♦ Capítulo 4 ♦

3.7K 485 111
                                    

1264 palabras
"Los personajes de esta obra
no me pertenecen"

•----⚜️----•
**

Nuevo día, nuevos problemas.

Todo comenzó cuando despertó viendo veinte llamadas perdidas de su padre y treinta y dos mensajes de texto con palabras altisonantes y todo en mayúscula —lo que daba a entender que estaba enojado— bufó y se levantó sin ganas para ir directo a la ducha y después cambiarse.

Tuvo que ponerse un incómodo traje completo, su padre era realmente un amante de la etiqueta y era algo que el odiaba, entre otras muchas cosas de su padre. Eso sí, su cabello era intocable.

Salió hacia el recibidor chocando con un pequeño bulto de cabello verde y alborotado, lo hizo caer pero el chico logro rodearlo con sus brazos para que no se lastimara, parecía una escena de película romántica, excepto que el más chico era quien detenía al mas grande, algo bizarro si fuera algo real.

– Lo siento, escuche ruidos y me acerqué para asegurarme de que estuvieras bien – Shoto se incorporó arreglándose el saco restándole importancia a la vergonzosa escena que acababa de pasar.

– No hay problema, pero ya tengo que irme – dio un paso cuando una mano tomo su antebrazo impidiendo que se marchara.

– Debes comer primero, Tenya me dijo que no te dejara ir sin antes desayunar – su mirada daba entender que no cedería hasta que hiciera lo que le pedía.

– No creo que tenga tiempo para eso – se arriesgo a responder, pero Izuku no dejaba su agarre. Rodó los ojos con frustración, era peor que una madre – Bien, pero que sea una comida rápida – Izuku sonrío satisfecho llevándolo a la mesa donde tenía todo preparado para el,  Shoto se sentó tomando una cucharada del sencillo desayuno que el pecoso hizo.

El más chico se alejó para limpiar lo que había ensuciado, el departamento estaba totalmente limpio y por su mente paso un leve echo ¿Que harían mientras él no estaba?.
Sin duda no quería que saliera de nuevo, por lo que Tenya le había comentado, esa maquina valía millones, y el no sería el responsable de perderlo sabiendo que el chico no obedecía órdenes de nadie.

Bufó, lo llevaría a la oficina, al menos así lo tendría vigilado y no estaría solo con su viejo. No lo iba a negar, había pensado en una niñera, pero no confiaba en que Izuku le obedeciera, además, ¿Cómo explicaría que tiene que cuidar a un chico que aparentaba la edad de 21 años?Tomó la decisión más apropiada para el momento.

Cuando terminó, fue directo a su habitación para buscar algunos de sus trajes que hacía años no usaba, eran más pequeños pues cuando tenía menos edad, era demasiado bajo a comparación de sus compañeros de la universidad. No sabía por qué los había guardado tanto tiempo y tampoco le importaba, pero agradecía tenerlos aun. Apreció uno de ellos, este era gris con pequeños detalles que lo hacían brillar con el movimiento y le recordó la vez que lo utilizó en la boda de su hermana mayor, era el único que no le daba rabia verlo, los demás solo habían sido utilizado en ocasiones que su padre lo había obligado a llevar. Y aun que lo apreciaba demasiado, no era el tipo que aguardaba las cosas en una caja para que nadie las tocará, además le daba la impresión de que le quedaría muy bien al robot.

Lo sacó de la gran bolsa transparente y lo llevó hacia donde, creía, encontraría al más chico.

– ¡Izuku! Nesesito que vengas – decía mientras limpiaba el poco polvo que se había colado dentro de la bolsa protectora.

–  ¿Sucede algo? – Se asomó parte de Izuku para averiguar si estaba bien entrar, o no.

– Ponte esto, saldremos – con un poco de brusquedad se lo entregó, se dio media vuelta y regresó a por sus llaves, celular y computador, era todo lo que necesitaba.

Sin hacer preguntas, Izuku se fue a la habitación que ahora reclamaba como suya para ponerse la ropa que le había dado, le extrañó que el traje le quedará a la perfección, Shoto era más alto —una cabeza— más que el y por lo que había escuchado e investigado de el, ninguno de sus hermanos tenía tampoco ese perfil.

– ¿¡Estás listo!?– escucho un grito desde la sala de estar, y se apresuró a salir. – Te queda muy bien – halago Shoto con una sonrisa al verlo, pero en cuanto se dio cuenta, un sonrojo cubrió su rostro y la sonrisa se esfumó dejando la misma expresión de siempre. – terminemos de una buena vez con esto – estiró su saco deshaciendo cualquier arruga que se hubiese formado, tomó las llaves del departamento y del auto junto con lo que ya llevaba y salieron.

~♦~

–para que me llamabas padre, no tengo mucho tiempo – Como siempre, Shoto se comportó arisco con su padre en cuanto cruzó las puertas de su despacho, no le gustaba estar en la misma habitación que su viejo ya que no soportaba su horrible temperamento, tampoco había perdonado lo que le había echo a su madre, le dolía incluso más que lo que él tuvo que sufrir entre clases desde muy temprana edad, sin descanso y con severos castigos por no poder aprender las cosas a la primera.

– ¿Que vas a hacer? ¿Ir a dormir todo el maldito día a ese basurero que llamas casa? Shoto, pronto heredadas mi compañía y necesitas empezar a interesarte por ello, sentar cabeza y dejar de respingar a mis órdenes – Shoto río amargamente sentándose en el sofá de la oficina de su padre. El echo de que sus dos hermanos mayores no tomarán el cargo desistiendo a la mala no lo afectaba a el, pero su padre era un terco y no reconocía el trabajo de su pobre hermana mayor.

–No tendrías que soportar todo eso sí le heredadas la empresa a Fuyumi, es su derecho como la mayor – reclamó enfadado, su padre no había querido darle las acciones a su hermana solo por ser mujer, y eso al chico le parecía totalmente injusto, tenía el derecho por ser la de mayor edad entre ambos.

– Ella nunca quiso el puesto, por qué sigues tocando ese tema Shoto.

– Se lo preguntaste alguna vez, esa decisión la tomaste Tu – Shoto sabía perfectamente que Fuyumi daba todo por la empresa, era quien se encargaba de las mismas cosas que su padre ya que cuando él no estaba ella era como la mano derecha (cosa que no reconocía Endeavor), y una de las razones por las que Shoto no había abandonado su trabajo en la empresa. Sabía que si lo dejaba a su suerte, Fuyumi sería la de cargar las consecuencias de sus actos, no quería dejarla sola en ello y por eso decidió quedarse a cargo de las finanzas. Pero él no quería quedarse con la empresa. – Donde está ella, por cierto. – habló un poco más calmado, intentando calmar su rabia.

– No lo sé, supongo que en su oficina. – secundó Endeavor (intentando) calmar su temperamento. La verdad era que, tras meditar unos meses atrás, había decidido intentar reparar aquellas grietas que habían destruido su familia, sin embargo, no lo estaba logrando para nada, y aun que siempre intentaba entablar una plática amena y sin gritos de por medio, tristemente siempre fracasaba en el intento y terminaba despotricando contra todo y todos a su alrededor.

Shoto salió de la oficina cuando su padre volteó la silla para ver el cielo desde el ventanal, sabía que esa era la señal de "largo de aquí o te lanzó la mesa". Caminó siendo seguido por Izuku que había presenciado todo, siendo prácticamente solo un adorno ahí dentro, siendo notado por Endeavor, pero ignorado cruelmente.
.

_Final Capítulo 4_

Una Novia Para Shoto [PAUSADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora