Capítulo 3

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Antes que nada, gracias a esas bellas personitas que accedieron a leer mi historia, en serio no saben lo feliz que me hacen con eso y espero en serio que les guste tanto como a mi.

Lean las notas de abajo.


Esto es una Pitillera, donde se guardan los cigarros, para que se den una ideas lindas jeje

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Esto es una Pitillera, donde se guardan los cigarros, para que se den una ideas lindas jeje.




—¿Qué les parece comer un poco mientras hablamos de nuestros asuntos? —Sugirió Kyungsoo mientras abrazaba a Jungkook y lo dirigía a una mesa.

Jimin los siguió y se sentó alado de su esposo. Una mesa grande, con un mantel muy elegante y muchas copas. La estúpida aburrida música solo hacía que le diera sueño pero el trataba de mantenerse con una sonrisa.

Vio como todos los hombres ordenaban Wiskey y como Jungkook pedía uno para él, Jimin en cambio le dijo que quería una cerveza. La plática empezó como cualquier otra, hablando de negocios y tonterías que Jimin no sabía por qué siempre hablaban de eso.

Entonces su cerveza llegó. Se sintió realmente bien cuando el gran trago que le dio pasó por su garganta refrescándolo. Incluso cerró los ojos para disfrutar el sabor, le gustaba eso. La cerveza, lo claro de una cerveza y su frescura.

—¿Apetece algo para comer? —Preguntó uno de los hombres, Jimin ya hasta había olvidado su nombre.

—Unos camarones serían fantásticos —Expresó Jungkook y luego continuó—. Y un poco de calamar, a Jimin y a mí nos fascina.

Jimin inmediatamente hizo una mueca. Y sintió que alguien lo miraba, sintió esos ojos sobre él, sintió esa sensación de que alguien estaba mirándolo.

Alzó la mirada y encontró a Min Yoongi. Mirándolo. Observándolo. Atentamente.

Jimin se dio el tiempo de observarlo bien. El hombre era blanco de piel, demasiado blanco a su parecer. Tenía un fino cabello rubio. Ojos pequeños y juntos. Boca pequeña y por lo que pudo ver rápidamente, tenía manos más grandes que él y unos dedos largos.

Pero lo que más llamó su atención fue que el hombre tenía una pequeña sonrisa en su cara mientras lo estaba mirando. Jimin no se encogió de hombros o algo por el estilo, solo le regaló una pequeña sonrisa y siguió mirando a todas partes.

Pero aun así podía sentir la mirada de Min sobre él.

El calamar y los camarones llegaron. Jimin miró como todos los demás probaban y seguían hablando y riendo de quien sabe que de estupideces, incluso Jungkook saboreó la comida que a él tanto le detestaba.

Su esposo le dijo que lo probara y él con una sonrisa fingida lo hizo. Pero Dios, odiaba, con todas sus fuerzas el puto calamar. El puto camarón.

Más que lo que pides - Yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora