The crimes of Birbury

1. Coln River

"Han encontrado el cuerpo ahorcado de Lara Clever, desaparecida hace una Semana, no se sabe la causa de la muerte, pero todo indica un asesinato"
John miraba la tele esa mañana mientras pasaban la terrible noticia. Lara era su vecina, incluso la recordaba de su secundaria, a penas unos años menor que él, una niña de apenas 17 años, llevaba una semana desaparecida para aquel 27 de enero, todo el pueblo la buscaba, eran apenas seiscientos veintisiete habitantes en Birbury.
-¿Apareció la muchacha?- Le dijo su madre mientras le entregaba el desayuno
-Sí, ahorcada en un árbol frente al río Coln - Le agradeció con un asentimiento de cabeza a aquella mujer canosa y de contextura pequeña.
-Es una desgracia, lo peor es que el asesino sigue allí- La madre de John miraba fijamente la pantalla mientras el padre de Lara hablaba con los medios.
"No vamos a parar hasta encontrarlo, voy a buscarlo por todos los medios posibles, por quitarme a mi niña, por destruir mi familia"
Aquel hombre, Robert Clever, era un hombre alto, corpulento, pero se veía tan vulnerable frente a las cámaras aquella mañana, como si le hubieran quitado la vida de su cuerpo, y no era para menos, habían matado a su niña, a la única persona que lo mantenía en pie.
La mamá de Lara había sido victima de un cancer de ovarios que se la llevo a la corta edad de 20 años, cuando su hija apenas tenía siete meses de nacida, Robert nunca supero a su amada Luna, aquella risueña joven española que era la vida del hombre Clever, pero él tenía que aprender a vivir sin ella, su hija lo necesitaba, y así fue, acompaño a Lara en toda su vida, trabajo día y noche para darle todo lo que la chica necesitará, era un padre ejemplar, capaz de dar la vida por su hija, pero allí se encontraba, frente a una cámara de televisión reclamando justicia por su princesa, por su bebé.
-No sé cómo hay gente capaz de hacer semejante atrocidad, este mundo se vuelve más oscuro cada día- John suspiro, pensando en las leyendas que azotaban a su pueblo y un escalofrío lo recorrió, no era posible que eso estuviera pasando ¿O si?.

Enero del 2000.
"Buenos días a todos, quizá no tan buenos, nos encontramos frente a la iglesia St. Mary's, sitio en donde encontraron asesinado al joven Lucas Levington de tan solo dieciocho años, las causas de la muerte son desconocidas para nosotros todavía, pero el fiscal de la causa asegura que se trata de un asesinato sin dudas, el mismo declara que nunca en su vida vio algo tan aterrador, su madre sufrió un desmayo al reconocerlo hace unas horas, estaremos con ustedes para más novedades".

John Sterling de apenas diez años escuchaba la notica, era el tercer asesinato en ese invierno, y supo que algo extraño estaba ocurriendo, desde que tiene uso de razón nunca había visto una notica como esas en su pueblito, todos se conocían, eran como una gran familia, no podía pensar en ninguno de sus vecinos como un asesino.

-No deberías mirar estas cosas Johny- Su abuela le acaricio el cabello con cariño- Estás no son noticias para niños

-Nana, ¿Por qué asesinan gente?- Susurró con miedo el rubio, temía por lo que estaba pasando.

-Nunca lo sabremos amor, hay gente mala en este mundo, que no sabe hacer otra cosa que herir a los demás.

-Pero abue, ¿Alguien sería capaz de asesinar a su pueblo?

-Cariño, este pueblo esconde muchos secretos, y aunque creas que conozcas a todo el mundo, no es así, las peores personas se esconden bajo lindas sonrisas. Y estos crímenes no son recientes, cada diez años se cometen asesinatos durante el invierno, trece asesinatos en total, mujeres y hombres, nadie está a salvo, no aquí.

-¡Mamá deja de decirle esas cosas al niño!- La madre de John entró en la sala de estar, no podía creer que aquella vieja le estuviera diciendo esas cosas al pequeño- John, a bañarse, vamos.

-Solo le advierto cariño- La abuelita se sentó en el mullido sillón floreado observando cómo su hija la miraba con cara de reproche.