Capitulo 20

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Jared

Los chicos y yo decidimos dejar a Hanna y Daniel hablando abajo, pero no pudimos evitar sentarnos en el suelo y escuchar su conversación, la verdad no todo iba bien, Daniel estaba muy molesto.

Y es muy entendible que lo esté.

Luego de que todo se puso un poco intenso decidimos irnos a nuestras habitaciones, yo en cambio fui a darme una ducha.

Cuando salí del baño observé a Daniel entrar a su habitación y Ángel seguirlo.

-Daniel por favor yo no quería. No te molestes – suplico la castaña –

-No me molesta que estés en una relación con Jared. Me molesta que me hayas ocultado todo lo que paso hace dos años y lo que paso en estos meses, me molesta que me hayas visto la cara de estúpido Hanna – espetó furioso – Y sé que fuiste la causante de que no me enterara de nada porque sé muy bien que los chicos si me hubieran querido decir. – eso era cierto –

-Pero Daniel… - suplico Hanna y miro sus pies – Perdón

-Y me decepciona mucho de ti que hayas entregado tu cuerpo y en mis narices, de paso. Me esforcé todo este tiempo en cuidarte de todos para que tu vengas y arruines todo y encima con mi mejor amigo. – vaya está muy molesto – Ahórrate los perdones – y con esto cerró la puerta frente a Hanna con una fuerza increíble, la castaña se quedo viendo la puerta impactada, miro hacia mí y pude ver sus ojos cristalizarse.

No mierda.

Y antes de poder reaccionar se encerró en su habitación. Camine hasta la mía y me puse una camiseta para después bajar las escaleras hasta la sala, Jack y Luke se encontraban en el sofá viendo la televisión así que me senté en el espacio libre.

-Escuchamos todo – murmuró Jack –

-Daniel está furioso y Hanna está llorando en su habitación – informó Luke –

-¿Cómo sabes que está llorando?

-Escuchamos las sorbidas de nariz. Ella está mal amigo.

-Lo sé – suspire – Pero no creo que deba ir con ella aún

-Yo creo que sí – opinó Luke – Pero habla con Daniel

-¿Y por qué no hablan ustedes con él?

-Porque Daniel tiene tres veces nuestra fuerza y tu eres el boxeador aquí, seremos fuertes pero preferimos la paz – respondió el rubio – Además no queremos poner en peligro nuestra belleza

-¿Cuál? – pregunte riendo y ambos me lanzaron miradas de muerte. Me levante del sofá y subí las escaleras dirigiéndome a la habitación de Ángel. Toque la puerta pero no hubo respuesta.

-Ángel soy yo – murmure y luego la puerta se abrió solo un poco, terminé de abrirla y entre para luego cerrarla, Hanna se encontraba de pie frente a mí y al segundo me abrazo fuertemente por la cintura, y comenzó a llorar de nuevo –

-Si es mi culpa – lloriqueo y acaricie su espalda – Me merezco que este molesto conmigo, nunca pensé bien lo que hacía – sollozó y más lagrimas cayeron por su rostro –

-Ángel – me separe un poco para verla y acaricie su mejilla limpiando sus lágrimas – Todo lo que hiciste no lo hiciste con mala intensión, en su mayor parte pensaste como una chica enamorada lo haría. Ve, todo se arreglara ya verás – la mire a los ojos y sonreí un poco –

-Yo no creo eso – murmuro y se soltó de mis brazos para irse a la cama y sentarse, me senté frente a ella mirándola bien – No lloró porque Daniel este molesto conmigo, lloró porque él tiene razón y sé que cometí muchos errores

¿Again?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora