Nuestros recuerdos. Sakura Card Captor Fic

Nada es lo que parece

Shaoran respiro profundamente el aire puro que golpeaba su rostro, quería estar solo, olvidarse de sí mismo y olvidar las palabras e imágenes recientes, no quería lastimar a nadie, pero había perdido el control, había fallado, no podía permitirse hacer eso cada vez que alguien hablara mal de Sakura, no era digno del jefe del Clan Li, aunque no era la primera vez que pasaba, aunque esa vez no había salido ileso.

- ¡Tch!

- Deja de quejarte. Nadie te dijo que te metieras en una pelea - lo había regañado su novia ese día mientras frotaba con alcohol la herida en su labio. - Shaoran, ellos están tan bien entrenados como tú y ¡eran 4! ¿que estabas pensando?

- No podía permitir que se quedara así después de lo que dijeron.

- ¿Y se puede saber que fue tan grave? - aun molesta se dedicó a aplicar pomada sobre su ojo, que ya se hinchaba.

- No creo que sea buena idea…

- Shaoran

Ante la advertencia en su voz no tuvo más remedio que decírselo, habían volado hasta Hong Kong para la presentación de las prometidas de los futuros líderes de los clanes, no era la primera vez que asistía, pero sí que estaba en el centro de todo, los Li eran el clan más antiguo, así que el compromiso del futuro jefe era un gran acontecimiento y por supuesto, la belleza de su prometida superaba en creces a las demás, lo que provoco miradas y rumores.

- Esos imbéciles se preguntaron dónde te encontré y porque los clanes te tenían tan escondida. Se ofendieron cuando supieron que no provenías de ninguno como las demás y preguntaron porque se me permitía casarme con alguien fuera de las costumbres, una extranjera, pero madre alardeo de ti y tu enorme poder mágico, así que no quedo duda de que eras "digna". - trato de cambiar el tema, pero la chica espero con paciencia - Además, me ofrecieron todo tipo de cosas para permitirte pasar una noche "agradable" con ellos después de haberte tomado como esposa y tener nuestra noche de bodas.

Sakura lo miro incrédula, comprendiendo por fin la reacción de su novio, siempre había sido sobreprotector, así que creyó que había exagerado cuando escucho los gritos y vio al castaño envuelto en una pelea con cuatro chicos. Dama Ieran había intervenido, solo ella había logrado separarlos y después de dedicarle a ambos una mirada, a ella de súplica y a el de reproche, se había reunido con los otros jefes mientras la castaña lo llevaba a un salón vecino y se encargaba de curar sus heridas.

- ¿Pueden hacer eso en pleno siglo XXI?

- Te sorprenderías de lo arcaicos que son aquí.

- Vuelvo a preguntar… ¿pueden hacer eso? - su voz tembló, ella sabía que los Li, sobre todo su suegra y su novio, serían incapaces de hacerle eso a ella o a cualquier mujer, pero los demás, ¿acaso ellos tenían permitido hacerlo?

- Ante la ley que nos rige como clanes mágicos, no, es penado, ya que se considera como esclavitud, y la esposa del líder debe pertenecer a él y solo a él, sin embargo, se nos tiene permitido tomar a más de una esposa, y solo una puede ocupar el lugar más alto a nuestro lado, y es a ella a quien hay que respetar de manera casi reverente, así que este tipo de tratos son muy comunes por debajo del agua, supongo ellos creyeron que tomaría a más de una esposa y que debido a tu procedencia no serias tú la principal, así que… - explico con repulsión.