VI. Floreciendo.Sus ojos azules los cuales parecían el reflejo de los míos me miraron mostrando confusión. Thea se había quedado callada con lo último que le había dicho pareciendo así tratar de encontrar el trasfondo de mis palabras.
No quería crearle una guerra de pensamientos en su cabeza, tampoco que le diera muchas vueltas a algo que ella no podría entender de momento. En si, solo había sido un consejo por si en el futuro lo llegara a necesitar.
—La última vez que me adentré en el laberinto tenía ¿seis años? No lo recuerdo bien. —Dije con el propósito de cambiar el tema, pero al mencionar ese pequeño dato los recuerdos inundaron mi mente.
Por supuesto que yo recordaba muy bien la última vez que me adentré en el laberinto.
Ahora el que tenía una guerra en la cabeza era yo.
Fue como si pudiera volver a sentir el agarre de Shawn en mi brazo, o sus manos acunando mis mejillas. Aún podía sentir la calma que él transmitía y el terror en el que yo me consumía. Mas esos recuerdos no me llevarían a nada grato, así que opté por la mejor opción, tratar de volver a olvidar.
Recordé a Thea junto a mi y volví a hablar. —En fin, no pienso quitarte más tu tiempo, puedes retirarte, cariño. —Dije sabiendo que no podía retenerla aquí, ella tenía trabajo y no quería causarle problemas, mucho menos con Shawn.
—Con su permiso, prín... —Ella inicio pero me apresuré a interrumpirla.
—Cariño. —Fue lo único que le dije como advertencia.
—Con su permiso, Nash. —Se corrigió llamándome por mi nombre en lugar de esa horrible etiqueta que me condenaba. Thea sonrío y pensé que realmente tenía una sonrisa muy bonita.
—Aún tenemos que trabajar en eso de las formalidades, me haces sentir viejo. —Comenté sonriéndole, en verdad quería que ella me tuviera confianza.
La castaña no dijo o hizo algo más, aún con su sonrisa se alejó, y siendo honestos, mientras se alejaba, algo en mi parecía acongojarse, como si no quisiera dejar de verla, pero eso sucedió cuando su figura se adentró en el castillo.
Suspiré mirando la comida que Thea me había traído, mi apetito despertó tomando en cuenta que no había desayunado debido a que me había levantado tarde. Repasé todo lo que la charola contenía, no tardé en notar la ausencia de servilletas y supe que ese sería un pretexto perfecto para ir a buscar a Thea otra vez.
Dios, si no me controlaba esto se me iba a salir de las manos.
Me puse de pie y me encaminé hacia el castillo, pronto me adentré en este desplazándome con familiaridad en los pasillos, a medida que continuaba mi andar comencé a escuchar voces de mujeres, reconociendo de quienes se trataban casi de inmediato. Sky y Thea.
—Nada de Sky, te vi sentada junto a él, ¿acaso te acostaste con él en la fiesta y por eso te desapareciste? Porque si es así te has convertido en mi ídola. —Supe que estaban hablando de mi, no reparé mucho en el hecho de que ella creía que Thea y yo nos habíamos acostado.
Reparé en que ellas parecían ser amigas, digo, solo a una amiga le dirías ese tipo de cosas. Pero, ¿qué tan amigas eran? ¿Sky le habrá contado que ya nos conocíamos de antes? No lo sabría con exactitud, pero si lo dudé.
—¿Me estás llamando fácil? —Replicó Thea y yo fruncí mi entrecejo.
Oh, cariño, tu nunca serás "fácil" solo por acostarte con alguien, sin importar cuanto tiempo llevas de conocerlo, mientras tu lo quieras, lo demás no importa. Pensé como si le estuviera respondiendo, cundo tuviera oportunidad se lo diría, si Thea pensaba así sería muy fácil que alguien se aprovechara de ella y la hiriera.
—Te estoy llamando ídola. —Sky replicó como si mostrara que no había vergüenza alguna en lo que ella sugería. Realmente siempre me agrado esa rubia.
Decidí que era momento de salir de mi "escondite" y me presenté en su campo de visión.
—Hola otra vez, cariño. —Dije y sus mejillas adquirieron un color rojizo, deduje que se debía a como la había llamado frente a Sky y a la manera en que esta la había mirado.
—¿Se le ofrece algo? —Me preguntó curiosa, podía sentir los ojos verdes de Sky mirarme detenidamente, la miré por un segundo en el que ella negó, como si me diera a entender que no fuera a mencionar nada frente a Thea. Decidí respetar sus deseos, como siempre.
—En realidad si, me estaba dirigiendo a la cocina por un par de servilletas, al parecer las olvidaste. —Contesté regresando mi atención a Thea, aunque ella probablemente ni notó el momento en el que miré a Sky. Metí ambas manos en los bolsillos de mi pantalón y para mi no sorpresa Sky se apresuró a hablar.
—No se preocupe, su majestad, ahora mismo voy por ellas. —Dicho eso salió casi corriendo dejándonos solos a Thea y a mi, no le puse mucha atención a la rubia pues no quería que la castaña lo mal interpretara, además de que quería mantener sus secretos a salvo.
—Cuantos años tienes, cariño? —Pregunté al azar para tener un tema de conversación mientras Sky regresaba.
—17. —Respondió la castaña algo extrañada. ¿17 años? ¿Cómo es qué alguien a tan poca edad ya esté metida en lo que ella? Me sentí mal por Thea, pero no me permití sentirlo tanto pues Shawn sabía lo que hacía, y él siempre estaría primero.
—¿De cuantos años parezco yo? Si dices treinta te exilio del reino. —Comenté en broma para aligerar la situación que en mi cabeza se creó.
—¿19? —Trató de adivinar.
—20, mi cumpleaños es en Diciembre, así que ve preparándote para la mejor fiesta del mundo. —Alardeé continuando con mi sentido carismático.
—Aún faltan más de seis meses, recién es mayo. —Respondió, tenía razón pero no se había detenido a pensar que últimamente los días pasan tan rápido que cuando menos lo esperemos ya estaremos en Diciembre.
—Como sea, ¿cuándo cumples años, cariño? —Me interesé.
—15 de julio. —Contestó y yo le sonreí.
—Espero estar invitado a la fiesta. —Dije.
—Lo estás. —Respondió casi con confianza, y eso me hizo alegrar. Quería que ella confiara en mi, para que en un futuro algo pudiera surgir a base de ello.
Sky regresó con el par de servilletas y me las entregó dándome una mirada sabiendo que era su cómplice guardando su secreto, hizo una reverencia ante mi y tan rápido como llegó se volvió a alejar.
Esa fue mi señal para dejar ir a Thea otra vez. —Ahora si no te quito más tu tiempo, ten una buena tarde, cariño. —Le deseé sonriéndole, y sin más me di la media vuelta y regresé al jardín.
Al salir del castillo por algún motivo el laberinto llamó mi atención. Olvidándome de la comida fui hacia este, me detuve frente a la entrada pero no pude obligarme a volver a entrar.
Miré hacia la izquierda, en un punto donde flores crecían.
Sonreí. Los tulipanes estaban floreciendo.
Hola, hola. Aquí el nuevo capítulo que @ paolaguilarr pidió en Instagram luego de que ganara en una dinámica que organicé. Gracias por la paciencia, los amo. ⚡️
¡Feliz 2020!
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NEVER KING |N.G.|
FanfictionÉl era un príncipe, uno que no deseaba ser esclavo de una vieja ley. Él era un príncipe, uno que anhelaba la libertad. Él era un príncipe, uno que nunca quiso ser rey. (Derivado de "KING")