Más allá de la ficción

Corea del Sur

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Importante leer:

Esto es para adultos, si eres menor de edad lee bajo tu propio riesgo. Al principio estará la etiqueta de "Advertencia", donde se pondrán los fetiches, filias o lo que sea que haya en el escrito. Pido por favor que si no están cómodos/as con algo no lo lean. Esto también aplica para la pareja, si por alguna razón no te agrada la pareja, estás en todo tu derecho de no leerlo.

Por otro lado, los temas que se mencionan en esta historia son importantes en el mundo real y no se pretende hacer burla o minimizar la gravedad. Esto es ficción, el único objetivo es entretener por lo que no debe ser tomado en serio.

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Advertencias:

*Contenido homoerótico. Lenguaje explícito sobre relaciones sexuales entre dos hombres (No hay marca que separe esto de lo demás).

*Uso de drogas.

*No consensuado.

*Violencia explícita.

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Con paso seguro, camina hasta el lugar que preparó. Él no se caracteriza por ser alguien desorganizado sin embargo la circunstancia lo amerita y al tener que actuar rápido no tuvo el tiempo que, le hubiera gustado, invertir en su plan. Aun así lo llevará acabo. Sin borrar la siniestra sonrisa de su rostro, se agacha para colocar el cuerpo inerte sobre la alfombra. Ríe al observar el singular patrón de lo que parecen ser flores. A decir verdad, aquellos vívidos colores sólo acentúan los propios del país inconsciente.

Se levanta para acercar y acomodar el equipo de grabación de forma que quede a un metro de distancia de donde pretende llevar a cabo su espectáculo. Lentamente se acomoda entre las piernas del otro. Estira su brazo para asegurarse que es capaz de manipular la cámara a la cual, saluda con cinismo, casi puede escuchar las súplicas de su hermano, pidiéndole que no lo haga. Se estremece de sólo pensar en la mirada llena de dolor que probablemente tiene.

Después de pensar aquello, decide empezar de una vez. Desabrocha el pantalón para bajarlo hasta que lo retira por completo, hace lo mismo con la ropa interior. La camisa de vestir simplemente la desabrocha, dejando al descubierto el delgado pero marcado torso. Ata ambas muñecas por encima de la cabeza, pasando la cuerda por un tubo pegado a la pared que evitará que pueda moverlas. Por último revisa que la tela que cubre sus ojos esté bien puesta.

Saca de su bolsillo lubricante y un condón, los deja de lado pues primero debe conseguir una erección. Pasea la mirada por el cuerpo, se relame los labios.

—Tal vez no sea tan difícil como pensé —dice con una sonrisa de medio lado.

Sus manos se ponen en movimiento, deslizándose por las piernas bicolores. Aprieta los muslos con sus dedos y sube hasta la cadera, se detiene sólo para alzarlo un poco, de forma que su redondo trasero quede alineado a su entrepierna. Aún sobre su pantalón lo restriega, la fricción despierta su libido. Se inclina hacia el frente para comenzar a succionar el blanco cuello, necesita dejar marcas visibles, por lo que se entretiene un momento ahí. Una vez que queda satisfecho, retoma su ascenso hasta alcanzar el rostro.