Ja, es un idiota de verdad si piensa que me voy a alejar de el. Le amo, es la verdad, y si no le amara, me iría, pero le amo, y por eso tengo una maldición. Soy un imán para atraer a la gente que sufre, a la gente que de verdad necesita a alguien, no me siento mal, pero a veces me pregunto. Por qué yo? Aunque miró sus ojos llenos de ansiedad, frustración, tristeza y miedo, y todo se aclara ante mi. El no es príncipe azul, es diferente. Es mi príncipe negro.
-Draco, no digas estupideces... Digo acariciando su cabellera lacia y rubia.
-No _____!
Me empuja alejándome de el. Ahora se a enojado?
-Me tienes que prometer que te vas a ir de mi! Y no me vas a volver a hablar!
-No te lo voy a prometer! Grito.
-Si! Me lo has de prometer, sufriras tu! Me quieres ver llorar?
-Que? No, claro que no!
-Pues si tú lloras yo también! Y lo sabes! Se dirige a la puerta, pero yo le agarró del brazo.
-Draco, mira, si tienes que afrontar algo, lo afrontamos juntos, si no me sentiré culpable.
-Callate, no sabes lo que dices, suéltame!
-¡¡Draco!!
-Vete, ______!!
Su mano impacta contra mi mejilla, y está me tira al piso.
-Draco! Sollozo, por qué me hacen esto las personas a las que amo.
Draco me mira como si fuera un monstruo. Y se va corriendo.
-Draco...
Me quedo sentada débil en el piso. Este chico me a obligado a recoger los pedacitos rotos de mi corazón.
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