Capítulo 3

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Cuando Tsunade abrió los ojos algunos minutos después, Naruto ya no estaba cerca. La mujer miró a su alrededor algo confundida, solo sus propias prendas y las cosas tiradas en el desborde de los "hechos" estaban por el suelo. Naruto evidentemente se había vestido y ya no estaba en la oficina. Tsunade con lentitud y mucho esfuerzo comenzó a juntar sus prendas como pudo, partiendo con dificultad fue hacia el baño. Se metió bajo la ducha al instante. Era una costumbre darse un baño antes de salir hacia su residencia. Shizune solía venir más o menos a esas horas para acompañarla. Tsunade pensó que solo debía disimular el descontrol de su escritorio con una supuesta borrachera y asunto arreglado.

Pero ese optimismo sobre ocultar sus culpas duró muy poco en la mente de Godaime…

¿Qué demonios había hecho? Había tenido sexo con un muchacho ¡Y para colmo era Naruto! ¿Qué hice Jirayja? Se dijo acumulando su angustia ¿Qué me paso? Se preguntaba mientras el agua caía como bendición en su voluptuoso cuerpo. Podía oír a pesar de la ducha funcionando, a Shizune en la oficina de al lado arreglando el desastre que ella había causado. Tsunade se sentía sucia, asquerosa. Como si hubiera abusado de una criatura inocente. El sake jamás había cobrado una cuota tan nefasta luego de una borrachera. Jamás Tsunade Senju había causado tal estropicio por los efectos del alcohol. ¡Una situación irreparable! ¡Qué gran estupidez había cometido!

Pero por otro lado, tenía que admitir que había gozado como una loca. Ese muchacho era un arma mortal ¡Y que manos! Se decía la mujer mientras seguía duchándose. Parecían tener mente propia por como la había tocado. Parecían tener un Genjutsu de seducción aplicando como crema solar por cada zona de su cuerpo femenino. Naruto era muy joven para ella, eso lo podía entender bien. Pero hablando estrictamente de lo sexual, ese muchacho había actuado como un verdadero hombre de experiencia. Supo tocarla, y tener la paciencia para esperar los tiempos húmedos de una mujer madura. Tsunade no tenía las características físicas de una jovencita. Su aspecto podía engañar, pero su entrada en calor como amante, era el típico de una kunoichi entrada en años. Aun así, Naruto Uzumaki la había llevado a la locura. Pero hundida en esos sucios pensamientos, la Hokage tuvo la necesidad de reprimirse porque ella no debía pensar así. Debió ser la voz de la razón en aquella oficina. Debió ser quien detuviera todo. Nunca debía permitir bajar al nivel de una mujer sedienta de amor. Nunca debió dejar que los retrasos de su cuerpo tomaran el control jugando a favor del desesperado y deseoso libido de Uzumaki Naruto. Debía detenerlo incluso ahora mismo, en su pensamiento. Debía….

De pronto, Tsunade sintió alguien detrás suyo. Aun en el interior de su baño personal. Aun dentro de la ducha envuelta en la cortina:

-¿Qué demonios…tu? ¡¿Qué haces?! ¡NO!

-Tranquila, - le sonrío el joven- le dije a Shizune Neechan que yo te llevaría a tu casa. Luego cerré todo y ordené la oficina, nadie vendrá a molestar a esta hora.

-¡Lárgate! –Amenazó Tsunade nerviosa- esto nunca debió suceder. Estábamos ebrios, aun estas ebrio y no debemos…

-¡No! –Contestó irritado Naruto y le detuvo el parlamento- Hoy no serás la Hokage para mi… –Advirtió abrazándola de frente- no permitiré que me alejes por tonterías.

-No por favor –suspirando- no más, es…un error.

-El mejor error de mi vida Tsunade –ronroneó el rubio mientras hundía su boca en el cuello de la mujer y usaba una mano libre para meter dos dedos en el interior vulnerable de ella.

Tsunade intento resistir. Lo golpeaba como podía, pero el espacio escaso le impedía usar a pleno su fuerza. ¡Esto no podía suceder nuevamente! ¡ERA UN ERROR! ¡UNA PESADILLA! El sin embargo no se detuvo. Logró arrinconarla contra los azulejos de la pared y buscaba ansioso sus labios. Ella continúo defendiéndose pero perdía fuerza y convicción a cada segundo.

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