Capítulo 7

3.3K 211 37
                                    

Luego de dejar a Anko Mitarashi con ganas de matarlo y amarlo en un solo combo. Naruto caminó sonriente, para pronto se cruzarse con Konohamaru y su equipo. Moegui casi se derritió al verlo pero Naruto aun siendo cortés, mantuvo la distancia. Era cierto que las seducía a todas. Pero no se metía con las chicas que tenían "algo" con sus amigos. Si bien Konohamaru no lo demostraba, era obvio que sentía cosas por su compañera. Rato después el líder pasó por el hospital. Le debía una visita a Kiba que descansaba las heridas de una misión. Se cruzó por el camino con Sakura y su "clase" (unas 15 kunoichi) y arrancó suspiros de todas. La pelirosa se enfureció con el alumnado y les agregó trabajo extra. Rato después, ya en la habitación del Inuzuka, Naruto y el castaño charlaron animadamente:

-Y bien Kiba, -suspiró Naruto- ¿Cuándo se lo dirás?

-¿Qué quieres decir? –pregunto nervioso.

-Hinata Hyuuga, -señaló el rubio- ya sabes… mirada de perrito, pechos enormes, y un cuerpazo de….

-¡Ey ey ey! –Gritó ofuscado Kiba interrumpiéndole- ¡No te atrevas a tocarla, pervertido!

-Sería tan fácil –admitió soñador el rubio burlándose- pero soy tu amigo… -sonrió apenas para liberar la tensión- sé que la amas.

Ambos intercambiaron sonrisas. Y acto seguido, palabra por palabra, planearon como el Inuzuka se le declararía a su compañera. Sakura se quedó escuchándolos desde el pasillo y sonrió pensando que Naruto tal volvería con el tiempo a ser lo que fue. Ella aún continuaba intentando acercarse al Hokage. No podía evitarlo, sentía algo fuerte por él. Continúo distraída en sus pensamientos y el rubio salió al pasillo sorprendiéndola espiando.

Sin decir nada Naruto sonrió apenas, y se fue caminando dejándola avergonzada. Ella comenzó a seguirlo y agarrándolo de un brazo lo metió a la fuerza en su oficina. Naruto fue impulsado por la potencia de la chica y se agarró del escritorio para no caer. Recuperó el equilibrio apenas el rubio Shinobi, girando a continuación para verla. Ella cerró con llave y se la guardó en su chaqueta blanca de trabajo. Esa conversación debió suceder hace mucho tiempo. Sakura finalmente estaba cansada de ser sutil.

-Vaya vaya Haruno-san... -dijo meloso el hombre- ¿me toca el examen médico anual? Debería haber sido informado en mi oficina.

Sakura usualmente se hubiese enfurecido. Pero su postura y gestos estaban lejos del combate rabioso. Tenía mucha decepción, mucho dolor por la forma en que su ex compañero la nombraba. Era como si la mera forma de enunciarla fuera la marca indeleble de la separación.

-Quiero que dejes de decirme "Haruno-san" –señalo seria- me lastimas. Onegai Naruto….

El Hokage finalmente se puso serio. Últimamente le divertía mucho cabrear a Sakura como en los viejos tiempos. Pero esto era diferente. Ella no había respondido con enojo, sino con una gran carga de frustración.

-De acuerdo Sakura –señalo pensativo- ¿Eso es todo?

-Tenemos que arreglar nuestros asuntos de una vez por todas. Esta noche quiero cenar contigo y que hablemos. Como ex-compañeros, como amigos, o como lo que tú quieras.

Naruto colocó sus manos detrás de la cintura. Sakura era una mujer diferente para él. Sabía que no podía "arriesgarse" con ella. No podía arriesgar a caer otra vez en sus redes. Había sido demasiado la primera vez, casi de muerte.

-No siento tener nada de qué hablar… –dijo como bomba- Además, tengo un compromiso que…

-¿Con quién? –Dijo nerviosa la mujer- ¿Qué tengo que hacer para que me des una oportunidad?

-(¿una oportunidad? – Pensó Naruto- me arrastraba a sus pies y me pateó como alfombra. ¿Una oportunidad? – se dijo venenoso el rubio- solo a mi modo)

Compartiendo La Soledad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora