Capitulo 8

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Cerró la puerta tras de sí, encendió la luz y se miró en el espejo del baño

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Cerró la puerta tras de sí, encendió la luz y se miró en el espejo del baño

"¿que te sucede Damien, que carajos fue eso?"

Pensó mientras contemplaba su reflejo, ya Amance estaba profundamente dormida, aún no podía entender todo lo ocurrido, él no quería amarla, la había buscado hasta encontrarla, hasta lograr tenerla sólo para sí pero en cuanto la probó por primera vez no pudo dejarla, a pesar de reprocharselo a sí mismo ya nada podía hacer, realmente se dio cuenta que estaba profundamente enamorado de Amance, esas no eran sus intenciones, nunca lo fueron, ¿cómo luchar ahora con ese sentimiento que se despertaba dentro de sí?

Abrió el grifo, se lavó la cara y luego de secarse salió en dirección a la cama, pensó que lo mejor sería irse ya de ahí  sin embargo ahí estaba esa escultural castaña recostada de espaldas, solo un ligero pedazo de la blanca sábana hacia el intento por cubrir sus piernas, estaba completamente desnuda y lejos de querer huir, esa imagen lo atrajo como un imán hasta su cuerpo, se desabrochó el pantalón y lo retiró de su cuerpo quedando completamente desnudo, se recostó justo detrás de ella y comenzó a acariciarla, apartó la sábana y masajeo sus piernas, palmó sus firmes glúteos y besó en repetidas ocasiones su cuello provocando con esto que la mujer despertara, se volteo levemente para quedar frente a él, juntaron sus labios en un fuerte beso cargado de deseo y pasión. Amance buscó profundizar el roce y enredó sus manos en el cuello del joven, Damien se dejó caer sobre ella con suavidad, sus manos exploraban sin censura su delineado cuerpo mientras que las delicadas manos de la mujer acariciaban sin parar a su pareja

Otra vez estaban en aquella misma posición que tanto placer les generaba, Amance sumida bajo el muy bien formado cuerpo de Damien, ensartando sus largas uñas en su ancha espalda y dejando varios arañazos a causa de las profundas y fuertes embestidas de su pareja el cual estaba entre sus largas piernas proporcionándole gran placer, desatando sus dulces gemidos, saboreando sus grandes y deliciosos senos que se le hacían un manjar entre sus labios

Ambos volvieron a dejarse consumir por enésima vez por el dulce sabor del extasis que se proporcionaban mutuamente

-mon amour... Creo que ya no puedo mas –Amance estaba exhausta mientras que Damien aún seguía besando su cuello a pesar de estar casi tan agotado como ella

–¡oh diosa mia!, ¿estas completamente segura de lo que me dices?

–muy segura, creo que hoy si dormiré un poco, ¿a que hora te iras?

–hoy no pienso irme reina mía, despertare contigo, no sabes cuanto deseo hacerlo, mis negocios deberán esperar mañana, yo deseo conocer la sensación de despertar al lado de mi bella mujer

–¡no lo creo!, ¡¿me hablas enserio, al fin te encontraré cuando abra los ojos por la mañana?!

–claro que si diosa mía, y acostúmbrate amor mío

Ambos se fundieron en un suave calor de sus cuerpos, Amance recostó su cabeza sobre el sumamente cómodo pecho de su pareja quien la abrazo sin dudarlo y así permanecieron hasta el siguiente día...

"estas perdido Damien, ¡¡perdido!!, ¡¡¡joder que esto no debía suceder!!!"

Fue su último pensamiento antes de quedarse profundamente dormido

Era la doceava vez que la llamada le entraba a buzón, Damien aún no encendía su celular y en la empresa aún no lo habían visto, ¿dónde carajos estaba?, Camile estaba hecha una loca buscándolo, tratando de dar con él, creía que como de costumbre por la mañana encontraría el auto donde siempre y que a las cinco treinta recibiría aquel mensaje de Buenos días, ¡¡y eran ya las ocho treinta y ese maldito mensaje no llegaba, su auto no estaba y su estúpido novio no respondía!!

Estaba tan cansada de llamar por lo que se abrió camino hasta su casa con la única esperanza de encontrarlo aunque tampoco obtuvo muy buenas noticias pues para cuando llegó Carlota parecía aún más desorientada que la rubia pues ella creía que su hijo de seguro había dormido con su novia pero evidentemente no había sido así por lo que un único pensamiento pasó por su mente, un nombre, una mujer, no pudo callar su mente y sus labios hablaron sin que ella los controlará

–Amance...

–¿qué dice Carlotta?, ¿quién es Amance?, si sabe algo dígamelo por favor

–eh... Nada hija, nada, no me hagas caso, Damien de seguro ya no tarda...

Sin haber obtenido mayores resultados Camile fue directo a su boutique, pero aquel nombre resonaba en su mente, ¿quien era Amance? Y más aún, ¿por qué Carlotta parecía tan asustada y preocupada a la vez cuando mencionó a aquella mujer? De algo estaba segura, lo averiguara y no fallaria pues a pesar de todo lo bueno que podía aparentar Camile no era mas que una niña mimada que estaba acostumbrada a conseguir todo lo que quería y que su padre siempre le sirviera todo en bandeja de plata sin poner ni una sola excusa ni restringirle nada por lo cual, si había otra mujer en la vida de su novio ella la desaparecería y de no lograrlo pues ahí estaba papi para complacerla y darle a su niño ta todo lo que ella quisiera, aun si ello implicaba pisotear a cualquier ser humano

Despertaron juntos, tal como deseaban ambos, se besaron con pasión y  se dirigieron al baño para refrescarse juntos, la hora no les importó, querían estar juntos y así lo harían

Por primera vez después de poco más de  tres años Amance no asistió a la empresa y tampoco se reportó, muy poco le importaron sus labores ese día, ella solo quería disfrutar con su tan amado hombre de un día solo para ellos

Mientras que Damien mandó todo al carajo por un día, luego se lamentará por lo que estaba haciendo pues eso no estaba para nada en sus planes pero mientras tanto disfrutaría por completo  a su ya desgraciadamente  amada y deseada  castaña...


Tuyo Hasta Saciar (BAD1) (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora