The crimes of Birbury

6. Radios e invitaciones

"Según los primeros peritajes realizados esta tarde la muerte de Justin Beller se trata de un homicidio, estaremos revelando los detalles cuando el oficial de policía Thomas Shinner de una conferencia de prensa esta noche."

La radio trasmitía la noticia que John no esperaba escuchar, otro asesinato, el segundo, y todas sus sospechas y temores se volvieron realidad, los trece estaban de vuelta, y no sabía de qué serían capaces los asesinos. Cambio de estación y freno en una en la cual se escuchaba "Baby" de Justin Bieber, la canción se estaba haciendo conocida mundialmente y aunque el rubio no lo quisiera admitir, a él también le gustaba. Conducía despacio, respetando todas las señales camino a la estación de policía en busca de su mejor amigo, al cual le daría un golpe por gritarle esta mañana.

-JOHNY- Lucas gritó cuando lo vió venir y algunas personas lo miraron raro- Metanse en sus vidas, sucios oficiales- Rió por su insulto, aunque él también era un oficial, pero no uno sucio.

-Deberías dejar de gritar- John lo miro con cara de fastidio mientras se subía al auto, amaba a su mejor amigo, pero los gritos lo ponían de mal humor, quizá eran el recuerdo de una infancia no tan bonita.

-¿Me extrañaste cariñito?- Dijo mientras le daba un beso sonoro en la mejilla y John rodaba los ojos. - Invite a un amigo, al que de hecho me olvide de mandarle la dirección, espera aquí que voy corriendo a buscar su número, no te enojes por fis- Lucas se bajó del auto antes de que su mejor amigo lo asesinara con la mirada, no era su culpa haber olvidado buscar el número del detective, bueno, quizá si era su culpa, pero eso no era lo que importaba.

John estacionó bien su auto para no molestar en la entrada. Estaba por agarrar su teléfono cuando vio a un rubio salir de la comisaría,ese hombre no era del pueblo, nunca lo había visto, frunció su ceño cuando vio como su mejor amigo se le acercaba y le hablaba, como si fueran amigos de toda la vida.

-Hola! Me había olvidado de que no tenía tu número, fue estupido de mi parte- Lucas se paró a hablar con Alex fuera de la comisaría, menos mal que no se había ido, porque sino no le hubiera podido mandar un mensaje.

-No pasa nada- Alex río ante la situación, el chiquillo era realmente gracioso y despistado.

-Vivo Mountain St, entre Hyre y Hanover, es un edificio, toca el primer timbre y te abriré

-De acuerdo, ¿LLevo algo?- Alex miro con curiosidad como un chico en un auto los miraba fijamente.

-No, nada, me voy antes de que mi amorcito me mate- Alex frunció el ceño- No debería hacer ese chiste Justo ahora, no importa, te veo después, detective.

-Adiós Lucas- Le dijo mientras el otro ya se daba la espalda, miro por última vez al chico del auto que ya no lo miraba a él, sino a Lucas y se dio la vuelta para ir hacia su camioneta mientras encendía un cigarrillo.

-¿Quién es ese?- Fue lo primero que salió de la boca de John Sterling cuando su mejor amigo ingresó al auto.

-Es el detective del caso Lara Clever, llegó hace poco a la ciudad, por eso lo invité a cenar con nosotros- Lucas hablaba mientras se abrochaba el cinturón de seguridad- Listo, ahora vamos a mi súper mansión.

John negó con la cabeza, su mejor amigo, de veinticuatro años, parecía de diez, y no solo en mentalidad, en apariencia también.
Manejó mientras escuchaba una radio que Lucas había puesto, no le gustaban muchos esos temas, pero sabía que era imposible decirle que cambie de estación.
Para cuando llegaron a la casa del más pequeño ya eran las seis de la tarde. El sol ya se había escondido, y el frío empezaba a helar las manos de los dos muchachos que abrían la puerta del edificio de la Calle Mountain, estaban tan concentrados en reír que no notaron el par de ojos que Los miraban desde el otro lado de la calle.