(Extra) Después de ti

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—Eso es, colócalo con cuidado. —le dijo la mujer dulcemente a su retoño.

—¿Así está bien, mami? —preguntó el pequeño castaño de ojos azules como su madre. Sonreía con orgullo al señalar los dibujos que había dejado.

—Perfecto. —felicito en cuanto su hijo: Claude —como su padre —dejó apreciar la lápidas donde se leía Adrien y Marinette Agreste. Compañeros de vida y padres amorosos.

—¿Crees que a mis abuelos les guste? —comentó la otra pequeña azabache de ojos verdes al inclinarse a dejar flores en la tumba de su bisabuela Emilie.

—Estoy segura que si. —asintió agachándose a acariciar el cabello azabache de su hija, Annie. y ayudarle a acomodar las flores en la tumba de su abuela.

—¡Se me olvidaron mis dibujos! —recordó alterada la pequeña despeinando un poco la coleta al llevar con angustia sus manos a la cabeza.

—Tranquila, cariño, deben estar en el auto. —reconforto —Tu papi aún debe de estar bajando cosas de él. Claude —miró a su pequeño que sonreía divertido del descuido de su pequeña hermana —acompañala, por favor

—Ok —aceptó sin muchos ánimos, y después sonrió juguetón —¡TE GANO! —gritó echándose a correr con rapidez.

—¡Sin correr! —les recordó al verlos alejarse con rapidez.

—¡SI! —gritaron al unísono.

Emma río al verlos atacar su orden al caminar con rapidez para ver quien ganaba.

—Niños —rió resignada para después retomar el trabajo que había dejado incompleto.

Con delicadeza se agacho para acomodar las flores, velas, fotos, así como los dibujos que Claude había hecho, también dejando un espacio para los dibujos faltantes de Annie. Con tranquilidad tomó la mochila negra que reposaba a su lado y sacó aquellos dos peluches que, sus padres y ella, tanto atesoraban.

—Este año fue algo difícil para nosotros con tu partida, papá. —empezó a relatar al dejar a Tikki y Plagg sobre la lápida —Aunque no te culpo, sé que extrañabas a mamá, que las extrañabas a ambas.

Con dulzura miro las fotografías en las que posaba su padre de niño junto a sus padres otra más de la de su boda con su mamá, así como una de la navidad pasada en donde estaba vestido de Santa Claus junto a sus nietos.

—Me alegra que nuevamente puedas estar con ellas —con su dedo dejo un beso sobre el grabado y giró para ver como sus hijos volvían en compañía de su esposo.

Del lado contrario una mariposa negra se acercaba, revoloteaba bajo y cuando estaba a unos centimientros de posarse sobre el hombro de la azabache, un gato negro saltó ahuyentandola y asustando a Emma con su breve aunque fuerte maullido de ataque.

En cuanto el bicho se fue, el gato de pelaje oscuro se quedó quieto, a pesar que de inmediato una mariposa blanca junto con una mariquita volaban a su alrededor.

—Un gatito negro que adora las mariquitas pero odia a las mariposas negras... no sé a quién me recuerdas.—lo acarició con una sonrisa haciéndolo ronronear por los mimos —Gracias por cuidarme, por cuidarnos —susurró acariciando sus suaves orejas. Con lentitud retiro su mano para finalmente soltarlo y ver como salia corriendo junto con los dos pequeños bichos que lo acompañaban.

—Al fin pudiste encontrar el camino hacia ellas — musitó con una sonrisa sincera permitiendo al gatito negro alejarse de ella.

El camino hacia ti. (MINI HISTORIA - MLB)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora