supo cuando se sonrojo la primera vez que se acerco a ella hacía más de una década y lo sabía ahora que sus mejillas estaban inundadas en el rubor más tierno del que podría ser testigo, la amaba, la amaba tanto que se desbordaba de su cuerpo.
Al sentirse observada por ella y hacía que se equivocara al intentar escribir aquel ensayo tan largo. Era algo que Ritsu no entendía ni extrañaba, hacia tanto que los deberes no eran escritos, no más tareas, no más estudio pero eso sí, mucha práctica, la banda era el proyecto final, una última presentación y obtendría algo que podría ser llamado carrera.
Las actividades escolares de Ritsu estaban por consumarse, era cuestión de algunas semanas más y sería libre de dedicarse a la música, a la banda y buscar uno de sus más ambiciosos sueños.
La chica tenía la mitad del cuerpo sobre la mesa donde Mio intentaba en vano concentrarse. Llevaba buena parte de la tarde suspirando, jugando con la mirada, coqueteando con Mio como aquella vez hacia años, era su juego personal, algo que sólo hacia cuando necesitaba llamar la atención de Mio a toda costa, jamás obtendría la respuesta que deseaba pero le hacía feliz que aquella joven tan dedicada le pudiera brindar por lo menos dos minutos de su tiempo de estudio, extrañaba bastante las tardes en las que pasaban su tiempo tiradas en el cuarto de alguna de ellas haciendo absolutamente nada, cuando podían dedicarse sus momentos de amistad sin el loco ajetreo del trabajo o la escuela. Cuando eran Mio y Ritsu, sólo eso.
"¿Sucede algo Ritsu?" pregunto la ojigris dejando el montón de hojas y al intento de progresar con su tarea bajo la mirada fija de su increíblemente calmada novia.
"Nada, sólo pensando…"
"Eso es nuevo" contesto Mio sonriendo amablemente, Ritsu, al contrario de su personalidad sólo rodó los ojos y suspiro, estirándose sobre la mesa, "¿En qué piensas?"
"En ti y en mí" contesto automáticamente soltando otro suspiro apagado, la chica le miro extrañada, sonaba demasiado seria, ¿Había algo que no sabía?, "Hace tanto que estamos juntas y me preguntaba, ¿Cómo será nuestro futuro?" Mio frunció el entrecejo, "Me refiero a que estoy por terminar lo mío en la universidad y quisiera progresar en la música"
"Lo vienes repitiendo desde que tenías como doce años" dijo Mio volviendo a lo suyo, lo único que tenía Ritsu era la típica ansiedad pre graduación.
"Tú no me has dicho que vas a hacer tras tu graduación" se quejo Ritsu, "Hay cosas que, estando así, tendríamos que postergar"
¿A qué se refería con eso?
Era cierto que Mio no compartía ese sueño con Ritsu, no temía a su burla, estaba demasiado acostumbrada a vivir con esa parte de la chica pero por esa única vez le gustaba quedarse con ese pequeño anhelo de su corazón.
"Mi sueño es seguir a tu lado, como ahora y para siempre" se limito a contestar sin levantar ni un milímetro la mirada, siguiendo con su ensayo.
Pasaron unos instantes sin respuesta, Ritsu se había levantado de la mesa para hacerse de sus cosas y dirigirse a su trabajo.
Era una típica rabieta de la castaña cuando no obtenía lo que quería escuchar, al principio le había sobrehalagado esa visión de Mio pero con el tiempo se dio cuenta de que le estaba ocultando algo, demasiado pequeño quizá, pero todo absolutamente todo lo que le sucedía a Mio le importaba y al parecer, ésta no lograba darse cuenta de eso.
"Volveré algo tarde" dijo antes de salir del pequeño apartamento y cerrando detrás la puerta.
Mio no se inmuto, revelarle aquel deseo era detener el sueño de Ritsu y ella jamás haría eso.