Conquistándote | YoonMin

[01] "Arrojar basura a la calle"

"Bien, empecemos con algo simple y sencillo para ti. Yoongi hyung se ve que es un bad boy de ligas mayores, así que deberías actuar como uno. Puedes arrojar basura a la calle para que Yoongi sepa que nada te importa"

No es como si Jimin pensara que tenía que seguir obligatoriamente todos los pasos que Tae le indicó al pie de la letra. Para nada.

No le gustaba arrojar basura a la calle, y mucho menos cuando recordaba el calentamiento global. Se sentía la peor persona del mundo con tan siquiera tener el pensamiento de dañar al planeta.

Muy inocente. Claro que sí.

Y de hecho, ya había intentado. Habia intentado tirar la basura a la calle sin sentir una culpa repentina o sentirse algo avergonzado de que las personas lo vieran realizar tan catastrófico acto.

Si se consideraba muy cobarde para la primera cosa de la lista, ni siquiera se imaginaba lo gallina que llegaría a ponerse con las últimas.

Simplemente ya se había rendido con la lista y la había dejado en el pasado. A lo mejor y ya debía irse adaptando a su fría y cruel realidad.

Pero el simple hecho de pensar que Yoongi lo rechazara de la forma más hiriente, hacia que su pecho doliera. No quería que aquellos ojitos gatunos miraran con amor a alguien más.

Por eso Jimin no estaba dispuesto a rendirse tan fácilmente. Quería que el corazón de su hyung le perteneciera solamente a él; tenerlo solo para sí mismo.

Ese simple incentivo lo hizo arrugar con su mano la bolsita de Doritos que venía consumiendo por todo el camino de la preparatoria hasta su casa y caminar con entusiasmo sin darse cuenta de las pequeñas migajas que quedaron en sus labios.

Sí... El entusiasmo duro hasta el momento en donde él apareció. El mismo chico pálido que hasta solo unos segundos antes estaba rondando en su mente.

-Y-Yoongi hyung...- susurró para si mismo el castañito al ver a su mayor escuchar música, arrecostado en uno de los árboles de un parque por el que siempre pasaba de camino a casa.

Y como si hubieran presionado un botón en su interior, Jimin alisó su ropa y sacudio la inexistente tierra de esta mientras soltaba un suspiro y caminaba con fingida seguridad frente al mayor.

"¿Y si...?"

"Bueeeeno, ¿que podía hacer una pequeña e inofensiva bolsa de Doritos?"

La llamada adrenalina apareció. Aquella que te hace reaccionar en momentos de supuesto "peligro". Ésta era una situación de peligro para el lindo corazón de pollito de Jimin.

Intentando ignorar la amenazante vergüenza que lo embargaba, empezó a caminar lo más normal posible.

Se le olvidaba hasta como caminar con normalidad al pasar cerca del pálido.

Intentó continuar respirando con normalidad al momento de la prueba de fuego.

Soltó la bolsa de los Doritos, escuchando como esta crujía al caer al suelo. Hizo la mueca más despreocupada posible y suspiró, soltando todo el aire de sus pulmones.

Sentía su corazón latir y sus mejillas enrojecerse. Quizás era un dramático, pero su semblante decayó al pensar que Yoongi no lo había mirado por estar demasiado concentrado en escuchar la música, hasta el punto de mantener los ojos cerrados.

-¡Joven! ¡Detengase ahí! - gritó una voz a lo lejos, haciendo que Jimin volteara casi automáticamente. Uno de los vigilantes se acercaba a paso seguro y con una mirada irrefutable, haciendo que entrara en pánico.

No eran esos lindos nervios que sentía al ver al chico pelinegro. Eran nervios de los feos. De esos que llegan cuando crees que algo malo va a pasar.

-Está prohibido arrojar basura en el parque. Para eso están los basureros, Joven.

Un chico que casi le doblaba en tamaño, de piel algo morena y vestimenta de color verde lo miraba con una mueca de incomodidad al tener que reclamarle aquello.

-¡O-oh! ¡Lo siento! - respondió de inmediato el más pequeño de los Park. Su inocente cabecita le hacía pensar que ahora iría a prisión por el resto de su vida
-¡P-por favor, no me encierre!

"Esto me pasa por arrojar basura a la calle. ¡No quiero ir a la cárcel!" - se reprendía mentalmente, al borde del llanto.

-Woah... Tranquilo. No soy policía. Solo debes recoger el envoltorio y todo bien - el chico desconocido sonrió enternecido, mostrando unos adorables hoyuelos en sus mejillas.

Jimin suspiró. Sobando sus mejillas sonrojadas, al igual que el resto de su rostro y sus orejitas. Jodidamente adorable.

Se agachó y arrugó la bolsita para dejarla en el bote de basura más cercano y luego salir corriendo a su casa, totalmente avergonzado. Dejando a un confundido chico de vigilancia, y a un molesto chico de ojos adormilados y piel pálida.

Ah... Los celos. Tan lindos.

Gracias por leer 🌺

-DiMo/Godi.