El Diario de Jake

Capítulo VIII: PreApocalipsis

...Katherin...

Antes de que todo esto comenzara, vivía en el centro de la ciudad con mi madre, estaba estudiando psicología y por las noches trabajaba en una pequeña farmacia.

Mi vida se basaba en eso, necesitaba el sustento ya que mi madre estaba muy enferma y necesitaba sus medicamentos. Todo iba bien, mi rendimiento académico era un poco mejor que la media, con eso estaba totalmente satisfecha, ya que si todo salía bien, podría ejercer mi titulo de psicóloga y con ello, sacar adelante a mi madre y podrían realizarle la operación que finalmente la iba a recuperar por completo, era mi meta a largo plazo.

Un día estaba terminando la universidad cuando recibí una llamada de mi madre que decía que había sido hospitalizada, se sintió muy mal y llamó por si misma al hospital y fue recogida.

Al salir de la universidad inmediatamente me dirigí al hospital solo para recibir la peor de las noticias... Su enfermedad había avanzado rápidamente de una manera extraña. Inmediatamente procedieron a hacerle la operación, yo tuve que ir a trabajar por lo que no podía quedarme, simplemente fui a mi trabajo y al cabo de unos 40 minutos todo comenzaba a verse muy extraño, había visto a la gente comprar como loca, pero jamás me imaginé que sería algo de tal magnitud... Es mas, ni siquiera pensé que fuera algo malo, así que no le presté mucha atención. No fue sino cuándo el propietario, mi jefe, me dijo que me apurara a bajar las cosas al pequeño almacén que había en la farmacia, como un pequeño lugar subterráneo.

El era una persona muy gruñona, así que simplemente le hice caso y no cuestioné su decisión.

''Es mejor que te quedes aquí, ya es muy tarde para que vayas a tu casa'' Dijo. Quedé muy confundida con sus palabras hasta que se escucharon ruidos que provenía, del cielo, eran aviones, muchos de ellos. En ese momento mi jefe se alarmó y cerró las puertas con llave y bajó todo lo que podía al pequeño almacén, yo hice lo mismo y el cerró la ''Escotilla'' del almacén y nos quedamos bajo tierra, un pequeño bombillo fue encendido iluminándolo todo.

- ¿No has oído las noticias Katherin? - Dijo mi jefe.

- No... Para nada ¿Porqué lo pregunta...? - Dije.

Segundos después de mis palabras, un gran estruendo se escuchó en la superficie, todo comenzó a temblar, inmediatamente me asusté y lo primero que se me vino a la mente fue ''Mi madre...''.

Inmediatamente comencé a subir las escaleras para salir del almacén pero mi jefe me tomó de la cintura.

- ¿¡Estás loca!? ¿¡Sabes lo que ocurre allí fuera?! - Dijo, frenandome en seco. - Niña, ese sonido son bombas, y no cualquier clase de bombas... -

Pues desde aquí pasó un largo rato hasta que finalmente hizo que me quedara y yo por supuesto, lloré como una bebé...

Al rato la luz se fue por completo, quedando solo con la luz de mi celular.

El tiempo pasó en un abrir y cerrar de ojos ahora que lo pienso, salimos después de un mes y medio usando el truco de las mascaras y todo estaba cubierto de nieve,  mi jefe me había hablado de todo esto, el era un hombre solitario, lo poco que ganaba en la farmacia solamente le servía para alimentar a sus hermanos y madre, quien ya estaba muy mayor para trabajar. Y el simplemente no midió el tiempo y ambos nos quedamos encerrados, ya que todo pasó muy rápido.

Había oído que los aviones habían sido enviados desde la misma Francia para hacer una depuración en toda la zona norte, supuestamente los países dueños de las otras zonas, sur, este y oeste, también estuvieron de acuerdo con esto, al parecer nos querían mantener encerrados aquí y matar a la mayoría para sacar a los pocos sobrevivientes y llevarlos a la verdadera guerra. Todo esto estaba planeado por las grandes potencias mundiales y fue pactado en una reunión secreta de la mismísima ONU. Mi jefe no supo nada acerca del Vaticano, por lo cual realmente no sé siquiera si tiene que ver algo con todo esto.