Nuestros recuerdos. Sakura Card Captor Fic

Realidades

-Los doctores y el señor Fujitaka han accedido a que ayudemos a Sakura contándole lo que pasó en estos años, siempre y cuando sea gradualmente y que tratáramos de no alterarla- dijo al otro dia Tomoyo, el cambio en ella habia sido radical, su pulcra ropa habia vuelto y su cabello estaba otra vez hermosa y cuidadosamente arreglado, sin embargo sus pasos y su mirada decidida resaltaba sobre lo demás, incluso ahora mientras caminaba por el pasillo, contando sus planes y con dos chicos siguiendola, parecia mucho mas alta e imponente que cualquiera de ellos- así que eso es lo que haremos, ¿de acuerdo?

-Siempre se hace lo que tu deseas cariño- contestó con una sonrisa su joven novio, feliz porque finalmente habia vuelto, aunque su amigo nunca habia visto esa faceta de ella, ya que solamente él la conocía porque era la única persona que descubrio este lado incluso antes de que se lo mostrara.- no te preocupes por ello.

-Yo lo se, pero no estoy hablando de ti- sonrió con amor hacia el chico mientras se detenía, se acercaba a él y acariciaba el brazo que este le extendía, todo esto antes de cambiar a una expresión más seria- hablo de ti Shaoran.

El chico levantó la cabeza, sorprendido ante la mención de su nombre y la mirada de la chica, un extraño escalofrío lo recorría de pies a cabeza, aunque después volvió a sumirse a su estado callado y serio, triste.

-¿Yo?

-Si, Sakura necesita en este momento nuestro incondicional apoyo y cariño, lo que menos va a ayudarla ahora es un ambiente depresivo y tenso, así que cambia esa cara un poco ¿quieres?

-Lo siento- apretó sus labios para tratar de hacerlo, sin embargo se dio cuenta que le sería casi imposible por sus propios sentimientos de abatimiento- no creo que pueda hacerlo, ¿no sería mejor que Mei Ling viniera?- decir esas palabras le costó casi toda su fuerza de voluntad, quería verla con urgencia y estar a su lado, pero si su estado de ánimo la iba a incomodar tal vez, no deberia estar ahi al menos por unos días. Tomoyo sonrió con comprensión, completamente consciente de sus sentimientos.- después de todo también es su amiga.

-No, nosotros somos las personas, después de su padre y hermano, en las que ella mas confia, asi que es necesario que seamos solos nosotros...- explicó pacientemente aun sin soltar la mano de su novio.

-Eso era antes. Ella no recuerda lo que éramos, el amor que nos tenemos, no puedo ser la persona en la que confia mas ahora, porque no lo recuerda- explotó por fin, su voz elevándose casi en un grito desesperado, sin embargo logró controlarse a tiempo.

-Te equivocas completamente- susurro la pelinegra mientras se acercaba a él y tomaba su rostro entre sus manos inclinandolo hacia ella, aunque tuvo que pararse de puntillas para ello, ya que era más alto y no quería que sus ojos se encontraran pero ella debía hacerlo entender, tenía que comprenderlo para poder ayudarla. Amatista y ámbar chocaron por primera vez- mucho antes de que Sakura descubriera sus sentimientos por ti, mucho antes de que se lo confesaras, creo que incluso mucho antes de que tu supieras lo que sentías por ella- tuvo que ocultar la carcajada que amenazó con salir cuando noto su sonrojo- ya te consideraba una de las personas en las que podía confiar plena y ciegamente, solo eramos ella, tu y yo cuando de las cartas se trataba, y después incluso con cosas más cotidianas acudía a ti por consejo. ¿Tengo que recordarte que fue contigo con quien lloró cuando el joven Tsukishiro la rechazó? Y aun no sabia nada de lo que sentías por ella, ni que decir de sus sentimientos, siempre has sido una persona importante para ella y eso es lo que recuerda, eso no tiene porque cambiar y al final, el cerebro puede olvidar, pero el corazón nunca.- sin pensarlo y en una muestra de apoyo ella sencillamente lo abrazo, tratando de hacerle sentir que no estaba solo, y que el miedo, confusión y preocupación eran compartidos, que no tenía que encerrarse porque siempre tendría a alguien que lo apoyara.