S E R E N D I P I A [Choi Soobin/ editando]

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Ya habíamos llegado todos al lugar donde nos quedaríamos a vacacionar, mi tía aún no llegaba y pues mientras esperaba me senté al borde de la piscina a escuchar música.
Profesores y sus familias llegaban, vi a algunas chicas y chicos que aparentaban mi edad también, llegaban con su familias.

Vi en mi celular una notificación, era una foto de parte de Soobin.

I'm waiting for you, princess

Miré esa foto por varios minutos y me di cuenta.
Ese fondo y esa casaca.
Un chico con la misma casaca pasó casi volando por aquí, no le vi el rostro por lo que no le presté importancia. Y el fondo, de ese mismo color es una de las paredes de la sala de recepción del hotel.

Corrí hacia ese lugar, imaginando que Soobin estaría ahí, quizá estaba delirando porque lo extrañaba mucho pero no perdía nada con intentar.

Llegué y busqué con mi mirada entre la gente, no lo vi. Resignada, decidí ir a mi habitación en el hotel. Caminé hacia el ascensor y lo divisé.
Él estaba con su hermosa sonrisa esperándome dentro, corrí lo mas rápido que pude y salté sobre él.

¿Me extrañaste?

Yaaa, eso no se pregunta. Claro que te extrañe. Pero espera, ¿esto es real? ¿eres tu? ¿cómo llegaste aquí? -dije estirando sus cachetitos-

Pues, fue una sorpresa. Mis padres son profesores en la universidad y no te dije porque si no ya no sería sorpresa -depositó un beso en mi frente-

Ayy, te amooo. Estas serán las mejores vacaciones.

Ya estaba cayendo la noche y se nos ocurrió una gran idea, nuestras familias cenarían juntas por primera vez. Nuestros padres estaban encantados y mis hermanos se encariñaron con la hermana de Soobin. Todo era perfecto ese día, incluso me dieron permiso de ir a la playa con Soo y su hermana.

Tan pronto llegamos ella nos abandonó y se fue por su lado.
Binnie y yo caminamos por la orilla de la playa tomados de la mano.

Cuando nos alejamos lo suficiente, decidimos sentarnos en la arena y apreciar el paisaje. No tardamos en dejarnos llevar por las emociones (if you know what I mean 7u7)

El ruido de las olas se convirtió en nuestra música, me encontraba sentada sobre el regazo de mi novio mientras él me besaba lentamente.
Sentía como sus besos bajaban hacia mi cuello y mi clavícula. Por varios minutos fue así, hasta que sentí sus manos por mi espalda. Cada toque que daba me emocionaba más, mientras bajaba hacia mi trasero empecé a besarle apasionadamente, no sabia que era lo que mi cuerpo me pedía pero lo quería ya.

Él se detuvo, su respiración agitada me provocaba cosquilleos, su mirada había cambiado, se veía cansado pero excitado al mismo tiempo. Sin pensarlo mucho estampé un beso en sus labios un beso desesperado, un beso donde mi lengua y su lengua tomaban el control, un beso tan propio de dos amantes en la oscuridad. Después de varias sesiones de besos y tocamientos sólo nos acostamos en la arena y vimos el cielo.

Eres el mejor -dije sin pensar, provocándome a mi misma un leve rubor-

Me encantas -respondió el pelinegro-