Impotencia

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Qué duro, que difícil. Por qué
se desmorona y nada me ata?
Aún así no puedo moverme.
Deja de mirarme con esos ojos y
chantajearme, causando ese sentimiento  tan repulsivo
que no me deja evitar que
lo que quiero se destruya.
Impotencia, causa
de las noches de lágrimas
y desvelo, de las tardes afónico
y de las uñas rotas.

Tengo atadas las manos,
cosidos los labios,
abiertos los ojos, las piernas
tuyidas y te veo; te veo partir y me duele, me duele que no sea mi culpa; pero no puedo moverme.

Rétame con tus palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora