❝Me gusta que estés tan rota, rota como yo, quizás eso me hace un tonto. Me gusta que estés tan sola, sola como yo.❞
-Roger Taylor.
FLECHAZOS DORADOS #1
( Basada en la canción 'Broken' de lovelytheband )
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Se abrazó más al cuerpo a su lado sin abrir sus ojos aún. Frunció el ceño. Él también apretó un poco más el abrazo.
Jennifer abrió sus ojos.
Se sentía incomoda. Ella estaba debajo de las mantas, pero él se encontraba encima de ellas.
—Roger.
Hizo una mueca, pero nada más.
—Vamos. Despierta—gruñó—. ¡Roger!
Quitó el brazo que estaba debajo de la cabeza de Jenn y el otro que estaba enrollado en su cintura. Se quedó mirando al techo.
—Eres lindo, me trajiste anoche—murmuró. Se encontraba de lado, agarró una manta tapándose algo del rostro, él giró su rostro. Jenn sonrió en su dirección—. Me alegro.
Roger extendió su mano y acarició la mejilla de la chica. Jennifer había olvidado sus miedos y se estaba dejando sentir esta rara electricidad que siempre sentía cuando estaba con él. Agarró su mano y besó la palma.
—¿Quieres ir a comer?—sugirió Jennifer. Sonrió mientras asentía para convencerlo, él rodó los ojos y asintió haciendo que la sonrisa de ella se ensanchara.
La ojos miel se levantó primero y se dirigió a su armario, sacó un suéter y unos pantalones acampanados, además de su ropa interior. Se puso de puntillas y agarró dos toallas del compartimiento de arriba.
—Iré a bañarme.
—¿Y quieres que te acompañé?—preguntó, sonrió de lado.
Le arrojo una toalla al rubio.
—Tal vez en otro ocasión—sonrió siguiéndole el juego—. Por cierto, las duchas masculinas están cerca de la portería. No te perderás—le guiñó un ojo y salió.
Caminó hasta las duchas, dejó su ropa en un banquillo y procedió a bañarse.
Bostezó al salir.
Se secó y comenzó a vestirse.
Se dirigió a la puerta de Candy, pero al alzar su mano para golpear oyó gemidos y prefirió ir directo a su habitación.
Roger no aún no volvía, dejó su toalla en la ventana y volvió a salir. Se dirigió al corredor de los teléfonos.
—¿Hola?
—Hermanita, ¿cómo estás?
Suspiró de alivio y sonrió, la persona con la que quería hablar.
—Bradley. Estoy bien. ¿Te gustó la universidad?
—Sí, supongo. ¡Me dieron la beca!
—¡No puede ser! Qué bueno... ¿Y Cómo está Rebecca?—mordió labio inferior.
Frunció el ceño ante el silencio por parte de su hermano. Vio a Roger a lo lejos y alzó su mano.
