Capítulo 1

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En el hospital de Konoha, Ino Yamanaka se colocó su chaqueta de trabajo y anudó firme su cabello rubio para que no interrumpiera su visión. Su turno había comenzado hace 15 minutos, y al salir al pasillo lo vio venir. Alto y fuerte, cuerpo marcado, cabellos dorados y mirada de profundo azul.

La rubia suspiro resignada, su plan de juntar a sus amigos había fracasado. Naruto se acercó a la Kunoichi y ella le hizo un gesto para que ingresara a su oficina. Naruto se sentó en la camilla y se quitó su chaqueta y remera. Los vendajes en su cuerpo estaban manchados de sangre seca. Ino fue por las vendas y el alcohol colocándolas en la misma camilla junto al Shinobi sentado.

Comenzó a quitar los viejos vendajes y a limpiar con el algodón comprobando con satisfacción la recuperación del paciente. Suspiró y volvió a suspirar al rato, intentando lograr que Naruto se preocupara y le preguntara si estaba bien. Pero el Uzumaki miraba al frente perdido en su silencio, sin importarle en lo más mínimo lo que ocurriera a su alrededor. Ino lo había atendido el día anterior, le había indicado que por la "mañana", ella misma lo atendería para cambiarle sus vendas. Luego intercambio su turno por el de Sakura propiciando que la pelirosa se lo encontrara en la mañana. Pero el Shinobi parecía haber olfateado a Sakura ya que recién se presentó en la tarde. Hacía dos meses que Naruto la evitaba, aparecía en los turnos de hospital donde ella no estaba. Nunca se lo podía ubicar por mucho que se lo buscara por Konoha. Sakura le había implorado a Ino para que la rubia lograra "encontrarlos". Pero Naruto parecía dispuesto a evitarla el resto de su vida.

-Buenas noticias –señaló seria- estas completamente recuperado. No necesitas mas vendas.

Naruto solo asintió seriamente, y comenzó a vestirse. Ino guardó sus cosas ordenadamente y le siguió la charla:

-¿Ahora tampoco me hablaras a mi?

-¿Qué quieres Ino? –preguntó desganado

-Te dije que vinieras en la mañana –Dijo ofuscada- ¿Qué te ocurrió?

-Me encontré con Shikamaru,- serio- el me dijo que desayunaría con su novia porque ella recién trabajaría en el hospital en la tarde.

Ino apretó los dientes furiosa, el idiota de Shikamaru le había arruinado su plan.

-De cualquier forma, -susurró Naruto poniéndose la chaqueta- esta es….la última vez que me curas. Así que no hay problema.

-¿Por qué…..la ultima vez?

Naruto lo pensó un momento, como masticando lo que diría con calma, y finalmente anuncio:

-Me agradas… -serio- pero eres demasiado amiga de Sakura. A pesar que conoces las razones de por qué la evito. Intentaste engañarme, para que me la encuentre.

-Ella está muy triste porque no te ve,- apenada- pensé que charlando ustedes dos podrían….

-¿Podríamos? –Sorprendido- hace dos meses podríamos haber hecho muchas cosas- admitió el rubio- pero Sakura decidió comprometerse con Sasuke. Por lo tanto, me perdió a mí.

-Se que te duele, -poniendo una mano en el hombro de Naruto- pero aun pueden ser amigos y….

-Seguro es lo que ella quiere ¿verdad?- dijo ofuscado- el amigo tonto que siempre está a su capricho, y también al niño bonito para casarse. ¡No!, debe aprender a aceptar lo malo con lo bueno. Naruto Uzumaki solo le servía como paño de lágrimas. Pero el demonio no merece amor, no merece que ella lo elija.

Ino lo comprendió, era imposible no notar que el rubio se estaba muriendo hace meses por lo ocurrido. Era imposible recriminarle nada, simplemente no había vuelta atrás.

-Si te hace sentir mejor, -susurro apenada- creo…. que ella se equivocó.

-Ahora ya no importa –soltándose y abriendo la puerta- si por alguna razón no te veo nuevamente, que seas muy feliz. –salió por la puerta.

El rubio se fue por el pasillo, Ino lo había visto casi todos los días desde hacía dos meses. En el hospital, atendiendo sus heridas, o en la florería Yamanaka, donde Naruto compraba una flor todos los días inexplicablemente. Nunca más se vio a Naruto sonreír, nunca se lo vio llorar. El próximo Hokage no se arrastró tras su adorada pelirosa. No se lío a golpes con Uchiha por habérsela arrebatado. Simplemente se limitó a evitarla a cualquier costo. Ino muchas veces lo atendió por heridas graves, algunas de ellas ocurridas varias horas antes. Naruto se aguantaba el dolor y solo se acercaba al hospital cuando Sakura lo abandonaba.

La lluvia en la tarde-noche era moneda corriente en esos días de la hoja. Naruto camino sin importarle que se mojara, paso por la florería Yamanaka y compró una flor como todos los días. Seguidamente se dirigió a la plaza central de la villa. Casi a las 20 horas llegó, y el rubio se sentó en el banco de siempre. Era el día final de la última promesa:

Flash back: hace dos meses

-Te esperare en la plaza a las 20, tengo que decirte algo muy importante.

-tal vez me retrase por mi turno en el hospital –sonrío la pelirosa

-No te preocupes te esperaré – sonriendo- te esperaría hasta dos meses en esa plaza, es una promesa.

Fin del flash back:

Naruto, sentado bajo la lluvia solo podía pensar en una mujer. Extrañamente hacia varios días que no era Sakura. Pensar en la pelirosa era como una costumbre, por lo tanto ya no le reportaba ningún sentimiento. ¿La amaba?, seguramente. Un amor de tantos años no se borra con el codo. Pero Naruto tenía alguien más en mente. Una mujer nunca vista como tal. Una mujer que conoció cuando él era niño y que con el paso del tiempo dejo el mote de "abuela". Solo quedo el "vieja" para cabrearla y últimamente solo su nombre.

Lady-Tsunade se había constituido en la única persona que realmente se había preocupado por él. Podía verla, con los ojos del zorro demonio, parada frente al ventanal de su oficina en la torre Hokage, observándolo. Había compartido bebidas con ella, había hablado con ella. Y por fin se había dado cuenta que esa mujer compartía la soledad del amor perdido exactamente como él.

Algo extraño de pensar en su última noche, porque Naruto Uzumaki, el vencedor de la guerra contra Madara, había decidido acabar con su miserable vida al finalizar su última espera bajo la lluvia, en ese banco de la plaza olvidada.

Compartiendo La Soledad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora