1137 palabras
*Los personajes de esta
obra no me pertenecen*•———⚜️———•
Era la mitad de la noche y Shoto se le hacía imposible mantener los ojos cerrados, de nuevo el insomnio lo atacaba de una cruel manera, ni siquiera la música lo ayudaba está vez.
Shoto había adquirido la imposibilidad de dormir cuando apenas y tenía siete años, cuando su padre encerró a su madre en ese hospital psiquiátrico solo para que no molestara más. El pequeño siempre dormía con ella para "protegerla" años más tarde se dio cuenta que era mas para protección de si mismo, le temía a su padre y eso le ocasionaba terribles pesadillas durante la noche, y durante el día se volvían realidad cuando lo ponía a estudiar y a aprender defensa personal, ningún hijo suyo sería acosado en la escuela, pero la debilidad del niño era algo que enfurecía a su padre "No serás nadie en la vida si te vas a esconderte a las faldas de tu madre siempre que te hacen daño " había dicho el cuando vio a su hijo abrazar a su madre mientras lloraba por un raspón que se había echo jugando. Y por algún motivo, se volvió a sentir solo y más pequeño, necesitaba a alguien a su lado, alguien que no lo juzgara.
Levantó el edredón para salí de la cama, el piso estaba frío pero no le dio importancia, con cautela salió de la habitación y se dirigió a la habitación de huéspedes, donde debía estar Izuku.
Se acercó a la cama en donde reposaba de lado viendo que realmente parecía dormir, su pecho se movía de manera lenta, como si estuviese aspirando aire, y sus ojos se encontraban cerrados.
–Izuku – susurró echando un mechón de pelo verde tras su oreja, era hermoso incluso cuando dormía, el chico inmediatamente abrió los ojos.
–¿Sucede algo? – pregunto escaneando toda la habitación que se encontraba en orden.
–No, solo me sentí solo ¿Puedo dormir contigo? – las mejillas de Shoto estaban tintadas de rojo, no podía creer que hace solo seis día había pensado en encerrarlo por la semana que lo cuidaría, y sin embargo ahora era él quien lo buscaba. Izuku asintió y se acomodó para que el otro pudiera recostarse, como era más pequeño, Shoto lo acercó más a su cuerpo quedando ambos frente a frente –Gracias – Susurro antes de besar su frente y cerrar los ojos.
A la mañana siguiente Shoto despertó sintiendo que algo faltaba, y su lado derecho se encontraba frío, como si repentinamente se le hubiera quitado algo que lo mantenía caliente. Busco por toda la habitación a Izuku pero no había nadie más que el.
Se levantó pensando que este se había levantado a hacer el desayuno, siempre lo hacia y se encaminó a la cocina.
–Por qué te apartaste de mi lado Izuku – dijo riendo antes de ver completamente la estancia vacía. ¿Dónde estaba ese robot con el que había dormido esa noche?. Se apresuró y busco en cada rincón de la casa sin hallarlo. ¿Solo era un sueño? Se preguntó tomando el teléfono para marcar a su amigo, tal vez el sabía a dónde había ido. – No es un sueño, no puede serlo – Susurro para si mismo antes que le contestaran de la otra línea.
–Shoto te dije que no llamaras solo...
–Izuku no está – le cortó a media frase sintiéndose alterado.
–¿¡Que!? Acaso lo perdiste, ¿Dónde lo viste la última vez? Seguramente lo perdiste en tu salida de ayer ¿Cierto? – Shoto le había preguntado si lo podía sacar de casa, sabía que al robot no le interesaba la opinión de Iida, pero temía que algo le pudiera pasar, así que estuvo al tanto de a donde habían ido, pero no de lo que habían echo, eso no se lo contaría, al menos no aun.
–No, el llegó a casa conmigo y se fue a su habitación, y en la mañana que desperté ya no estaba, incluso fui durante la noche a revisar... Un sonido. Y el seguía ahí – mintió, le daba vergüenza admitir lo que realmente había echo con el, incluso lo del beso de la mañana anterior —y todos los demás, claro— en ese instante la puerta principal fue abierta mostrando a un Izuku con miles de bolsas entrando. –¡Izuku! ¿¡Dónde estabas!? Me preocupe – por fin pudo respirar tranquilo.
–¿Lo encontraste? – preguntó Iida interesado en lo que pasaba del otro lado de la línea, pero Shoto no hizo caso y aventó el teléfono para correr e ir a abrazar al chico haciendo un estrepitoso desastre con las bolsas que el peliverde cargaba.
–¿Sucede algo? – pregunto separándose de el para comprobar que sus ojos estaban cristalino y su corazón latía demasiado rápido por su sola presencia. –Lamento no haberte despertado, pero te vi muy cansado. – Shoto se volvió a acercar y acomodó su nariz en el cuello de Izuku – Iida está al teléfono –Menciono escuchando el escándalo que armaba tras la línea, quería saber qué había pasado.
–Déjalo – dijo sin apartarse de el, solo quería estar así con el.
Izuku no comprendió del todo el gesto que estaba mostrando, pero lo abrazó de igual forma con una mano y con la otra acarició su cabello.
–Es hora de almorzar joven Shoto – instó para que se alejara, pero él no cedió.
– sabes que no me gusta que me digas joven – apuntó con tono aniñado, meciéndose de un lado a otro con el.
Izuku río soltando un "Lo se".
– Izuku – recibió un "mmm" como respuesta para que prosiguiera –¿Crees que me e vuelto loco? –
–No, tus sondas cerebrales son normales – Shoto río con un nudo de nervios por todo el cuerpo, una corriente eléctrica lo atravesó desde la cabeza hasta el dedo del pie.
–No me refiero a eso, es solo... – se arrepintió a último momento, realmente le daba vergüenza admitirlo en voz alta –No es nada, paranoia mia olvídalo. – se separó de él tomándolo de la mano al menos disfrutaría los días que tenía con el robot. –Vamos al sofá, es muy temprano para desayunar – lo llevó y se sentaron uno al lado del otro sin decir una palabra y con la televisión encendida.
Shoto tenía la mente echa un lío, por un lado aceptaba que en apenas cinco días se habia encariñado de un robot con apariencia humana, pero no solo eso, si no que estar con el lo hacia sentirse pleno, como nunca lo había sentido, su corazón se aceleraba cuando lo escuchaba hablar, pero sabía exactamente qué no era real, que el no podría sentir lo mismo que el y que una relación no podía ser, dios, incluso era más complicado que decir que era homosexual, por qué no solo era un hombre, era un robot, con sentimientos, pero no le quitaba el echo de que estuviera echo de metal.
"Si nadie se entera, cuál sería el maldito problema" se repetía tratando de creer sus propias palabras.
ESTÁS LEYENDO
Una Novia Para Shoto [PAUSADO]
RandomShoto Todoroki es un joven solitario de 25 años sin planes para enamorarse, Tenya Iida frustrado tras hacer hasta lo imposible por qué su amigo se enamore de una linda mujer decide construir un robot masculino para poder elegir a la chica perfecta p...