Más allá de la ficción

Brasil & Chile

Advertencia: Esto es un BL, boyslove, yaoi, hombrexhombre, slash o como gusten llamarle si no te sientes cómodo con este tipo de contenido estás en tu derecho de no leer.

Rina: Hola gente bonita, aquí andamos con esto nuevamente, como siempre hago el recordatorio de que es comedia y no se busca ofender a nadie.

Rini: Esperamos que se rían un rato con nosotras.

~~~***~~~

—¡Ay no mames! —sintió el dolor característico en su pecho, tanto que tuvo que llevar una mano para estrujar cerca de su corazón en un intento por apaciguarlo pero fue inútil— Chingada madre, diario digo que es la última vez y no más... no más no aprendo —sin remedio se le quebró la voz.

—Weon... —a su lado, Chile se puso en movimiento para propinarle un fuerte zape en la cabeza— ¡Deja de leer esas cosas!

—¡Cómo vergas me morí! —ya nada pudo hacer para evitar las lágrimas que cayeron por sus mejillas.

—¡No entiendo por qué te gustan! —con frustración se cruzó de brazos— ¡Si fueran puras memes lo entendería pero por qué te gustan los de drama! —exaltado negó con la cabeza— ¡Y peor aún, de todos los "fandoms" que hay por qué en el que nosotros somos los protagonistas! ¡No puedes ser como Perú que lee los de los monitos chinos! —el mexicano no le prestó atención, estaba más entretenido intentando secar sus lágrimas y abanicándose.

—Se fuerte cabrón, se fuerte —repitió como si de un mantra se tratara, así mismo mordió sus labios. Sin embargo no podía detener su escena dramática. Sobresaltando al otro se puso en pie—. Tengo que hablar con él —deprisa salió corriendo en dirección de la cafetería, el sudamericano, una vez que se recuperó de la conmoción, fue tras él.

—¡Weon no hagai una locura! —gritó aterrado.

México no lo escuchó, sin detenerse pasó uno a uno los pasillos hasta entrar a ese espacio destinado por la ONU para que pudieran tomar algún aperitivo. Paseó sus ojos por el lugar hasta que lo encontró. Nublado por la tristeza corrió el último tramo hasta arrojarse a los brazos de un sorprendido ruso.

—¡Rusia! —exclamó sollozando, al mismo tiempo en que se acomodó para quedar sentado sobre las piernas de éste— ¡Ay, Ruski escúchame bien! —se separó para tomar con sus manos las mejillas del soviético— No importa lo que pase siempre, siempre voy a estar ahí para ti —más lágrimas brotaron de sus hermosos ojos dorados— Y aunque la pinche muerte se interponga entre nosotros, quiero que seas feliz —otra vez volvió a abrazarlo.

El euroasiático parpadeó extremadamente confundido, no necesitaba de su instinto para notar que algo en definitiva no estaba bien. Conocía al latino desde la segunda guerra mundial, tenían algunos tratados comerciales, estaban en pláticas para que sus ciudadanos ya no necesitaran la visa para viajar entre sus países. Asimismo, siempre que tenían oportunidad, conversaban de camino a las reuniones (o en las reuniones si coincidían en asientos cercanos) e incluso habían bebido juntos pero de ahí en más no es como si tuvieran una relación especial. Por lo que tal muestra de... ni siquiera sabía cómo llamar a lo que estaba pasando.