Jeon Jungkook.
—¡No la cuidaste! —tenía la cabeza cabizbaja, escuchando los aturdidos gritos de mi padre.
—Me has decepcionado, una vez más. —hablo mi madre, estrechando a Sofy en sus brazos. —Despidete Sofy. —habló sin ninguna acción.
—De-despidete. —frunci el ceño, alzando mi mirada. —¿A dónde irá Sofy?
—Se va con nosotros. —filmine mi mirada—¿De qué hablan?
—Debido a ti irresponsabilidad, Sofy irá con nosotros a Europa, contigo no se queda más, ¿no te das cuanta? Estás mal Jungkook, con tomar y hacer lo que haces, no te llevara a nada.
—¡Nono! Pero si el problema soy yo, ¿porque Sofy deberá irse?
—Si, ma..
—¡No! —gritó—Te vas conmigo, y listo, es una orden, es más, el vuelo ya mismo sale, debemos irnos, despidete de Jungkook.
Miraba los ojos inundados de Sofy con las mejillas rojizas, y sollozaba varias veces. —Perdón, Jungkook, perdoname yo no quería, de verdad.
—Tranquila, okey. —acaricié su mentón—Lo siento mucho, perdón por no cuidarte como antes, Sofy lo siento. —junte su frente con la mía, odiaba esta parte de mi, Jeon Jungkook el chico frío, tiene demasiados sentimientos, odio esta parte de mi, las lágrimas salían sin control.
—Apurate.
—Adiós Jungkook, dile a Luna, que la amo mucho, es mi mejor amiga, cuidala, porfavor, es demasiado sensible, está enferma.
—Te amo Sofy. —dije entre sollozos, mi voz ya quebró, y el llanto era más fuerte.
No le digan a nadie que lloré, porfavor.
Vi como varias maletas bajaban del cuarto de Sofy, y lentamente observe como se iban alejando, cerré con fuerza mis ojos, y al abrirlos, me había transformado como un loco.
La casa se volvió como una lugar de boxeo, tiraba todos los floreros que habían aquí, las cortinas, y cojines, estaban por doquier en la casa, se sentía ese vacío de antes, ese malestar de no tener a mi hermana aquí.
Me preguntaba si los vecinos no escuchaban mis gritos,que eran super fuertes, tenía la necesidad de golpear algo aún más duro, y con mi puño, tomé toda la fuerza del mundo, y sentí mis y huesos temblar, por segundos no sentí la mano, tuve que agitar varias veces, para sentirla, pero vi como los dedos y todo estaban demasiado rojo, y algo morado.
Pasaba mis dedos por mi cabello, respirando fuertemente, caminando por todos lados, y otra vez, el chico sensible, apreció.
Recosté mi cuerpo en el sillón, y quize tranquilazarme, miraba todo el lugar, con la respiración irregular. —Sofy—dije antes de quedarme dormido llorando.
Es difícil hablar de todo esto, tengo demasiada ansiedad, y frustración conmigo mismo. Soy fuerte, si, soy valiente, pero cuando me arrebatan algo de mi, que es demasiado importante, me duele horrible, como lo es mi hermana Jeon Sofy.
Todo fue rápido, no entiendo porque soy así, me importan mucho las personas que me rodean, pero no puedo demostrarlo, por esa misma razón, todos se han ido, uno de mis amigos, Kim Seok Jin, fue uno de ellos, en Busan fuimos como hermanos, pero hubo un grave problema con su novia, y el se sintió traicionando, y se fue, pero nunca supo la realidad.
La única persona, que siempre está, es Jimin, sabe cómo soy, sabe cómo es mi carácter, y todo de mi, por eso estoy tan agradecido con el.
(•••)
—Aahg. —me queje demasiado cuando escuché golpes en la puerta, esperen esperen, ¿a que rato me saque mi camisa?
