#Capitulo1

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   Mónica nació un 30 de diciembre de 1990, hija única del matrimonio Soler Lozano, tenían una posición económica desahogada así que tener una hija no les afectaba en su economía, su infancia fue lo más normal aunque la mayoría de las veces cuando tenía entre un año y dos la confundían con un niño por su aspecto tan andrógino, siendo su madre quién sacara de la confusión a aquellas que la miraban y le cargaban en brazos. Cuando cumplió tres años ya era un poco mas notorio que era una niña debido a que su cabello castaño claro había crecido y le llegaba a los hombros, Mónica era tímida y pocas veces le sonreía a personas que no conocía o aquellas que no le caían bien, su madre solía vestirla con vestidos, pantaloncillos cortos o largos.

    Cuando cumplió ocho años y ya iba en segundo de primaria una familia llego a vivir justo enfrente de su casa, como era costumbre de Mónica solo miraba en silencio escabullida entre las plantas de su madre, no tenía amigos por ser  reservada y porque también de vez en cuando era víctima de burlas debido a que su aspecto era el de un niño bonito. Para sorpresa de Mónica los vecinos tenían dos hijos, un adolescente y una niña como de su edad la cual le pareció linda, a los dos días esa misma niña llegó a su escuela, a su misma clase y se sentó a un lado de ella, Mónica le dedicó una breve mirada y su nueva compañera le sonrió, tras aquella sonrisa las cosas cambiaron un poco para Mónica a la hora del receso, pues su nueva compañera y vecina se pego a ella por no conocer a nadie más y de esa manera su amistad comenzó, fueron a la misma secundaria, preparatoria y Universidad pero para ese entonces Laura tenía novio y se la pasaba contándole a Mónica sobre él, la pobre no hacía mas que escucharla mientras entristecía por dentro, desde hacía mas de cinco años estaba enamorada de Laura su mejor amiga, pero nunca jamás le había insinuado o dicho algo sobre sus sentimientos ya que sabía que nunca le haría caso.

  Mónica era delgada de estatura mediana, ojos grises, piel clara y su cabello seguía  siendo castaño claro, pero ya no lo llevaba largo sino que lo llevaba corto dando la apariencia de un adolescente flacucho a no ser por sus pequeños senos que salían  a relucir de vez en cuando, era una mujer andrógina si se le miraba bien y ella se consideraba una lesbiana de género fluido ya que solía vestirse de la manera en que más se sintiera cómoda durante el día o si sólo se quería ver bien, pero aún a pesar de ser ya una adulta seguía siendo reservada para con todos, incluso hasta con sus padres, pero de vez en cuando se habría  con ellos un poco y siempre les obedecía en todo, era bastante tranquila y casi se podría decir que hasta aburrida.

-¿No te gusta ni un chico de aquí Mónica? – le pregunto Laura cuando salían de clases.

-No.

-¿Porque? ¿tienes algún ideal del hombre que buscas?

-No, en realidad no estoy en busca de hombres – se atrevió a decirle, pues estaba cansada de seguir ocultando ese secreto a su amiga.

-¿No te gustan los hombres? – le pregunto asombrada poniéndose delante de ella, deteniéndole el pasó.

-No, Laura. No me gustan los hombres.

-Eso no me lo esperaba – dijo casi riendo - ¿te gusta alguien de aquí? O ¿es que tienes una novia secreta?

-Jaja cual novia secreta ¿a caso me ves salir por las tardes con alguien?

-No.  Pero eres guapa – le dijo – seguro que debes de tener alguien que muere por ti y tu ni siquiera lo sabes.

-Ya ves, por eso no quería decirte.

-No seas así Mónica ¿hay alguien que te gusta?

-Si, pero nuca me va hacer caso. Es heterosexual y tiene novio.

-Que pena, lo siento amiga.

  Tras esto Laura se dedicó a observar quién podría ser la mujer que hacía sufrir a su amiga, pero tras varios días de observación no descubrió nada, Mónica era tan fría y reservada que no convivía con nadie mas solo con ella.

Formas De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora