Hallow's Wood

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El pequeño vehículo rojizo circulaba entre el pequeño camino que se abría entre los árboles del bosque. Era un día lluvioso de otoño y Tessa veía como las gotas de agua realizaban una peculiar a la vez que hipnótica carrera por la ventana del coche mientras se perdía en sus pensamientos y oía la música de la radio se fondo.

Sus padres eran agentes inmobiliarios y les había surgido la oportunidad de montar su propia agencia en un pequeño pueblo al norte del estado, en principio no parecía tan espantoso pero todo el mundo de Tessa se vino abajo cuando su madre le comunicó que eso requería mudarse. La muchacha estaba frustrada y aunque no quería admitirlo, asustada. No era una chica demasiado sociable y no quería ni imaginarse el horror de entablar nuevas amistades en el pueblo.

Tessa no paraba de darle vueltas a todo lo que estaba sucediendo en su vida en aquel instante y necesitaba desesperadamente un poco de aire fresco y estirar las piernas.
- Papá, en el GPS pone que hay un restaurante a cinco kilómetros, ¿podemos parar a comer algo por favor? - Imploró Tessa.
- De acuerdo, a todos nos vendrá bien algo que echarnos al estómago, aún queda un largo viaje por delante.

El coche circuló unos veinte minutos hasta llegar a susodicho restaurante aunque Tessa no sabía si podía llamarse como tal; La fachada del local tenía un color azul descolorido y un viejo letrero oxidado señalaba la puerta. El interior no era para nada mejor, nada más entrar en el restaurante, se podía percibir un olor un tanto desagradable a grasa quemada y todo el mobiliario estaba completamente sucio y desgastado.

- ¿Hay alguien? - dijo la madre de Tessa dejando su bolso en el mostrador, no sin antes limpiarlo con un pañuelo de papel.

Una puerta se abrió tras el mostrador y apareció una mujer menuda y bastante rolliza que llevaba el cabello rubio recogido en un moño y un uniforme de camarera lleno de manchas de café.
- Buenas tardes, ¿qué desean?- respondió la mujer poniéndose de puntillas para alcanzar a ver a la familia tras el mostrador.
- Buenas, ¿podría ponernos tres bocadillos y dos cafés por favor?
- Marchando señora - dijo la mujer a la vez que desaparecía por la misma puerta por la que había entrado.

Tessa aprovechó la espera para excusarse e ir al baño, el cual estaba indicado por un pequeño cartel en una esquina de la pared contigua al mostrador. El aseo constaba de tres retretes con sus respectivas puertas y tres lavabos con un enorme espejo mugriento. La joven miró su rostro abatido en el espejo; Tenía profundas ojeras bajo sus ojos verdes y el cabello rojizo sumamente despeinado. Se recogió rápidamente el pelo en una coleta y abrió el grifo para echarse agua en la cara.

Cuando volvió a mirar al espejo no pudo evitar soltar un chillido al ver a una anciana tras ella. Era una mujer menuda llena de arrugas y vestía un largo abrigo negro.
- D-disculpe señora no la había visto. - Tartamudeó Tessa.
- Oh querida no te preocupes - dijo mientras fijaba sus ojos grises como el acero en la chica. - ¿Vas camino a Hallow's Wod verdad?.
- Así es señora - respondió Tessa mientras caminaba lentamente a la puerta, ¿cómo sabía esa mujer que se habían mudado?.
- Niña, no te acerques a la casa azul, no te acerques.
Tessa parpadeó incrédula - ¿La qué?- pero la mujer había desaparecido.

Tessa regresó apresuradamente a la mesa donde sus padres estaban sentados y devoró su bocadillo sin decir palabra alguna.
- Tess, ¿estás bien?, te escuchamos gritar- inquirió su madre poniendo una mano en su hombro.
- Sí mamá tranquila, no había oído a una anciana entrar y simplemente me sorprendí al ver su reflejo tras el mío en el espejo.
- ¿Una anciana?, qué raro, juraría que no ha entrado nadie más, en fin, seguramente habrá entrado cuando estaba pagando la comida.
- Bueno, ya es suficiente descanso por hoy chicas, volvamos al coche, nos queda un largo viaje por delante- dijo el padre de Tessa mientras daba un sonoro beso en la mejilla a la madre.

La familia volvió al coche y Tessa no pudo evitar volver a quedarse inmersa en sus propios pensamientos mientras el vehículo circulaba golpeado suavemente por la lluvia; ¿quién era aquella extraña anciana?, ¿cómo sabía que se habían mudado?, ¿estaría Hallow's Woody también lleno de chiflados? y lo más importante, ¿cuál era la casa azul y por qué no debía acercarse a ella?. Todas estas preguntas se fueron desvaneciendo lentamente por el momento a la vez que Tessa se quedaba durmiendo, ignorante de que su vida cambiaría para siempre.

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