Tuyo Hasta Saciar (BAD1) (TERMINADA)

Capitulo 24

Por la noche cuando llegaron a casa Carlotta se veía mucho más feliz y hermosa, ni siquiera Damien podía creer que ella era su madre, una bella mujer con una preciosa peluca negra larga en ondas, un vestido azul hasta la rodilla, con mangas hasta los codos y un cuello en "v" que le ajustaba perfectamente a su cuerpo, un brazalete de oro en su mano derecha y un reloj de plata en su mano izquierda, un suave maquillaje con labios rosados y poca sombra del mismo tono que hacía resaltar sus grandes ojos verdes y su piel blanca, unos bellos tacones negros que combinaban perfecto con su ropa y  preciosas uñas acrílicas decoradas en tonos blancos y rosados. Definitivamente estaba sorprendida de verse tan arreglada como nunca antes y Damien no podía con la mezcla de sentimientos, felicidad y sorpresa pues jamás imagino la belleza que ocultaba su madre, para él siempre había sido bella a pesar de todo pero sin duda ahora se veía espectacular. Sin embargo lo invadía también la furia y la rabia al saber que su padre la había tenido resignada a la desgracia y que jamás intentó siquiera regalarle al menos un chocolate

"si ese hombre te viera madre seguro se arrepentiria de lo patán que fue"

–¿en qué piensas tanto hijo?

–en lo hermosa que te ves madre

–aún no puedo creer que está soy yo– hablaba feliz y luciendo una bella sonrisa que por tantos años se había visto nublada

– pues creelo madre porque eres tu

–¿te puedo preguntar algo?

–claro madre, ¿qué pasa?

–tú me dijiste una vez que querías encontrar a Amance para destruirla, ¿el matrimonio es parte de eso?

–no mamá, esos planes se acabaron ya, lo único que quiero ahora es tener una vida tranquila y feliz con ella como mi esposa y contigo disfrutando de todo lo que mereces

–¿y Camile?, ¿cómo lograste terminar con ella?

–pues sólo tuve que asegurarle que si no me dejaba en paz todo el mundo se enteraría de ciertos secretos de fiestas y excesos que de seguro la hundirian

–Damien... –hablaba con un dejo de sentencia mientras lo veía dirigirse a la cocina para tomar una botella de whisky y un vasillo y luego servía un poco de jugo de naranja en otro que entregó a su madre– no puedes ir por la vida amenazando a todo el mundo

–no lo hago, solo cuando lo necesito

–aja, ¿y cuando será la boda?

–creo que hablaremos de eso mañana

–¿no iras con ella?

–no, hoy no, hoy me quedaré contigo madre

–¡wow! Hace tiempo no tengo el honor que mi hijo se quede a dormir en casa –bromeó

–Las cosas que dices madre – rio – aunque debes saber que en cuanto fijemos fecha para la boda ustedes deberán conocerse

–si, eso ya lo veía venir, y por cierto hijo, hoy mientras me arreglaban las uñas recibiste una llamada, dijiste que volverías pronto pero para cuando llegaste casi terminaban, ¿paso algo malo?

–no madre, era solo una llamada que si tuve que tardar un poco, era para coordinar el servicio que vendrá mañana para atenderte en todo incluyendo a la enfermera, me asegure que sean personas eficientes que sepan lo que hacen y en cuyas manos pueda estar seguro de confiar lo más preciado que tengo

–¿entonces todo es para Amance? –bromeó

–¡cómo dices eso madre! Lo más preciado que tengo eres tú

Al día siguiente recibió al servicio que estaría al pendiente de atender a su madre, dos guardias, un jardinero, dos cocineras, dos mucamas y la enfermera, cada quien se dirigió a sus labores y el de despidió de su madre

Recogió a Amance y fueron a la empresa, en el camino ella le inquirió sobre su auto a lo que Damien pudo responder mucho más seguro ya que ahora sí no le mentía

Cuando llegaron al fin se puso al tanto de todo el manejo de la empresa y pudo comenzar a desempeñarse, se le asignó una oficina justo al lado de la de Amance, era la que ella ocupaba cuando Gianpierre vivía y ambas eran igual de grandes y lujosas, una entrada tipo sala  con tres sofás y una mesilla de centro con una botella de whisky, hielo y vasillos y al fondo un gran escritorio de estilo moderno detrás del cual se alzaba un gran ventanal como pared el cual permitía observar una preciada vista a París

Se le asignó también su nueva secretaria cuyo módulo descansaba justo fuera de la oficina en el pasillo de aquel piso donde lo único que había eran las dos oficinas que estaban conectadas entre su por una puerta y una sala de juntas

Luego de ponerse al día con todo y llevar rato desempeñándose eficientemente en su puesto decidió atravesar aquella puerta que conectaba las oficinas lo que causó la sorpresa de Amance quien al verlo entrar dejó a un lado los documentos que leía con atención para poder apreciarlo hasta que se sentó frente a ella

–¿qué sucede mon amour?

–reina mis, quisiera hablar de nuestra boda

–¿quieres que fijemos la fecha?

–si no te parece muy apresurado

–claro que no, me parece perfecto, ayer estaba pensando en ello y me encantaría que fuera cuanto antes

–justo lo que yo deseo diosa mía, ¿que te parece el mes que entra?

–¡es perfecto!

–bien, fijemos entonces la fecha exacta...

Una cosa los llevó a la otra y sin percatarse den que momento ocurrió, ya se encontraban recostado en el sofá semidesnudos y muy complacidos después de haber disfrutado de un rato de pasión en la oficina

Entre besos y caricias acabaron por fijar el día exacto y varios detalles esenciales como el lugar y la hora, escogiendo así una boda espectacular de noche en uno de los jardines de uno de los hoteles mas lujosos de la ciudad

–Damien...

–dime bella mía

–¿le dijiste a tu madre? Con todo el movimiento del evento de ayer ya no tuve tiempo de preguntarte

–claro que lo hice

–¿y?

–debo confesarte que no fue la reacción que esperaba, pensé que me reprocharia algo pero se mostró calmada y comprensiva

–¿en serio?

–si, es mas, esta dispuesta a conocerte

–tu dime cuando que sabes que con gusto conoceré a tu madre

–¿que tal esta noche?

–¿no le molestará que sea así tan de repente?

–claro que no, si tu quieres puedo llamarla en este mismo momento para decirle y que pida a las cocineras que preparen una cena especial para que al fin se conozcan

–si no crees que le moleste hazlo – Damien tomó el celular y habló con su madre quien aún no muy contenta aceptó para luego pedir a sus nuevas cocineras que prepararán el mejor banquete de sus vidas, si iba a conocer a esa mujer que tanto había envidiado y que sin saberlo tanto la había dañado pues haría que la conociera como una gran señora digna de respeto, de carácter fuerte y muy difícil de agradar...