―Misha...
Ella, por su parte, extiende el Bastón y lo desarma en múltiples hojas, blandiéndolo de un lado para otro, evitando que nos acerquemos al del sombrero. Quien, por su parte, solo se dignó en largarse, en las sombras de los callejones.
―Misha... ―es un caso perdido, Olivie.
―Por favor ―susurra, inaudible―, hazlo rápido...
No prestamos atención a aquellas palabras, al menos no yo. Mis manos volvían a temblar, mis piernas no respondían como quería.
― ¡Rossteo, cuidado!
Ante la advertencia de Olivie, puse mi concentración de mis manos al frente, donde Misha arremetió en mi contra. Acto seguido de empujarme, blandió las múltiples hojas del bastón hacía mí. En un intento desesperado, conecté el Espacio Arcano entre la hoja y yo, siendo la hoja absorbida por la bruma púrpura. Misha, por su parte, hizo un movimiento para sacar las hojas de la bruma, hecho que lo consiguió. Empuñó su arma, volviéndola un bastón común y corriente, entre comillas, y cargó hacía Olivie.
En un arrebato, corro a su dirección y lo empujo hacia un lado. El Bastón me dio en el brazo con que empujé a Olivie, siendo un gran dolor inundándome. Inconsciente, lleve mi otra mano y la apreté con fuerza con tal de evitar más dolor, siendo una acción más imprudente, puesto que me dolía aún más.
Olivie, por su parte, se recompuso y desplegó el arco, con el que disparó diversas flechas arcanas en cuestión de segundos. En cambio, ella las esquivaba con suma facilidad, a un paso alarmante.
No quiero hacer esto, pero no me queda otra. Luego de recuperarme, convoco las Lanzas Fusiles en mi espalda y en un intento me acerque con imprudencia. Al estar a pocos centímetros, accione cada Lanza, disparando en su contra. Intentando esquivar todo, se descolocó lo suficiente para que Olivie arremetiera hacia ella. Con su arco, ahora espada, logró rozarle un poco antes de que, inhumanamente, ella esquivara.
Nuestras atoradas palabras en nuestra garganta, las posibles lágrimas invisibles de Olivie, y aquella mirada de inquietud de Misha. Toda esta situación debe de ser un mal sueño...
Jadeantes, y ella inmutada, observamos cada minúsculo movimiento de nuestro contrario.
― ¡Misha! Acabe con... ¡¿Qué están haciendo?! ―por favor, no te acerques, Skirnim...
Le dirigí una mirada, y él empezó a captar el mensaje, entre lágrimas. Impotente, solo podía apretar sus puños. Volví a centrar mi visión hacia enfrente, donde Misha parecía querer cargar en mi contra.
Desplegó las múltiples hojas y las manejó en posición horizontal, haciendo que Olivie saltara hacia atrás y yo, por su parte, agache mi postura para evitar corte alguno.
Aproveche y corrí, con mi posición gacha, saqué el Estacador y lo cargue, acompañada de un grito. Ella solo se dignó de saltar a un lado, esquivando el efecto chocante, y en un rápido movimiento saco mi Hacha, hecha alabarda, del Espacio Arcano y hago un golpe de barrido.
Logré, con mi imprudente acción, rebanar el estómago de Misha, quien momentos estuvo aturdida. Olivie aprovechó y disparó multitud de flechas arcanas, atravesando y haciendo a Misha de un puercoespín. Al ver que ella iba a moverse en su contra, genero, en un intento de prueba, bruma por sobre Misha, donde dejo que la gravedad se haga cargo de impulsar las Lanzar con tal de atravesarlas. En formación de círculo, cayeron, y en el suelo forme otra bruma que se encargó de atrapar las Lanzas en su caída.
Aproveche la situación y, de un tajo limpio y certero, decapite a Misha, una compañera cazadora...
Horrorizado, era salpicado por la lluvia de sangre en mi traje y rostro. Mis manos, al terminar la adrenalina, volvieron a temblar, haciendo caer la ahora alabarda. Su cuerpo, sin cabeza, en el suelo adoquinado cubierto de carmín, cayó por inercia, pero fue atrapada en el último instante por Skirnim, quien, ignorando la sangre y la cabeza restante, abrazó con sus fuerzas el cadáver de su compañera de caza.
Minutos después, los tres estando abatidos, Inadie apareció de una de los cruces de esquinas, con una gran sonrisa.
―Adivinen chicos quién...
Acto seguido de ver a dos desplomados por el cansancio, y un abatido con un cuerpo sin vida en brazos, Inadie soltó el agarre que cargaba un objeto de nula importancia, y corrió a donde Skirnim, preocupada y con lágrimas. Parece que se dio cuenta al instante de quien pertenecía el traje, del cadáver.
Los minutos transcurrieron, indiferentes de la situación, en un abismal silencio que antes eran pronunciados sollozos de dos personas. Recogí mi Hacha y me fui al sueño de cazador. Inadie, quien no obtuvo respuesta alguna de Skirnim sobre la situación, iba a interrumpir mi avance, siendo frenada por Olivie.
Sin voltear atrás, caminé, sin detener mi andar. Aquellos que se interpusieron en mi camino fueron descuartizados o cercenados.
A pesar de que no la conocía bien, me da tanta pena ser quien la acabó. Lleve mis manos a mi cabeza en un intento de no enloquecer y me tiré al suelo. Sollozando.
Ojala todo esto terminara de una buena vez.
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En las Lúgubres Tierras de Yharnam - Saga Hunt
ActionEn busca de la bendita sangre para aliviar su incurable enfermedad, Rossteo se embarca a las calles de Yharnam. -Ah, un nuevo Cazador. Bienvenido, al lado oscuro de Yharnam.