8

2.9K 68 2
                                    

Nuestras respiraciones chocaban estábamos a centímetros, él me miraba a los ojos y algunas veces a los labios

- dejame, no me tomes por tonta

-¿y si no quiero? - dijo él

- ¿crees que esto le gustará a tu novia la rubia? - digo desafiandole

- lárgate, eres gilipollas- dijo apartándose

- lo que quieras pero la gilipollas te pone- dije yendome

- más quisieras- dijo él

- si no, no harías nada de esto te comportarias como una persona normal- dije enfadada

- ven aquí - me acorraló en el pasillo - date cuenta no eres nada para mi, no eres guapa no me gustas, solo estás aquí de mantenida

No le dejé seguir y estampé mi mano contra su mejilla

- no sabes porque estoy aquí, ¿crees que es fácil mudarse con la única familia que te queda? ¿Irte a otro país? Dime, tu tienes a tu madre, tu padre vive en la ciudad de al lado, pero dime ¿yo que tengo? Solo tengo a mi padre, mi madre murió hace unos días, y para colmo tengo que soportar a un imbécil que va de machito y no me puedo ir de aquí porque soy menor, dime ¿ahora como te sientes don solitario? Oh bueno, perdón, es que tú, no tienes sentimientos- y me aparté de él, cerré mi habitación de un portazo y encendí un cigarro

Esperé unas horas hasta que escuché la puerta indicándome que mi padre y Ali habían vuelto.

Bajé algo más tranquila con la cara manchada de rímel, mi padre se preocupó pero yo... Simplemente me senté en la mesa cuando todo estaba listo para cenar, no cené apenas nada, tenía al imbécil en frente y la cena era incómoda

- hija... ¿Que te pasa?

- que odio mi existencia, me voy a dormir adiós- y fui corriendo a mi habitación, me encerré y me dormí

Dos semanas después:

Me levanté un poco menos deprimida por pensar en mi madre y fui hacia la cocina, me hice el desayuno, y salí de casa, como siempre, sin ni siquiera despedirme.

Iba  con la sudadera que me regaló mi madre, toda de negro, y con la cabeza agachada,  sentí un  Claxon sonar a mi lado

- vamos sube- dijo Tomás

- dejame- apresure mis pasos

- no seas orgullosa- gire mi cabeza y le miré con mi peor cara, sabía que daba miedo, pero me daba igual- no vas a intimidarme

- te lo voy a decir una vez, que te jodan Tomás - seguí mis pasos

Prohibido [2a EDICIÓN EN AMAZON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora