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Andrew






El suave y pequeño llanto que había saludo de su pequeña hija le hizo automáticamente abrir sus ojos de una forma demasiada rápida sintiendo su respiración atorarse en su garganta,  levantándose de ese lugar al sentarse en esa habitación llevando sus manos a su rostro frotando delicadamente este, caminando de inmediato hacia donde su bebé se encontraba.

Aun con sus ojos entre cerrados su vista se encontró en aquel Alfa.

Sus mejillas habían logrado ponerse rojizas.

Se quedó completamente quieto y en silencio viendo fijamente como aquel Alfa aún con esa bata puesta sujetaba a su bebé contra su pecho, dándole un tipo de arrullo entre sus brazos.

Sabía que su hija no había estado mucho tiempo en contacto con alfas y con los pocos que tuvieron contacto con ellos, ella solo lloraba.

En cambio con ese hombre...

Todo parecía que su bebé estaba cómoda, ya que su llanto se había detenido.

La escuchó hipar, sus mejillas seguian Rojas al notar como el Alfa acarició delicadamente la mejilla se su bebé, la cual se encontraba de nuevo en un estado tranquilo y dándose las señales de que dormiría pronto nuevamente.

Era como si ella lo supiera.

Que ambos estaban a salvo con él.

Se dió cuenta que estaba viéndolo,con ojos brillosos y con las cejas ligeramente arqueadas y alzó las suyas.

—Oh, no me había dado cuenta que estabas ahí, creí que dormías, Amy despertó y pues no quise molestarte, estabas muy relajado además de que creo que no has descansado muy bien. —Susurra el hombre.

El Omega solo sonrió débilmente, abrazando su propio cuerpo mirando con atención a su cachorro.

Sus ojos brillosos seguian sobre el hombre.

—Ah ..yo despierto con tan solo escucharla ya es un instinto. —Muerde sus labios, aun nervioso debido a la cercanía y miró a su bebé dormir con tranquilidad sobre su pecho, haciendo que el aire llenase sus pulmones despacio, sus mejillas estando en un leve color vivo.

Oh vaya.

Jean pasa delicadamente el cuerpo de la bebé entre los brazos del llega, viendo como automáticamente esa pequeña niña se acurrucaba sobre el pecho de su madre.

Sus mejillas seguían algo rojas, estaba avergonzado a causa de que Jean le miraba detenidamente. Puso nuevamente a su hija en esa cuna despacio, viendo le dormir más tranquila y tembló nervioso,  estiró su mano sobre la pequeña mano de su hija la cual le apretó el dedo lentamente y soltó lentamente.

Relamió sus labios y suspira volviendo a frotar sus ojos,cansado, realmente cansado mentalmente.

Sintió un toque en su rostro y una leve caricia sobre su mejilla.

— Duerme, si despierta la tranquilizo.—Dice con mucha ternura y suavidad.

Asintió un poco y le mira un largo momento en silencio sin saber como agradecerle por lo suerte se puso de puntillas un loco y depósita un beso delicado en la mejilla del Alfa.

Se dió vuelta, el Alfa pasa su mano sobre su mejilla propia, el calor cubriendo discretamente su rostro y sonrió bajando la mirada.






Jean

Miró como ambos dormían tranquilamente y tomo una pequeña sábana  la cual no dudó poner sobre el Omega.


Escucha un leve sonido y de inmediato dirigió su vista en la bebé que estaba ya despierta y le regaló una sonrisa.

Ella le miró con ojos grandes, miró esos lindos ojos verdosos cosa que me hizo derretir.

Eran idénticos a los del Omega.

—¿Prometes no llorar para que tú papi duerma tranquilo?—susurró bajo , su manita se estira y toma su dedo.


Sonrie sintiendo su pequeña manita en su dedo y suspira.

—Lo tomaré como un si, pequeña.













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