Capítulo 4

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Algunas horas después, y luego de haber otorgado misión a 4 equipos. Llego a la oficina de Tsunade el quinto de ellos. El equipo "Kakashi" desde el fin de la guerra, estaba compuesto por Sai, Sasuke, Sakura y el mismo ninja copia. Desde que se supo del compromiso de Sakura con el último Uchiha que Naruto ya no formaba parte de ningún equipo. Su categoría lo ponía como el mejor elemento y siempre actuaba en soledad.

Kakashi, en los meses pasados, compartió un par de entrenamiento con el rubio. Pero jamás le menciono el tema obvio que lo alejaba y deprimía. Sasuke no volvió a hablar con Naruto. Porque comprendió que un par de palabras no cambiaría el hecho de que Naruto, lo considerada un "enemigo" por haberle arrebatado a Sakura. Sai, manteniéndolo en secreto del resto, era quien lo frecuentaba más seguido. Era con el único con quien Naruto había hablado y llorado por su amor perdido. Sakura en tanto, continuaba en su mundo particular. Estaba triste y preocupada por la lejanía de Naruto. La noche que debía verlo en la plaza, recibió la propuesta de matrimonio por parte de Sasuke. Su mente olvido cualquier otra cosa y con esto, destrozó un corazón que latía por ella desde siempre. Extrañaba sus risas y su "amistad". Sasuke no era el mejor en comprenderla y mimarla. Lo que acentuaba más el espacio vació dejado por Naruto. Por ello cuando Tsunade les hubo dado misión, Sakura les dijo a sus compañeros que los alcanzaría en un momento. Debía hablar con su maestra:

-Tsunade-sama, ¿Ha visto a Naruto últimamente?

-Lo he visto si, -fingiendo distracción- realiza muchas misiones y lo veo con frecuencia.

-Estoy preocupada por el…- dijo triste- hace meses que no me habla y eso no es normal.

-Tal vez estuvo ocupado, supongo que es por eso.

-Pero ni siquiera lo veo en el hospital –continuo Sakura- Ino me dijo que lo ha curado varias veces y yo nunca lo veo.

Algo comenzó a agitarse en el interior de Tsunade. Era temor, la noche anterior había encontrado un nuevo motivo para sonreír. Y ahora venía esta niña. Sakura Haruno, la única mujer que podía quitarle esa felicidad; y comienza a preguntar por Naruto. Eso estaba mal, eso no podía ser.

¿Celos? ¿Rival de una niñata? Era increíble.

-Sakura tienes una misión que cumplir, -tratando de mantener la calma- haz tu trabajo y ya. Si Naruto no se acerca a ti, debe ser porque tiene sus razones.

-¿Qué quiere decir con eso? –Histérica- siempre hemos sido amigos y…

-¡Ya basta!-bramo la líder dejándose traicionar por sus nervios-¡Si no sabes lo que pasa por ti misma, de nada vale que alguien más te lo diga!

Sakura salió acobardada, no comprendía el enojo de su maestra. Pero extrañaba a Naruto y solo una persona le diría que estaba ocurriendo. Una que nunca le mentiría, Ino.

Detrás del escritorio en tanto, Tsunade estaba furiosa. ¿Qué derecho tenia Sakura de acordarse ahora de Naruto? No podía ser, simplemente había elegido y ahora no había marcha atrás. ¿O si la había? ¿Qué pasaría si…ella se da cuenta…?

-¡No, simplemente no puede ser!- se reprochó mentalmente la líder- ¿Cómo es posible que yo….Tsunade Senju, una mujer hecha y derecha, este metida en este lío?

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Unas semanas después, dos equipos realizando misión pidieron refuerzos. La Hokage envió a Naruto por ellos y el rubio usó la invocación de los sapos para llegar rápidamente. El resultado fue el de siempre. Sin bajas, misión cumplida, y Naruto a salvo. Pero al hospital fueron a parar varios de los rescatados. Naruto llegó cargando con sus clones a tres de ellos. Ino y Shizune se abalanzaron sobre los más graves. Pero Sakura que quería acercarse a Naruto, notó primero que nada una herida profunda en el vientre del rubio Shinobi e intento atenderlo.

Compartiendo La Soledad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora