También es mi libro favorito. —agregó Min Yoongi, después de un momento incómodo de un silencio, ambos nos mirábamos.
—Me alegro.
Yoongi casi siempre, mejor dicho, siempre me hace sonreír.
Min Yoongi, tiene veinticinco años, piel totalmente blanca, una hermosa sonrisa, es más alto que yo, todos los son prácticamente, no es un estudiante, es como el chico que se encarga del comportamiento del alumnado por eso estamos en un pequeño rincón del colegio, donde hay árboles, y así. Estábamos hablando de los libros interesantes, como lo dije antes, Min Yoongi y yo somos como dos almas gemelas, se incluyo al grupo de amigos, más bien, un grupo de tres integrantes.
Estaba viendo todo del lugar, pero todo cambió, cuando sentí una mano fría encima de la mía, rápidamente gire mi cabeza y mis ojos se conectaron con los de el, el me respondió con una sonrisa leve, y lentamente sentí un aire en mi cara, que era la respiración del mayor.
En mi cabeza solo había la interrogancia de cómo mierda de besa, que hago si sus labios se ponen encima de los míos, y tampoco le voy a decir como se besa, sería una humillación.
Por inercia cerré mis ojos, y apreté mis puños, pero de golpe los abrí cuando una rara sombra se puso por los árboles, conocía esa postura, la sombra de sus aretes, las manos en su bolsillo, frunci el ceño.
Se trataba de Jeon Jungkook el chico frío sentado en el sillón de la casa de mi amiga. Pero era, porque me estaba viendo, y también que hace aquí, en el colegio, y aquí en este lugar escondido.
—¿Paso algo? —me olvide por completo del chico que estaba aquí, en frente mio.
—No, no nada. —sonríe a medias, igualmente viendo a todos.
—E-eres muy linda, ¿lo sabias?
Moví mis pestañas frenéticamente, mi estómago seguía en un nudo, como si todas las tripas estuvieran atadas.
Pero nos descuidamos cuando el timbre sonó, causando que nosotros giremos nuestras cabezas. —Debo ir a clase. —rasque mi cabeza, y me fui levantando.
—Claro, nos vemos luego. —tomo mi muñeca y beso mi mejilla.
Sus labios algo húmedos, hicieron que una corriente eléctrica pase por todas mis venas. Asentí varias veces, y me propuse a caminar, tenía miedo de alguien nos descubra, prácticamente el es como una autoridad, y yo una alumna. Esto está mal.
Me dirigí al salón, con la cabeza cabizbaja, después de esa rara escena, tuve que caminar por todo el colegio, literalmente por todo el colegio para buscar al maldito profesor de matemáticas, para que me dé un trabajo de recuperación, y a la de lengua y literatura, sigo sin entender porque reprobé esa materia, entrego las tareas, no bien hechos, pero los entrego, ¿Cuál es el punto?
Ahora estaba en la sección de los casilleros, y em eso recordé algo muy interesante..
La hora de escuela había acabado, todos estábamos ansiosos de irnos de la clase de historia, la viejita Maya es demasiado aburrida, que siempre nos dormimos.
Corrí hacia mí casillero once, con el cabello recogido, y un brillo de sabor a sandía, estaba a punto de abrir el mencionado, pero jamás me di cuenta que Hoseok estaba parado a lado mío, justo donde la pequeña puerta suele abrirse.
Duro meses culpandome por la fuerte herida que yo cause, creo que aún no me perdona.
Fue imposible ni reírme tras ese recuerdo muy gracioso, creo que parecería una loca riendo, viendo a la nada.
Avance un poco más, pero rápidamente mi paso se detuvo, como de golpe, haciendo que mi equilibrio falle un poco.
Otra vez, Jeon Jungkook esta aquí, viéndome, con la misma postura que era hace rato, Sofy ni siquiera está aquí, porque estaría espiandome, ¿Habrá pasado algo?
No tuve más remedio que ir a preguntar, tengo una mal presentimiento. Otra vez acelere mi paso, e intenté ser "amiga"
—Ho-hola. —dije, tocando su hombro, delicadamente.
El solo giro su cuerpo, alzando sus dos cejas.
—¿Pasa algo? —pregunte, con voz baja.
—Qué te importa.
No me esperaba una respuesta así, aunque viéndole bien, sería algo típico de él, solo accione en fruncir el ceño. Bueno, ahora si de malas.
—¿Entonces porque me estas espiando? —hablar de esa forma con el hermano de mi mejor amiga, es raro, literalmente raro.
—Dije, que te importa.
—Bueno, entonces diré que me estás espiando. —gire mi cuerpo con el afán de irme, pero sus dedos encajaron en mi brazo.
—Dilo, y yo diré que una alumna de este hermoso colegio, esta tirando con un profesor.
¿TIRANDO?
—¡Yo ni siquiera estaba haciendo eso! ¡Idiota!
—Basta. —cubrió sus orejas—Eres molesta.
—Y tu un mentiroso.
Hice el mayor esfuerzo de irme, por quita vez, gire mi cuerpo, moví mis brazos al mismo son de mis piernas, tenía enojo si, pero más me sentí ofendida del estúpido comentario.
—Hey Lu..
—Ahora no, Tomás. —con mi mano hice de seña que parara, pero..
—¡Tomás! —grite, abrazando al primo más hermoso de todo el planeta.
Holaaaasss.
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