Envidias

200 16 4
                                    

- Nos alegra mucho que hayas vuelto Sakura - le dijo la maestra encargada de la escuadra una vez que Sakura se había cambiado y usaba el uniforme.

La chica apenas y lo escucho, aún estaba demasiado distraída por el dolor que las palabras de Shaoran le habían causado, aun no podía comprender del todo la razón, no había dicho nada malo y se limitó a confirmar lo que todos sabían y que ella prácticamente le había obligado a aceptar, ciertamente él no había sido tan cruel como ella cuando habían terminado oficialmente y no sufrió humillación pública, cosa que el sí, sin embargo, le había dolido tanto que no pudo evitar saltarse las últimas dos clases para poder llorar en el baño. Y solo había salido para la práctica de porristas, en un intento de olvidar las pasadas horas con ayuda del ejercicio físico.

- Muchas gracias profesora - murmuro rápidamente cuando noto como caminaba ya por delante de ella, ni siquiera había notado que le había pedido que la siguiera.

- Aunque tendrás mucho con lo que ponerte al corriente, estamos agradecidos de que hayas vuelto justo a tiempo para el inicio de la segunda mitad del campeonato.

Habían sido campeonas indiscutibles durante dos años consecutivos, en parte gracias al optimismo de las chicas, pero sobre todo por el espíritu que su capitana parecía agregar, sin contar con las difíciles pero impresionantes rutinas que había creado, parecía brillar por si sola y siempre las entrenaba hasta que cada una de las integrantes podía seguirla, tal vez esa era la razón por la cual en la primera mitad del año, no habían ganado más que un par de encuentros, esperaba, sinceramente que ahora que había vuelto, pudieran remontar.

- ¿Estás segura de que puedes hacer esto?

- Claro, el doctor me ha dado de alta y dijo que no tendría ningún problema, además, he estado ejercitándome por mi cuenta. No he perdido mi nivel.

La maestra la miro fijamente, preocupada, la joven frente a ella no parecía para nada ella misma, estaba distraída, seria, decaída, sin sonreír para nada, casi como si toda la felicidad y optimismo que la caracterizaba se hubieran esfumado. Quiso preguntar, pero temía que fuera demasiado para ella.

- Estoy segura de que no lo has hecho, sé que podrás seguir el paso una vez que te acostumbres, siempre ha sido así.

- Daré todo de mi para que así sea…

- Sakura, si puedo ayudarte en algo… - comenzó, sabía que la chica siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás, quería hacer lo mismo.

- Supongo que habrá alguien que me ayude con las rutinas, ¿cierto? - interrumpió, no estaba lista para hablar, sobre todo no de un tema tan personal y mucho menos si su cabeza aún estaba hecha un desastre.

- Si. Creo que lo mejor será que estés con la chica que ocupo tu lugar durante tu ausencia.

Aun sorprendida por la manera en que la castaña había evitado con maestría la pregunta, abrió la puerta que las llevaba al campo donde solían entrenar, y donde ya se encontraba, esperando apartada del grupo, el dolor de cabeza de la antigua card captor, quien calentaba con decisión para distraerse, demasiado nerviosa por la presencia de su capitana.

- Haruka, Sakura está aquí - llamo su atención la profesora, provocando que la aludida se tensara con rapidez y llena de miedo enfrentara a la otra chica.

Verde y gris chocaron, Haruka sintió un escalofrió recorrerla cuando la castaña perdió el semblante tranquilo para transformarse en uno serio, y sin embargo, la sub capitana pudo ver claramente el deje de fastidio que había detrás y es que Sakura no podía comprender cuanta mala suerte tenia, que en este momento, donde ella quería poner tanta distancia como fuera posible entre ellas, tenía que convivir precisamente con Haruka Ayanami, la sonrisa con la que la saludo le hizo sentir nauseas, hipócrita, fue la primera palabra que se le vino a la mente y tuvo que respirar profundamente para no decírsela a gritos.

Nuestros recuerdos. Sakura Card Captor FicWhere stories live. Discover now