S E R E N D I P I A [Choi Soobin/ editando]

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Puedes salir un momento?
Por favor, princesa
Sal de tu torre un momento
Visto a las 3:37 pm

Lo que hizo aún me tenía molesta, pero también ansiaba verlo, deseaba con todo mi ser abrazarlo y escuchar su voz. Debería perdonarlo, ni él ni yo podemos seguir así, además no dejaré ir a mi Binnie con otra.
Realmente me duele la situación pero mi orgullo es más fuerte. Aún así, creo que es mejor dejar todo lo malo de lado y solo seguir lo que el corazón dice.
Y mi corazón muere por verlo de nuevo, abrazarlo y sentir su compañía.

Te veo en el parque.
En 10 minutos

Gracias gracias gracias princesa!!!!
Visto a las 3:47

Me dispuse a arreglarme rápidamente e ir a su encuentro. Me sentía emocionada después de todo.
Cogí las llaves de mi casa y salí hacia el parque que estaba a la vuelta de mi casa.
Caminé rápidamente hacia la entrada y ahí estaba él, las malditas mariposas empezaron a hacer efecto en mi.
Estaba cada vez más cerca, ya no sabía como disimular mi cara de emoción, no quería sonreírle aún.
Pero en mi plan me olvidé de un detalle, Soo vino corriendo hacia mi, y me abrazó.
Estaba estática, realmente me extrañó y yo a él. Ese abrazo fue muy emotivo, no necesitaba más para ser feliz. Mis lágrimas sólo caían, algo irónico pues yo misma me hacía sufrir al ignorarlo.

Perdón por ignorarte estos días -dije, dejando mi orgullo de lado, y con la voz semiquebrada-

Perdóname a mi princesa, tu sólo estabas enojada por lo que hice. Prometo que no lo haré más.
-besó mi cabeza-

Estuvimos abrazados como por 10 minutos, él llenó mi cara con besitos.
Él es tan tierno, el enojo no me iba a durar tanto después de todo.

¿Quieres comer algo? -preguntó Soo-

Pues, quiero comerte a ti -dije sin pensar, haciendo que me sonroje al instante-

-soltó una risita- Si es lo que mi princesa me pide, así será. -tomó mi mano y me llevo hasta su casa-

Yaaa, ¿qué haces? -dije asustada-

Shhh -puso su dedo en sus labios, acto siguiente abrió la puerta de su apartamento y me llevó hasta adentro-

Entré y pues no había nadie en casa. El me pidió que espere y pues mientras él se fue a buscar algo me senté en el sofá de la sala.
No paso mucho tiempo y él regresó, traía un objeto pequeñito entre su mano.
Se sentó a mi lado y tomó mi rostro suavemente.

Te pondré esto -sacó un brillo labial, que liberaba un olor a frutilla-

Está bien! -dije como si estuviera segura de lo que el iba a hacer-

Soo tomó delicadamente mi rostro y lo acercó, aplicó de manera uniforme el brillo en mis labios, estaba algo nervioso pues temblaba un tanto.

¡Listo! -dijo emocionado-

¡Wow, buena elección! El sabor a frutilla me encan.. -dije sin siquiera a terminar la frase, pues había estampado sus labios gruesos contra los míos.
Tan pronto sentí que su lengua entraba en mi, solté un débil gemido sin darme cuenta. Nuestras lenguas bailaban al compás de una bella música que sonaba en mi cabeza cuando estaba con él.
Se sentía tan bien hacer eso con la persona que amas, y cada vez era más placentero.
Me recostó en el sofá, y se puso encima de mi. Ambos estábamos agitados hasta ese punto, él estaba algo sorprendido pero sin pensar puse mis manos en cuello y lo pegué a mi nuevamente. Sus labios y los míos hacían fricción, sus besos húmedos bajaban a mi cuello. Este chico me traía loca, sentía tanto placer que empecé a morder su labio inferior, el soltaba gruñidos que me encendían más y más.
Cuando ambos nos cansamos, sólo atinamos a tirarnos a la alfombra a descansar, nos encontrábamos agitados y satisfechos.
Tan pronto nos echamos quedamos dormidos en el suelo. Ambos con una sonrisa de satisfacción.