Clementine TWD

Corre, escóndete, escapa, pero no dejes que te arapen

-¡No!-gritó una asustada Clementine, se aferró más a al persona a su lado.

El miedo inundaba todo el pequeño ser que era la morena, su mente lo único que podía producir era la repetición constante de la muerte de el señor Larry.

Si bien el hombre era una persona que desconfiaba de Lee, nunca la trató mal, ella no quería que muriese de esa forma. Ahora sus oídos se bañaban en los dolorosos gritos de Lily.

Lo peor...había comprendido que Lee no era un santo.

-Clem, por favor...era necesario-la voz de Lee sonó como grandes cuchillos impactándose en su ser.

La pequeña no hablaba, más bien no podía.

-Esto es una tortura-expresó Assaim negando con la cabeza. Aún el siendo ya un adulto la imagen le había revuelto el estómago, no imaginaba lo que en este momento sentía Clementine.

-Clem...este mundo no es para personas ingenuas-las palabras de Mari, sacaron de sus pensamientos a la de cabello negro.

-¿c-cómo puedes decir eso?-la voz de Clem salió quebrada, se abrazó a sí misma en busca de confort-e-el señor Larry todavía respiraba...-Mari le volteó a ver con confusión.

-¿respirar?-repitió la castaña sin creérselo-Clem, el señor Larry ya estaba muerto, si Lee y Kenny no hacían algo...íbamos a morir todos-las palabras salieron a secas con dureza-Lee aún está haciendo un esfuerzo por sacarnos de aquí...no creo que haya sido agradable para él haber matado a alguien que no estaba mordido...debes madurar Clem-ante esto la castaña se levantó del rincón en el que habían estado la última hora y dejó a Clem razonar por sí misma.

-Sorprendentemente Mari es alguien bastante madura...-expresó con sorpresa Ruby. AJ miró con interés a la Clem de 8 años, quería ver como iba a reaccionar la persona que lo crió.

Los pensamientos de la pelinegra estaban revueltos, por un lado sabía que matar estaba mal, era algo que a todo niño se le enseña. Pero ahora no estaban en el viejo mundo que ella conocía, en este mundo debía matar a otros para sobrevivir...no...sólo debía hacer lo necesario.

También quería ayudar a su salvador, aquel hombre que le permitió vivir y la había salvado en muchas ocsaiones, quería  ayudar y no ser un estorbo nunca más.

Justo en ese momento Lee había logrado abrir la rejilla de la ventilación, el problema era que ningún adulto podía entrar por ahí, ni siquiera Mari, la chica era muy grande como para entrar. Entonces lo decidió.

-¡Lee!-gritó Clem algo neviosa-yo...yo puedo pasar, yo puedo-se repitió más para convencerse a ella misma que al moreno que le miraba indeciso.

-bien...-aceptó Lee después de que la pequeña hubiese explicado miles de razones por las que tenía que ser ella-pero Clem, escucha, si ves a alguien acercarse, corre, escóndete, escapa, pero no dejes que te atrapen.

-Eso es lindo, que se preocupe por ella-mencionó Violet sonriendo tiernamente. Siendo ajena a las miradas de sorpresa de todos los presentes.

-¿Violet siendo sincera? Vaya el fin del mundo si que hace maravillas-se burló Louis.

-¡Tú...cabeza de trapeador!-exclamó una furiosa rubia-¡si los caminantes no te han matado, definitivamente lo haré yo!.

-¡Ustedes dos ya basta!-se quejó Ruby, no podía creer que a su edad se comportarán como niños. AJ río por la escena.

Ahora sólo quedaba ver lo que pasaría con Clem.

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Hola a todos perdonen por hacer el capítulo corto, pero en este momento estoy algo ocupada, les dejo un pequeño fragmento en lo que me desocupo