Capítulo 7

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Siento, en serio siento la demora. Me tarde por que tengo otras bellas historias que seguir pero no teman que nunca abandono una historia.

Este capitulo es algo corto pero importante, espero les guste lindas, disfruten.





Jimin miraba la tarjeta con el número de Yoongi. Llevaba rato haciéndolo, incluso cuando se tomaba un pequeño respiro en su trabajo volvía a mirarla. Estaba en casa, solo. Como siempre a decir verdad.

Jungkook y él no habían tocado el tema de lo que había ocurrido en el baño, es más, Jimin agradeció que su esposo no le dijera algo sobre ese comportamiento. Jeon actuó de manera normal.

Aun así eso lastimó a Jimin, Jungkook parecía ser de piedra cada día más y cada día a Jimin le costaba más poder calentarlo. Jungkook no era el mismo de antes, incluso llegó a pensar que tal vez se había cansado de él. De su relación.

Fijó sus ojos de nuevo en la tarjeta. Estaba con los nervios a flor de piel, con el corazón latiéndole rápido. No sabía si debía o no llamarlo. Bueno, Yoongi se ofreció para cualquier cosa que tuviera que decir y si necesitaba hablar con alguien, ahí estaría él.

La duda de si debía o no hacerlo también trajo el pensamiento de la confianza. Es verdad que no conocía a Min del todo pero para eso era la invitación, para poder conocerlo y... que lo escuchara.

Además, Jimin quería un amigo, alguien aparte de Taehyung con el que pudiera hablar de otras cosas o lo que fuera. Quería conocer personas.

Tomó su celular y marcó el número, se puso aún más nervioso cuando le dio el botón verde. Rápidamente se lo puso en el oído y esperó. El sonido sonó una... luego dos... y luego tres... hasta que Jimin escuchó la voz del hombre.

—Arquitecto Min Yoongi, ¿En qué puedo servirle? —Jimin se quedó sin habla, pero fue solo un instante.

—Hola, Yoongi. Soy yo, Jimin.

—¿Jimin? ¡Hola, pequeño, que gusto me da escucharte! ¿Cómo estás? —Jimin se sonrojó de inmediato y su corazón empezó a latir más rápido que antes.

—Bien... estoy... terminando en el trabajo.

—Eso es genial, yo estoy terminando unos pendientes.

—¿Interrumpo?

—¡Para nada! —Jimin sonrió.

—Bueno, yo... llamaba porque... bueno, tu dijiste que si quisiera hablar...

—Estoy a tu disposición, chico de las fresas —Jimin volvió a sonreír.

—Bueno, ¿Te gustaría... que nos viéramos? ¿Para no sé, un café?

—Me encantaría.

El hombre no parecía pensarse demasiado las respuestas. Jimin estaba satisfecho con la rapidez en la que le contestaba.

—¿Te queda el café de Rix? Es uno muy bueno, el ambiente es tranquilo y el olor es lo mejor.

—Donde tú elijas está bien para mí, Jimin. Y sí, me queda.

—¿Te parece a las cinco?

—Estaré ahí puntual.

—Perfecto —Jimin se levantó directo al baño—. Te veo entonces en un rato.

Más que lo que pides - Yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora