The crimes of Birbury

3.

"Noticia de último momento, se reporta como desaparecido Justin Beller, de veinticinco años, tiene pelo castaño, mide un metro ochenta y cinco, tiene ojos negros y según la última persona que lo vio llevaba unos jeans negros y una campera del mismo color. El último sitio en el que fue visto es la escuela primaria "Birbury church of England" . Cualquier información contactarse con la policía local."
Sasha Trevor tomaba un café esa mañana fría de enero mientras escuchaba la terrible noticia del segundo desaparecido, estaba volviendo a ocurrir, diez años después de los últimos trece, ella lo recordaba a la perfección, tenía diecisiete cuando fueron asesinadas las últimas personas en Birbury, las recuerda, Thomas Lemis, Anna Rose, Cinthya Scott, Liam Anderson, Steve Keyger, Simon Lewis, Stefany Privor, Julia Sanders, Margot Bennet, Crystal Dunne, Victorya Page, Travis Wayne, y su padre, Anthony Trevor.
Los últimos trece asesinatos sin resolver, de los muchos que se cometieron en este pueblo. Ella seguía buscando pistas, aunque no lograra nada, no podía salir de este pueblo sin haber obtenido justicia por su padre, era la promesa que le había hecho a su mamá antes de que esta muriera.
Tomó su celular aterrada, necesitaba saber si su esposo estaba bien.

-Hola amor ¿Qué pasa?- Una suave voz masculina sonó del otro lado, contento de poder hablar con su mujer entremedio del caos policial.

-Thomas, ¿Estas bien? Está volviendo a ocurrir, los trece- Las manos le temblaban, los nervios la carcomían, no creyó tener tanto miedo, después de todo, se había preparado los últimos diez años de su vida para este momento, pero al parecer no fue suficiente.

-Estoy bien cariño, no está volviendo a ocurrir, Justin solo está desaparecido, lo encontraremos con vida, te lo prometo- Trato de tranquilizarla, pero incluso él tenía miedo, Thomas Shinner, el policía jefe de Birbury, tenía miedo, de lo que había empezado, de las leyendas, de que algo ocurriera.

-Está bien, ¿Volverás a casa temprano? No quiero estar sola para cuando llegue la noche- Sasha supo que su marido estaba asustado, lo conoce como a la palma de su mano, después de todo han pasado toda la vida juntos, pero quiso creerle, que sólo era un desaparecido, que estaría vivo, que los trece eran mentira, que ese invierno sería diferente.

-Vuelvo a casa temprano, lo prometo, ¿Iras a la biblioteca?- Intentó cambiar de tema, no quería hablar sobre misterios sin resolver, no cuando los problemas empezaban a crecer.

-Sí, tengo que pasar por unos libros para el curso de cuarto año, pero lo haré rápido, hace frío para estar afuera- Fue una mentira creíble, los dos grados afuera te helaban los huesos, pero la verdadera razón por la cual Sasha no quería salir era más compleja, no quería estar fuera mientras el desastre corría por su pueblo.

-De acuerdo amor, te amo, ten un buen día- Thomas corto, dejando un poco más tranquila a la mujer detrás del teléfono.

Sasha tomó las llaves de su auto, y se dirigió a la biblioteca que estaba a las fueras del pueblo, y se sintió cada vez más aliviada mientras más distancia ponía entre ella y Birbury.