Capítulo 12.

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Se sentó sobre su cama, miró a los chicos sentados frente a ella

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Se sentó sobre su cama, miró a los chicos sentados frente a ella. Frunció el ceño.

—¿Van hablar?—preguntó. Se iba a levantar, pero su hermano se adelantó y la volvió a sentar—. Wow, esto parece ahora un secuestro. ¡Ayuda!—exclamó, la agarró los brazos y le tapo la boca.

—Vamos, princesita. De verdad, me gusta él.

Jennifer miró a todas partes, quería evitar los ojos de la pareja. Él le romperá el corazón, pensó. Cerró los ojos, alejó el brazo de Brad, apretó el tronco de su nariz.

—Podemos evitar el tema, el otro día todo salió mal, por favor.

Flashbacks pasaron por su mente, su única amiga llorando por su tonto hermano y ella teniendo que consolarla.

Pasó su mano por su espalda haciendo círculos. Acarició su cabello después, dejé que la otra chica apoyara su cabeza sobre su hombro.

—Lo lamento, Laura—murmuró, su voz se quebró—. De verdad, mucho—sollozó, le dolía ver a su mejor amiga así. En serio lo lamentaba, aunque le había advertido  incontables veces lo estúpido que era su hermano.

Ese día se habían enterado que Bradley Lincoln tenía un par de chicas más con la que salía.

—N-no es tu culpa, J-Jennasorbió su nariz—, es mía—dijo quitándose las lágrimas que caían por sus mejillas de rabia, se levantó de golpe desconcertando a la chica de ojos mieles—. Ya es tarde, Jenna y mamá quiere que vuelva a casa temprano.

Jennifer perdió a su mejor amiga ese día. Laura comenzó a ignorar sus llamadas, dejó de hablarle en los recreos y una vez más la menor de los Lincoln se volvió invisible.

Luego estuvo Niccolo, él fue el mejor amigo de Bradley y novio de Jennifer, ambos terminaron porque él decidió suicidarse junto con su único y verdadero amor, Laura Benedetti.

Comenzó a llorar, no había pensado ellos hasta ahora que su hermano estaba repitiendo la historia. Sollozó, estaba pasando de nuevo. Su hermano y Laura se habían sentado frente ella, y le contaron sobre su relación.
Negó con la cabeza repetidas veces.

—Todo se está repitiendo, Bradley—susurró mirando a su hermano. Su respiración se volvió entrecortada, su pecho dolía.

La pareja se miraron entre sí, el castaño se sentó junto a ella.

—Es otro maldito ataque de pánico—observó. Trató de tranquilizarla. Candy salió de la habitación—. Jennifer, Jennifer... Jenny.









Negó con la cabeza, sólo quería salir a caminar un momento sin compañía.
Alguien golpeó la puerta, la rubia se levantó enseguida y abrió, le sonrió al hombre.

—Tiene una llamada, Señorita Jennifer—informó el Sr. Grimes, le sonrió de labios.

La rubia alzó sus cejas y asintió, se giró.

—Ven—le ordenó a su hermano—. Ya voy, gracias—se dirigió al Sr. Grimes, éste asintió.

—¿Qué? ¿Por qué?—soltó extrañado, la menor rodó los ojos y empujó al chico—. Ya, ya. ¡Jenn!

—Gracias, Candy. ¡Vamos!

Corrió hasta la oficina del señor Grimes y agarró el teléfono, sonrió.

—¿Lincoln viajera?—murmuró. Brad frunció el ceño.

¡Jenn! ¿Cómo estás?— preguntó, parecía feliz.

—Eh, Char, Bradley está aquí.

La mayor de los hermanos Lincoln frunció el ceño desde el otro lado de la línea, liberó el aire que no había notado que contenía.

Por otro lado, el de al medio, alzó sus cejas sorprendido y escuchar a su hermana le hizo recordar el día qué se fue de casa, el enojo había vuelto, pero estaba confundido, no sabía hacia quién debía ir ese sentimiento.

—Hola, Charlotte. ¿Dónde estás?—preguntó, le quitó el teléfono de las manos y lo colocó sobre su oreja.

Habían olvidado sus problemas.
Hablaron por casi más de hora y media, pero llegó el momento de cortar, a ninguno le apetecía esa opción.

De acuerdo, mis bebés, debo irme. Aquí la señal es un asco, no adivinan en dónde estoy para captar algo—bromeó, se oyó algo de estática—. L-Los quiero.

—¡Adiós, nosotros igual!—exclamó Jenn y su hermano cortó la llamada.

Brad mordió su labio inferior.

—Lamento molestarte con el asunto del dinero de papá—dijo dejando confundida a la rubia—, jamás volveré a mencionarlo, sólo no ocupes ese dinero.

Jennifer hizo una mueca, pero asintió cuando su hermano le dio la espalda para volver a su habitación.

—o—

La menor frunció el ceño, le resultaba raro el qué su hermano la haya invitado a comer, solos.
Se sentó y esperó a su hermano en una mesa alejada en el fondo del local.

Agarró el menú y comenzó a hojearlo, metió una mano al bolsillo de su abrigo, sacó una cajetilla y acercó un cigarrillo a sus labios, para su sorpresa el camarero le tendió un fósforo encendido, le agradeció con una sonrisa.

Alzó sus cejas sorprendida al notar quién era.

—Steve Williams, jamás imaginé que serías camarero de algún restaurante.

—Mis padres son los dueños—comentó, entrecerró los ojos y la señaló—. No sé tu nombre, pero sé quién eres, Lisa, mi mejor amiga, me habló sobre ti.

—Mi nombre es Jennifer. Además John es mi amigo también.

¿Deacky? Wow. ¿De dónde lo conoces?—preguntó divertido, ella se encogió de hombros y apretó sus labios—. Oh, carajo—murmuró sorprendido, rió, le parecía gracioso el qué su amigo tímido haya tenido sexo con ella.

El chico iba a decir algo más, pero el mayor hombre de los Lincoln había vuelto y se sentó frente a su hermana, miró al chico expectante.

—Hola. Quiero el almuerzo del día.

Williams asintió y agarró su bolígrafo para escribir el pedido, señaló a la rubia.

La chica Lincoln miró otra vez el menú, señaló la hamburguesa especial sin carne. El moreno asintió por última vez y fue para entregar la nota.

Jennifer suspiró y pegó su espalda al respaldo de la silla.

—¿Por qué me trajiste?—preguntó y se incorporó. Alzó una ceja.

—Sólo quería que habláramos de la gira—respondió, aceptó las bebidas que le ofrecía el camarero.

—Gracias—le sonrió a Steve.

El sonido del beeper de Jenn interrumpió el habla del mayor. Frunció el ceño. Es el código de su novio.

Like me🏹Roger Taylor¹. AUWhere stories live. Discover now