Una Novia Para Shoto [PAUSADO]

♦ Capitulo 7 ♦

1087 palabras
"Los personajes de esta obra
no me pertenecen."

•————⚜————•
**

Pasaba de medio día, pero para Shoto el tiempo no importaba si estaba con el chico de risos verdosos mientras este le acariciaba sus sedosos cabellos provocándole sueño.

– No sigas haciendo eso Izuku – habló entre risas aguantando las ganas de dormir.

– ¿crei que te gustaba? Parecías muy cómodo – declaró dejando de masajearle el cráneo, viéndole hacia abajo ya que se encontraba con la cabeza en su regazo y el resto de su cuerpo a lo largo del sofá. Ambos veían una película, pero solo Izuku prestaba la suficiente atencion.

– Me gusta, pero no quiero quedarme dormido. – sinceró abriendo sus ojos a duras penas. Observó las facciones del menor desde su lugar, admirando cada fino detalle, olvidándose de todo lo importante y amando un poco mas a Izuku.

Amaba el echo de como lo hacia sentir, amaba su tacto, sus caricias certeras, pero sobre todo amaba su compañía, aquella que le ayudaba por las noches. No recordaba como era dormir mas de tres míseras horas, pero tener a Izuku al lado por la noche le había ayudado, había podido conciliar el sueño sin ayuda de las inútiles pastillas ni de musica, había despertado descansado, sin los dolores de cabeza o de espalda que creía ya eran parte de el, pero resultó ser por la falta de descanso.

Siete días después de aquella mañana _ya que Iida le había dado otra semana con el_, despertando de buen humor con el olor a comida recién echa, viendo a Izuku preparar el desayuno sin prestarle atencion, robándole besos durante todo el día. Todo era normal si no lo pensaba demaciado, sin embargo ahí recidía el problema, cuando su mente comenzaba a cuestionar aquella extraña relación. Todo se iba cuando lo observaba por el rabillo del ojo, pero aun seguía molestándole como una espina en su raciocinio.

El cambio, al menos para Iida, fue notorio. Cada vez que iba a visitarlo para ver como estaba su robot, y por que no, para saber si Izuku ya había reunido la suficiente información., siempre lo encontraba despierto aun si madrugaba para ir a verle, las cortinas que siempre se mantenían cerradas las encontraba abiertas de par en par. En un primer momento pensó que Izuku era el responsable, y sin embargo, este le aclaró que había dejado de ayudar con la limpieza por petición del mismo Shoto. No solo eso, se le veía un aura más fresca y alegre, era como ver al Shoto de dieciséis años de nuevo. Le alegraba realmente, creyó que se había encontrado una novia y la mantenía en secreto, peto Izuku lo negó

Era su ultima oportunidad, si Izuku no tenía resultados concluyentes se lo llevaría y dejaría de molestar con el asunto, se lo había prometido a si mismo y no pensaba echarse para atrás.

Con nerviosismo toco la puerta principal, la que fue abierta poco después por Izuku que fue jalado hacia afuera para que su amigo no lo escuchara.

– ¿resultados?– preguntó con bastante duda esperando la respuesta.

– Inconclusos – respondió rápidamente. Iida dejo escapar un suspiro derrotado para darse la vuelta y por fin entrar al departamento.

– ¿Izuku? Quien era – escucho la voz de su amigo en la sala a punto de levantarse del sofá para ver por que tardaba tanto.

– es el joven Iida – respondió a su lado. – ¿sirvo ya el desayuno? – preguntó recibiendo un asentimiento por el medio albino.

– Tengo la seria sospecha de que esta aquí para llevarme a otra cita – comentó riendo, siendo seguido por el mismo Tenya.

– En realidad no, me rendí hace tiempo contigo Shoto – declaró divertido sentándose a su lado. – Ya se cumplieron dos semanas, las auditorías pasaron y es hora de llevarme a Izuku a casa. – dijo sin observar como el semblante de Shoto había cambiado tan repentinamente.

– ¿Seguro? – preguntó mordiéndose el labio inferior por la repentina ola de ansiedad – aquí no causa problemas, y ya me acostumbre a su presencia – intentó convencer sutilmente, sin embargo Tenya no quería postergar lo inevitable, así que negó.

– Ya no volverán a molestar en un tiempo – siguió con la mentira – además, ya se lo dije a Hatsume y estamos planeando hacerle algunas mejoras – se levantó del sofá viendo su reloj, viendo que el desayuno estuvo listo para después ir por Izuku.

Shoto solo se mantuvo inmóvil sin saber que decir o hacer, no quería que se lo llevara, pero tampoco podía decirle que se había enamorado de su robot, sonaba enfermo y posiblemente lo tacharía de loco.

Así que sin mas, solo se quedo observando como la puerta se cerraba quedándose completamente solo, con ganas de llorar y su garganta echa un nudo.

⏳🧊⏳

No entendía como después de una perfecta mañana ahora se encontraba sufriendo de un ataque de ansiedad. Podía recordar la primera vez que algo así le había pasado.

Tenía siete años, había  regresado del hospital por un accidente con agua hirviente. Había escuchado a su mamá al teléfono y quería disculparse con ella por ser lo que ella pensaba, en el camino se había mantenido callado pues estar con su padre no le agradaba, le gustaba mas cuando su madre le abrazaba y le hacía mimos, como le contaba historias antes de dormir, ella hacia que aquella extraña sensación en su pecho se fuera, y justo eso esperaba al llegar a casa. Grande fue su desilusión al llegar y no encontrarla en ningún lado, se sentía abatido, su pecho dolía y sentía las incesantes ganas de llorar sin motivo aparente, ella era su soporte con la que olvidaba todo lo malo del día para abrirse y sonreír genuinamente. Finalmente cuando le preguntó a su padre el paradero de ella y este con simplesa y un poco de molestia le dijese que estaba en el hospital y jamas regresaría, fue la gota que derramó el vaso, Shoto comenzó a tener ataques bastante seguidos, ni siquiera Fuyumi había sido capaz de ayudarle pues por mas que le suplico a su padre que lo llevase a terapia, este nunca acepto, por que según su pensar, solo lo haría débil.

– Tal vez sea momento de ir – se dijo tres días después al estar recostado a las cinco de la mañana queriendo dormir, con el vacio que sentía en el estomago, pero que dudaba fuera por falta de alimento.

Se abrazó a una almohada, se sentía patético queriendo recrear el cuerpo de Izuku, solo quería engañar a su mente para que lo dejara descansar como cuando el estaba, pero no funciono.

– Mamá, izuku, los necesito – musitó a través del nudo en su garganta

_Final capitulo 7_