa misma había sido su primera foto como pareja, a Hoseok le disgustaban las fotos, aunque aceptó la propuesta de su novio para tomar una en su Luna de Miel. Acompañados de aquella cálida luz, y el oleaje armónico del mar. Sonreían el uno al otro, y cualquiera que viese aquella fotografía, no tendría duda alguna del amor profundo y sincero entre los enamorados.
Y así era: Hoseok amaba como un desquiciado a Tae. Todo de ese chico lo asesinaba con cariño. La dulzura que cargaban sus besos; iguales al café que tomaban juntos en la terraza. Sus pucheros. Sus brazos. Su voz. Sus gestos. Su cuerpo. Tae; a los ojos de Hoseok, era el crepúsculo, la oscuridad y el brillo en la misma. Un principio y un final. Dolor y calma. Su eternidad.
Sobre el pedazos de madera con oyín, su hogar resultaba vacío. No había mueble con vida, sólo cenizas y un terrible recuerdo quemando el corazón de Tae. Hoseok se había llevado todo consigo.
Contra su voluntad Tae imaginaba una y otra vez los gritos de su novio, la tortura y el ahogo que debió sentir. Lo veía indefenso en sus pesadillas. El fuego que creció en aquel incendio se llevó entre sus llamas la vida de Hoseok.
El tiempo se encogía a su alrededor. Dolía a veces, pero calmaba el recuerdo de su preciosa sonrisa, ese beso a los trece años y los que sucedieron después por muchos más, el anillo adornando su mano, y la esperanza de volver a sentir los brazos de su enamorado acariciando su cuerpo.
Llevó las yemas de sus dedos hacia las cenizas bajo las palmas de sus manos, sintió recobrarse cuando cerró los ojos imaginando un espacio especial para el. "Recuerda pedir un deseo a la luna". La puerta de su apartamento abrió; al igual que sus ojos de golpe. Y sonrió a su esposo, después de tres años desde aquella noche, donde perdió a su alma gemela.
El sol entraba tras su silueta parada en el marco de la puerta de su hogar. Un hogar que sólo existía para ese par de amantes. Para alguien más serían restos de cenizas y recuerdos perdidos.
Su Hoseok seguía joven, como su corazón lo atesoró. Conservaba esa sonrisa que lo enamoró en su adolescencia y durante muchos años más.
—Hoseok... —dijo él.
—Regresé a casa —respondió.El chico se levantó, corrió y le abrazó.
—Soy tan feliz... Hoseok... Regresaste a casa...
En el amor de ambos, ellos seguían juntos. Ni el incendio más brutal lograría separar sus almas.
Porque eso solo pasaba cada 24 de diciembre antes de la media noche, donde nuestros enamorados podían reunirse para poder estar juntos una noche más... Donde podían demostrarse cuando se aman sin importar cuanto tiempo pase. Ellos esperaran cada 24 de diciembre para poder volver a reunirse, pase lo que pase...
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THE BEST GIFT : CHRISTMAS SPECIAL.
Fanfic"Si en Navidad cantamos villancicos, quiero cantarlos contigo a mí lado." La navidad es considerada por muchos la mejor época del año, porque logramos sacar el lado más dulce que posee cada ser humano. ¿Te gustaría leer las diferentes historias crea...