Qué duro, que difícil. Por qué
se desmorona y nada me ata?
Aún así no puedo moverme.
Deja de mirarme con esos ojos y
chantajearme, causando ese sentimiento tan repulsivo
que no me deja evitar que
lo que quiero se destruya.
Impotencia, causa
de las noches de lágrimas
y desvelo, de las tardes afónico
y de las uñas rotas.Tengo atadas las manos,
cosidos los labios,
abiertos los ojos, las piernas
tuyidas y te veo; te veo partir y me duele, me duele que no sea mi culpa; pero no puedo moverme.
ESTÁS LEYENDO
Rétame con tus palabras
PoesiaEn este libro hay mucho de una persona que se hizo especial en poco tiempo. El título se lo debo a qué diariamente me da una idea y yo escribo sobre ella. Así que aquí les regalaré 30 ideas de una sola musa.