Me levante del sillón, rascandome la nuca, y con la otra fregaba mis ojos. Abrí lentamente la puerta, y me encontré con Luna vaya, no había pensado en ti.
Al verme así, rápidamente sus mejillas acumularon sangre, y sus ojeras estallaban de ardor. Sus ojos deslizaron hacia mí cuerpo, viendo mis bíceps, y músculos.
—Hola, hola. —dije aún medio dormido.
—ta-tapate. —tartamudeo, lo cual provocó una risa en mi, estaba recién levantado, no tenía la menor idea de como era mi aspecto físico.
—Entra rápido, que tengo un poco de frío. —al no ver reacción alguna, tome la muñeca de la pelinegra, y la jale hacia la casa, para evitar que el viento entre más.
—¿Donde está Sofy?—suspiré profundamente, pensando en que debo decirle, para que no sufra tanto.
—Ella..
—Esque no la he visto, por eso vine. —sonrió, ahora estoy en un aprieto. —Donde está, tengo muchas cosas que contarle. —quizo correr hacía las escaleras, pero rápidamente le detuve.
—¿Paso algo? —preguntó con voz tierna, causando un poco de dulzura dentro de mí, un poco extraño, que hasta yo me sorprendí de aquel raro sentimiento.
—Escuchame, porfavor. —la atraje hacia el sillón—Sofy no está..
—Ah, no hay problema, yo voy a verla, donde esta, y yo...
—No, Luna Sofy no está más en Seúl.
—¡Ay Jungkook! No es momento para..
—No es broma Luna, se fue con mis padres, a Europa.—senti que ese brillo característico de ella se había ido en menos de dos segundos, pero debía continuar. —Ese día que tu y los demás chicos vinieron a casa, Sofy se embriago demasiado, cuando tu ya te fuiste, ella seguía tomando, y yo no estaba pendiente de ella, tuvo un accidente en las gradas y se fracturó el brazo. —expandió sus ojos, llenadolos de agua salada—Mis padres se enteraron, fue mi culpa por no cuidarla, y ellos decidieron que ella viviría mejor con ellos, se fueron ayer en la noche, me pidió que... —que te cuidara, iba a decir. —que le disculparas por no despedirse. Yo también me siento mal.
Era inexplicable la reacción de la chica, lloraba como Magdalena, miró al sueldo, y sus labios estaban entreabiertos, algo secos, y rosas. Se quedó atónita.
—Fue mi culpa. —susurro, pasando sus dedos por su cabello.
—No, no. —negué con mis manos. —No es tu culpa.
—Si... lo es. —de repente comenzó a respirar demasiado rápido, como si hubiera corrido un maratón. —¡No! —gritó para llorar a gritos—Sofy. —dijo, completamente rara.
Su piel se torno pálida, y como si nada, cayó al espaldar del sillón, con la mano en su pecho, como tratando de controlarse.
Cuida a Luna, está enferma.
Esas palabras hicieron eco en mi cabeza, miraba detenidamente a Luna y rápido, accione en tomar su pulso, lo cuál estaba demasiado débil.
—¿Estás bien? —pregunte demasiado preocupado.
—De.. debo ir... irme. —dijo trabandose como si no hubiera aire para ella.
—Estas loca, ¿como crees que dejaré que te vayas así? —Corrí hacia la cocina, y llene un vaso de agua. —Toma agua. —dije, lo cual ella accedío, no podía mantenerse firme, sus manos temblaban.
Rodee mis manos con la suyas, y le ayude a que refrescara su boca. Su respiración fue volviéndose normal, su color de piel poco a poco volvió a ser normal.
—¿Te sientes mejor?
—Si.. —dijo en un suspiro—Gracias. —suavemente tocó mi mano, dando leves roces en ella. —Gracias Jungkook.
—Te llevaré a tu casa. —mire todo a lo alrededor, y encontré mi camisa blanca, me la puse, e intente levantarla. —Vamos.