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Aquella bebé se removió entre sus delgados brazos, sintiendo esa inquietud de su parte el Omega solo soltó un pequeño suspiro angustiado, llevando su mano detrás de su pequeña espalda dando suaves palmadas en esta.

Una lágrima resbaló de forma lenta, que riéndose hacer bolita, se sentía tan abrumado,carajo. Se sentía tan indefenso en ese momento.

Retuvo su respiración al momento en que aún lado suyo se sentía observado.

—Hey ¡Oye!- escucho una voz más ronca causando que su propio cuerpo se pusiera tenso.

Su pequeño cuerpo tembló.

—Hey - un par de ojos azules le miraron fijamente de pronto, dió un paso hacia atrás de forma desconfiada - no es bueno que estés con este frío y menos con tu bebé ,podría hacerles daño. - habló aquel hombre, parecía alguien amable.

y lo miró bien arrugado mis cejas de forma amenazante.

—O-oh lo siento mucho, lo siento, lo primero que digo y capaz pienses mal, perdón. -  miró apenado  aquel alfa,logrando ver aquel color en sus mejillas — una disculpa.

El Omega se encogió.

— Podria llevarlos algún lugar, hace mucho frío y... Realmente no es correcto que ambos estén a esta hora.. Menos con este frío, mucho menos con una pequeña manta así. Pero si esperas a alguien podrias esperar en mi auto, hay calefacción..

Apuntó aún lado, aquella bata estaba en su cuerpo, por lo que dedujo que era un doctor, pero su bata estaba rota de un lado.

Un viento pasó por su cuerpo y tiemblo,incluso sus dientes chocaron entre sí por el frío que había sentido.

Su madre le había dicho alguna vez el no confiar con extraños.

Tenía razón, mucha razón.

Jamás debió confiar en ese extraño, agachó un poco la vista, podía salir corriendo al hospital si algo ocurría.

Eso creía.

— N-no tenemos a dónde ir - admitió bajo, teniendo también hambre por lo que su vientre se apretó apenas, agarrando a su bebé con fuerza. Pero era un extraño totalmente.

No confíes.

Sus ojos le miraron con preocupación,se sintió algo extraño en el fondo de su sér sintiendo nuestras miradas juntarse. Y sintió ese aroma.

—Tranquilo ,Hey - dice - yo podía darles asilo, si gustas, no suelo estar mucho en casa,pero .. Si es que tú quieres ,no puedo obligarte a algo que no quieras - se enredó un poco. -Creo que la estoy arruinando de nuev-

Sentí la piel fría de su hija y asintió interrumpiendo entre su desesperación finalmente. -Si.

—okay - dice después de unos segundos al escuchar sus palabras, aún manteniendo aquella expresión de preocupación - sígueme ,mi auto no está lejos.

Tragó, aún tenía oportunidad de arrepentirse.

— ¿Cuál es tu nombre ?- preguntó en cambio con un poco de desconfianza, su mirada fue hacia el totalmente.

Su aroma a café y un toque a caramelo llegó a su nariz de nuevo.

Oh.

— Tranquilo - rie nervioso, y lo vió sacar su billetera de forma torpe - soy Jean Peters — le dió aquella especie de tarjeta - médico cirujano principalmente.

"Jean Peters ,cirujano , especialista en cardiología pediátrica."

Decía la dirección, pero realmente eran los de un hospital, varios hospitales.

Abrió aquella puerta y entró aún con recelo.
El subió a su lado,poniendo aquella calefacción,quitando esa bata mirando la unos momentos con pesar,encendió en auto para ponerlo en marcha después, sintiendo una comodidad extraña.

Pudo sentir más calma.

Pero aún así su aroma se mantenía agrio, tan agrio en dos de amenaza.

—¿Y cuál es el tuyo ?- rompió el silencio, notó como se veía más nervioso.  Sus ojos me miraron un instante con suma suavidad.

—Andrew - respondió  en un pequeño hilo, agarrando a su hija, cubriendo lo mejor que podía con aquella delgada manta.

Asiente mirando al frente.

Pero no esperó la siguiente pregunta.

— ¿Y ella ?- Mira un pequeño instante a su hija que yacía despierta ,mirando a su alrededor con sus ojitos y el miró hacia al frente totalmente de nuevo.

No recordaba que un Alfa viera de esa forma a su hija.

De forma protectora.

— Amy - musitó.

Sonrie un poco finalmente, intentando mostrarse calmado.

—Es muy linda - dijo  mientras llevaba su mano en aquel botón, regulando aquella temperatura.

Sonreí poco esta vez el Omega.

Pudo sentir distinta a su bebé.

Fría.

La acurrucó más a su cuerpo, tratando de calentarla.

—¿Tiene frío?-Con un poco de pena asintió, acariciando su espalda abrazandola a su pecho.

Su brazo de alargó al asiento trasero y vi entre su mano una chamarra. Me la dió dándome una mirada leve.

—Espero que les sirva. - menciona d e forma suave, intentando no ser brusco en ningún momento.

La tomo con la respiración un poco agitada, cubriendo a su bebé.

—Gracias. - agradecí, sintiéndose aliviado, sabiendo que su cachorrita estaría más tibia, la apego a su pecho totalmente.

Pudo sentir el calor llenarla de nuevo.

Asintió un poco por su palabras,modió su labio inferior de forma ansiosa sin embargo.

—¿Tienen hambre? - volvió a preguntar de forma suave.

—Solo para ella.

—Tranquilo,yo invito ¿si?






—Tranquilo,yo invito ¿si?

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