Hambrientos pero con vida

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Todo había pasado tan rápido, para Clementine lo único que podía hacer era aferrarse a la única persona que estaba a su lado. Pero como culparla era sólo una niña, una niña que se vio envuelta en el apocalipsis, una niña que seguía viendo lo mejor de la gente. Una niña inocente.

-¡Lee! ¡Lee!-gritó con emoción Clementine al darse cuenta que su adulto favorito estaba despertando, aunque sinceramente le parecía un gran alivio, ya que había pasado la última hora ignorando los gritos malhumorados de los demás adultos.

Clementine!-exclamó el moreno, levantándose tan rápido que por un momento se mareó-¿te encuentras bien?-interrogó Lee agarrando por los hombros a la pequeña chica.

-de tal palo tal astilla-comentó Violet con una sonrisa, al recordar el accidente que tuvo Clem y lo primero que hizo cuando despertó fue buscar el bienestar de AJ.

-¿qué significa eso Vi?-preguntó un curioso AJ. Violet le explicó como pudo lo que significaba al niño-¡no puedo creer que esos...!-no terminó su frase ya que comenzó a inhalar y exhalar.

-oye Vi-llamó el moreno algo angustiado, la rubia le miró demandante-¿recuerdas que cuando jugamos a las cartas, Clem mencionó que lo más raro que había comido había sido carne humana?-inquirió el chico llevando su dedo índice a su mentón.

-si ahora sé a lo que se refería-respondió la rubia, negando con la cabeza como si intentase darse confort ella misma.

-si, estoy bien Lee-respondió la pequeña Clementine-pero estoy muy asutada-admitió con cara angustiada-quiero salir de aquí.

-no te preocupes Clem, saldremos de aquí, buscaré una forma de salir de aquí-le prometió el adulto con una sonrisa-¿por qué no vas con Mari?-interogó con un tono quebrado.

La chica salió por patas hasta donde se encontraba la callada castaña, en cuanto la de cabellos negros llegó al lugar, Mari le dedicó una leve mirada antes de volver su vista hacia el papá de Lily.

-¿qué miras?-intertogó Clem, mirando al mismo punto que Mari, encontrando la figura de Larry, que gritaba como si su vida dependiera de ello y alado de él, una Lily que trataba con todas sus fuerzas apaciguar a su padre.

-nada...-respondió vagamente Mari, quitando sus ojos grises de inmediato-¿cómo sigues?-interrogó la castaña, haciendo énfasis en que hace menos de unos 30 minutos la morena había intentado devolver el único pedazo de carne que se había comido.

-eso es muy atento de su parte-alagó Ruby con una sonrisa en el rostro.

-nunca la había visto ser así de atenta-comentó sorprendido Assaim-¿me preguntó por qué no llegó con Clementine ese día?.

-pues lo sabremos pronto-respondió Violet, mirando sospechoso a la pelicafé.

-supongo que bien-respondió una no muy segura Clementine.

-bien-la respuesta fue cortante y para Clementine eso le resulto desconcertante, ya había logrado congeniar con la chica, entonces ¿por qué?.

-que raro-murmuró Violet para si misma.

-¿qué te parece raro?-preguntó AJ que le había escuchado.

-¿pasa algo?-preguntó Clementine algo anonada por el comportamiento de su amiga. La otra iba a responder cuando Larry comenzó a hacer un escándalo por no poder respirar.

-¡Padre! ¡Padre!-exclamó una asustada Lily, yendo a ayudar a su padre.

-No sabía que una persona como ella pudiera preocuparse por alguien más-se mofó Louis, cruzándose de brazos.

Alguien ayúdenme! ¡Lee!-gritó la castaña con desesperación, haciendo el RCP al cadáver.

-si ahora quieren que le ayuden-comentó sarcástica Violet frunciendo el ceño-desgraciada...

Lily aléjate! ¡se va a convertir!-exclamó Kenny con los ojos abiertos como platos, producto de la escena que precensiaba.

-¡No aún respira! ¡Lee!-insitió la chica, viendo con ojos llenos de angustia al moreno, que por cierto, Lee Evertt estaba completamente paralizado ante una decisión importante.

-¡Lee! ¡ayúdame debemos evitar que se convierta!-gritó Kenny cargando el cubo de sal con todas sus fuerzas.

-oh no...-balbuceó Assaim negando con la cabeza, sin poder creer lo que sucedía en los recuerdos de la chica. Además de sentir asco por todo lo que una niña pequeña debía de vivir.

-ahora comprendo de quién sacó Clementine lo de ser decidido-comentó Ruby, masajeándose el cuello con incomodidad.

-Clementine no veas-le advirtió la castaña con seriedad. Su ceño se fruncía tan fuerte que parecía que las arrugas de su cara se quedarían por siempre.

-¿Por que lo di...?-la pequeña no pudo terminar, a continuación sus ojos presenciaron lo más grotesco que había visto hasta ahora.

Lee tomó por los hombros a una desesperada y horrorizada Lily, alejándola del cuerpo inerte. Mientras que Kenny soltaba el gran y pesado cubo sobre la cabeza del difunto Larry.

-¡¿qué pasa?!-exclamó confundido Louis al ver como todo pasaba en cámara lenta.

-creo que es así como ella lo percibió-contestó Ruby.

El bloque cayó sobre la cabeza del viejo, al instante los sesos del hombre se esparcieron por el blanco piso, de igual forma lo hizo la sangre. Lo peor es que a Clem le pareció oír al señor respirar antes de que el bloque le cayese de lleno en la cabeza.

El olor a metal inundó el espacio de la habitación y la pequeña de cabello alborotado sintió unas ganas tremendas de vomitar, no lo hizo porque anteriormente había desechado todo lo que había comido en el día. Las lágrimas se estacionaron en sus preciosos ojos ámbar y el corazón se le hizo un puño al ver al hombre dejar para siempre el mundo de los vivos.

Agh!-sollozó asustada, en breve Lee se dio la vuelta y por su rostro comprendió que se había equivocado.

Clem!-exclamó un asustado Lee corriendo para consolar a la pequeña, como llevaba haciendo desde el inicio de todo.

-¡NO!-gritó horrorizada, pegando su espalda a la pared, en en un vano intento de alejarse del moreno.

Esa fue la primera vez en que Clem presenció la realidad de este mundo, la primera vez en que sus dos ojos vieron como un vivo pasaba a ser un muerto con tanta facilidad y lo peor, ni siquiera lo habían mordido.

Clementine TWD Donde viven las historias. Descúbrelo ahora