¿Me convertí en la comida?

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La noche había caído en la granja, como si fuera un sueño, las estrellas estaban presentes en la solitaria y peligrosa noche. Nuestra protagonista se encontraba apoyada en el hombro de cierta chica castaña de ojos grises, que siempre vestía una linda bufanda de color rojo.

-vamos intenta tocarla una vez más-pedía Clementine, zarandeando a la seria castaña-por favor-exigía formando un puchero en su boca.

-no, esa cosa es del demonio-refutó Mari, un poco molesta por las incistencias de aquella morena.

-y lo seguiré diciendo, cuando volvamos me aseguraré de que Clem llevé consigo una vaca enorme-alardeó Violet, con postura orgullosa por habérsele ocurrido aquella magbífica idea.

-¿a si?-interrumpió Ruby con postura incrédula-¿y de dónde vas a sacar una vaca?-preguntó con sarcasmo. La sonrisa de Vi se borró en ese instante.

-bueno...¡ya veré como le hago yo!-exclamó avergonzada por no haber pensado en ese pequeño detalle.

-¿del demonio?-bromeó en respuesta Clem, le hacía gracia ver a aquella chica tan valiente, temerle a tan indefenso animal-es sólo un animal, no te va a pasar nada.

-¡la cena está lista!-se escuchó de fondo el avisó Brenda desde la cabaña en el centro de la lechería. Salvando a Mari de una incómoda y aterrorizante situación, como ella lo veía.

-mira es hora de comer Clem-cambió de tema Mari, de forma rápida y concisa.

-pero ni siquiera tocaste a la vaca-reclamó la pequeña, algo decepcionada por no haber podido ayudar a su nieva amiga con sus traumas o miedos.

-claro que la toqué, sólo que fue una vez y muy rápido-contradijo la ojigris, tomando de la mano a la menor y obligándole a caminar.

-que escusa más barata-se burló Louis, rodando los ojos con burla.

-bueno al menos da mejores excusas que las tuyas-respondió tajante Violet, logrando enfadar a Louis, chico que ya se estaba cansando de ser siempre la causa de las risas.

-¡oye!-se quejó algo herido el chico, o al menos lo fingía muy bien.

Una vez que todos estuvieron en el comedor, bueno casi todos ya que Lee faltaba en la mesa, supuestamente había ido a lavarse las manos. Una excusa muy pobre si consideramos que había estado comiendo con las manos sucias por lo menos los últimos meses.

-espero que les guste, deben de estar muy hambrientos-decía Brenda la madre de los hermanos John-¡anden coman lo que quieran!-exclamó con tono alegre, alentando al cansado y hambriento grupo a probar bocado.

-Es una señora muy amable-comentó AJ con una sonrisa, le parecía bueno que hubiera gente que no fuera un monstruo como la futura Lily o Abel.

-si bastante al parecer-respondió Assaim con una ligera sonrisa en el rostro.

Todos estaban comiendo, excepto Mari quien por alguna razón ahora mismo no tenía hambre, observó como Clem comenzaba a partir su plato de carne y justo cuando se lo iba a comer. Entró Lee como alma que lleva al diablo, sudando y temblando.

-¡Clementine escúpelo!-gritó Lee, aunque no logró su cometido, del susto Clem se tragó el pedazo de carne y con una mueca confundida al igual que todos los presentes observó a Lee.

-¿Lee?-interrogó Mari, consternada por el actuar del moreno.

-¿y a este que le pasa?-preguntó al aire Louis, no entendía el motivo por el cual, Lee no dejaba que el hambre que sentía la pequeña de cabellos revoltosos, fuera reemplazada por la sensación de un estómago lleno.

-¡nadie coma! ¡es carne humana!-gritaba Lee, logrando que todo el grupo dejase de comer.

-¿querido estás bien?-interrogó Brenda, algo nerviosa, tratando de ocultar los nervios por preocupación.

-¿Lee que sucede?-demandó saber Lily,  molesta por el actuar de él, no entendía que sucedía y eso le molestaba.

-lo mismo quiero saber-comentaron todos curiosos, no era como si no supieran el cómo se comportaba Lee.

Ellos le amputaron las piernas a Mark!-gritó Lee entrando en pánico-¡se están comiendo sus piernas!-volvió a exclamar horrorizado, por lo que acaba de descubrir-¡Clem, Mari corran!-gritó de nuevo.

Las dos chicas acataron la orden sin rechistar, a media carrera, el grangero de nombre Andy las detuvo apuntando su escopeta contra el cráneo de Mari, quién protegía a la asustada chica.

-¡Clementine!-gritaron Louis, Violet y AJ asustados por lo que estaban viendo, ignoraban que quien recibía la amenaza directa era Mari y que por el momento Clem se encontraba un poco a salvo.

-no queríamos  hacer esto, planeábamos hacerlo de la manera más  pacífica posible-comentó Andy, como si Lee hibiese arruinado algo importante-¡pero ahora sólo quédense quietos!.

Después de eso noquearon a todos los adultos que pudiesen defenderse, Mari aún sin dar su brazo a torcer, seguía protegiendo a Clem gruñiendo un poco para que su atacante supiera que no debía herir a la de cabello revoltosos.

-¡Lee!-chilló Clem con preocupación al ver a su adulto favorito en el suelo inconsciente, por reflejo abrazó a Mari por la cintura, buscando reconfort y protección.

-Clem...-murmuró Mari frunciendo el ceño y tensando su mandíbula, seguía sintiendo el cañón de la escopeta en su frente, cosa que no le alentaba mucho a pelear y menos si había por lo menos tres personas armadas y preparadas para pegarle un tiro sin dudar-esto es mucho para una niña de diez años-murmuró dejando de tensar su cuerpo, se había rendido completamente.

Después de eso los llevaron a un cuarto donde solían guardar cajas, más bien era una especie de almacén o una pequeña bodega, pero a Katja y a Duck los llevaron a otro lado. Obviamente revisaron a todos, por lo que Mari no tenía su pistola ahora estaba desarmada y sin saber como iban a salir de ahí.

Clementine TWD Donde viven las historias. Descúbrelo ahora