La guardiana de los Miraculous

528 68 33
                                    

Marinette corrió sin zapatos el corto trayecto desde su automovil hasta la puerta de la casa. Lo primero que vio al entrar fue el bolso púrpura de Kendo Tsurugi en la mesa del recibidor y la bolsa de almuerzo de Mika junto a esta.

Registró sus mensajes, uno de Luka quien quería asegurarse de que estatuviese a salvo y uno de Melody avisando que estaba sana y salva en casa de los Lahiffe viendo tv con sus amigos. Esto la tranquilizó, o tal vez fue la relajante melodía de violín tocada a dueto desde la habitación de Mika.

Fuese lo que fuese necesitaba subir rápidamente a su estudio. Tratando de hacer el mínimo ruido posible para no alertar a su familia con su presencia; cruzó la puerta de su pequeño espacio seguro.

Había telas, bosquejos y revistas por todas partes. Maniquies con vestidos a medio hacer, una maquina de coser en un rincón y muchos materiales de manualidades y costura a la mano y, debajo de su escritorio, dentro de una caja para sombresos con un enorme listón rosa estaba un estuche de forma ovoide rojo con puntos negros y diversos símbolos dibujados por todos lados.

Recuerdos inundaron la mente de la franco-china. Sus pensamientos viajaron al momento en que se convirtió en la guardiana de la caja y todos los prodigios. Recordando como no deseaba aquella responsabilidad y como el peso de aquello la hizo colapsar en llanto en los brazos de su ahora esposo.

También recordó como Chat Noir y ella habían acordado guardar los miraculous de la creación y la destrucción tras meses sin ataques, con la promesa de que si llegaba a ocurrir otro incidente retomarían su trabajo de superheroes. Ese día fue uno de los más duros para Marinette. Despedirse de Tikki era la peor parte de todo aquello, sabía que para Chat Noir era igual de doloroso separarse del pequeño Plagg.

También fue impactante saber que Adrien Agreste se escondía tras la máscara del gato negro. No mentiría, tenía sus sospechas desde que Gabriel Agreste había sido capturado, el gato ya no era igual, incluso juraría haberlo visto llorar en medio de la pelea contra Hawk Moth y petrificarse ante la visión de Emilie Agreste conectada a una cama, en coma bajo el sótano de su propia casa.

Adrien estaba más que asombrado.

Fue una revelación importante para ambos el descubrir que no se conocían para nada. Que jamás habían llegado a pensar el uno en el otro como nada más que amigos.

«Chat Noir es mi compañero y amigo, no puede gustarme Chat Noir» pensó en silencio la azabache sin saber que Adrien pensaba lo mismo acerca de ella.

No se hablaron en días o quizá semanas debido al shock. Para cuando volvieron a ponerse en contacto sus emociones estaban más que claras.

«somos buenos amigos, ¿No Adrien?»

Lejos de dolerle al rubio se sintió en calma al saber que no había problemas entre él y su mejor amiga.

Marinette sacudió la cabeza sacando todos aquellos recuerdos de su cabeza y puso la caja de los miraculous sobre el escritiorior abriendo cuidadosamente el simbolo de la mariquita y el gato.

Tomó los aretes en sus mano, suspiró con nerviosismo y los colocó en sus orejas. Tras un pequeño rayo de luz apareció el kwami de puntos negros y ojos enormes.

- ¡Marinette! - sin poder evitarlo se abalanzó sobre la portadora y acarició su mejilla con todo su diminuto cuerpo - te he extrañado pero, si me has llamado ha de ser porque Hawk Moth ha vuelto a aparecer.

Tikki era un manojo de emociones en ese momento. Estaba feliz pero realmente preocupada. Y sobretodo estaba gratamente sorprendida con lo cambiada que estaba su gran amiga, su cabello apenas atado de forma delicada, sus ojos brillantes y algo cansados, ligeras marcas de expresión en su rostro. Tikki estaba tan contenta de que Marinette haya crecido tanto que apenas podía contenerse.

A Miraculous Tale: The Rise Of Two HeroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora